ASPE. La empresa Greenval Technologies construirá en Aspe una planta de transformación de neumáticos en energía, como ya hace en Zaragoza. Y lo hará de la mano del Grupo Soledad, uno de los principales distribuidores de neumáticos de España, según ha anunciado el presidente, Salvador Pérez, este miércoles, en un almuerzo, junto al responsable de Greenval, Gonzalo García, y el alcalde de Aspe, Antonio puerto. La planta contempla una inversión de 20 millones de euros, según ha desvelado Pérez.
El proceso de transformación está basado en la pirólisis, un tratamiento térmico sin oxígeno que permite descomponer mediante reacción química la goma del neumático usado en energía y materia prima reutilizable: sólidos (negro carbón), líquidos (aceite pirolítico) y gases (hidrocarburo empleado como fuente de energía alternativa).SSe trata de una de las fuentes de energía más limpias para la conversión de neumáticos fuera de uso en combustibles alternativos y productos petroquímicos de alto valor añadido, generando 6 veces menos CO2 que cualquier otro proceso de combustión.
Greenval ya dispone de una planta en Zaragoza, y será en Aspe donde se instale la primea de la Comunitat Valenciana. Las obras comenzarán a principios de 2023 y la planta será 100% sostenible, no producirá residuos, será autosuficiente y no generará ruidos ni emisiones, según ha destacado en la presentación los responsables de la firma y del grupo Soledad.
La nueva instalación supone una inversión de 20 millones de euros, generará más de 100 puestos de trabajo durante su construcción y puesta en marcha, y 30 más de empleados fijos en la planta.
Joaquín Pérez ha puesto en valor el sistema de tratamiento de esta planta “que aprovechará en su totalidad los residuos de los neumáticos transformándolos en diferentes fuentes de energía “ y ha incidido en el impacto que producirá en el municipio “con una importante inversión y la creación de puestos de trabajo”. La nueva planta de transformación energética estará basada en una tecnología 100% española, desarrollada junto al CSIC, denominada Green Band.
Durante el almuerzo, Gonzalo García, responsable de su desarrollo, ha explicado que “esta tecnología se basa en la pirolisis de los chips (pequeños trozos) de los neumáticos en una transformación termoquímica, aplicando calor entre los 550 y los 700 grados, eso hace que el neumático se volatilice y se transforme en tres productos: un gas que alimentará a la propia planta, un aceite pirolítico que puede ser usado como combustible de barco o su transformación como plástico. El tercer producto que generamos es el negro de carbón, cuyo uso es para los propios neumáticos”.