VALÈNCIA (EFE/Lucía Ruiz Simón). "Lo peor" de la inflación, de la histórica y continua subida de precios especialmente de los alimentos "ha quedado atrás", una tregua en la que el sector del gran consumo trabaja para escuchar y ser escuchado por las administraciones, con las que comparten objetivos, pero no siempre la forma de alcanzarlos.
Así lo defiende en una entrevista con EFEAgro el presidente de la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc, Ignacio González, quien vuelve a ocupar este puesto algo más de un año después, con retos como mantener unida la cadena de gran consumo (alimentación e higiene) que supone el 20 % del PIB.
"Escuchar y ser escuchados" será, por eso, el lema del próximo congreso que la asociación celebrará en octubre en Madrid; y es que las empresas, insiste, comparten objetivos como los de conciliación y sostenibilidad, pero "si la legislación va demasiado rápido" se convierte en una "sostenibilidad que no es sostenible, que resta competitividad".
Con todo, González vaticina un "IPC más controlado" de aquí al final de año y que el sector va a terminar el ejercicio más equilibrado que en años anteriores, aunque el "Banco de España es un poco menos optimista".
Sobre el papel, algunas materias primas están subiendo, básicamente cacao y café, pero "claramente deberíamos asistir a un aceite que baja y eso tiene mucho peso", por eso "debería ser una buena noticia que, junto con los tipos de interés, revitalice un poco el consumo, que está bien, pero no está alegre", añade.
Tal y como han reiterado las empresas desde que comenzó la crisis inflacionista, defiende que "la culpa no estaba en el interior de la cadena, sino que estaba fuera y todos los eslabones han sido víctimas de una situación que nadie quería".
Aún así, esta situación ha tenido consecuencias: la fuerte unidad mostrada por todos los eslabones ante situaciones inéditas como la pandemia "no ha durado tanto" y se "ha visto resquebrajada" por la situación inflacionista que ha puesto el foco del consumidor y mediático en los precios den los lineales.
En este punto, recalca que mantener la cadena unida será otro de sus objetivos, pues "el agricultor tiene que entender que su enemigo no es la industria y las cadenas de distribución tienen que comprender que el suyo no es el fabricante". A vueltas con la productividad, que está prácticamente "plana" desde hace una década en España, González dice que es un reto que hay que abordar "como país" porque tiene muchas derivadas.
Por ello, a su juicio, además de la reducción de la jornada laboral -que ahora mismo está en el debate público y en negociación entre con lo agentes sociales-, habría que "atacar" otros temas como el absentismo, la formación y la inversión en digitalización. En resumen, desde Aecoc se espera que "se ataque la productividad como gran asunto y no solo una parte de ella".
En esta ecuación de la productividad, González sitúa también el problema real de la "falta de ajuste" entre la formación de la gente de la potencial mano de obra con los requerimientos que tiene la industria.
De ahí que falten trabajadores en algunas áreas, algo que sin llegar a ser un problema grave, como en la restauración o el campo, afecta en el gran consumo a profesiones con alto contenido técnico de digitalización o con temas de mantenimiento.
Este desajuste conduce a la "paradoja" de un nivel de paro muy elevado y, a la vez, "una necesidad y una falta de cobertura de puestos determinados muy específicos".
La digitalización y el uso de la inteligencia artificial como herramienta es otra de las líneas de trabajo marcadas para un sector diverso que siempre asume los "grandes retos" y ya la usa para escuchar a "los 14 millones de consumidores que 'votan' todos los días si les gusta o no tu marca", según González .