EL CAMPELLO. La Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy, a propuesta de la Concejalía de Medio Ambiente que dirige Rafa Galvañ (PP), alegar contra la ampliación del depósito del vertedero 'Las Marinas' que funciona en la partida rural de Cañadas. La planta de tratamiento de residuos está prácticamente colapsada, por lo que la mercantil que lo explota (FCC Medio Ambiente S.A.), ha planteado a la Conselleria de Medio Ambiente una ampliación de los llamados "depósitos de rechazos" para alargar su vida útil, propuesta que rechazan los dos partidos que integran la Junta de Gobierno: PP y Vox.
El acuerdo de hoy será remitido a la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental, órgano de la Generalitat que debe dirimir sobre las alegaciones que se presenten contra ese proyecto.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de El Campello basa su rechazo a la ampliación en los continuados episodios de olores producidos por la planta de tratamiento de residuos urbanos y vertedero, sufridos por los habitantes de las zonas de afección de la misma (zona norte). El Ayuntamiento, además, alega "falta de medidas efectivas en el proyecto para reducir la contaminación atmosférica, su vigilancia y su control".
La alegación va acompañada de un informe técnico en el que taxativamente se señala que "las molestias por olores emitidos por la planta es un problema persistente para los habitantes de la Zona Norte del municipio".
Hasta la fecha, en este año 2022 se han registrado 1.042 incidencias que fueron atendidas por la Policía Local, de las cuales en 889 ocasiones se confirmó que el olor "era fuerte o muy fuerte y persistente".
El informe añade que entre las medidas correctivas para prevenir o reducir las emisiones atmosféricas, justificando la adopción de las mejores técnicas disponibles relativas, se encontrarían las siguientes: cubrición diaria de los residuos con material inerte para evitar olores; captación, almacenamiento y tratamiento del biogás generado en el seno del vertedero, mantenimiento en buen estado de vehículos y maquinaria, control ambiental anual de adecuación a los requerimientos legales aplicables, en concreto a los valores límite de emisión, y determinación trimestral de los parámetros de caudal, temperatura tiempo de funcionamiento y emisiones potenciales de CH4, CO2, O2, H2S y H2.
Desde que se registran los incidentes de malos olores producidos por la planta (en el año 2018), se han constatado quejas vecinales en más de 4.000 ocasiones. Cabe destacar que en la tabla no se contemplan los casos en los que el olor percibido por los agentes de la Policía Local es "moderado o leve".
"No obstante", se reafirma el informe técnico, "es remarcable que en 2022 cerca del 85 % de las quejas recibidas son confirmadas como olores fuertes o muy fuertes. Las quejas no confirmadas, en su mayoría, son debidas a la imposibilidad de la policía de acudir a realizar la comprobación". Se comprueba, pues, que las incidencias, lejos de disminuir, han ido incrementándose en los dos últimos años.
El Ayuntamiento no tiene constancia de la aprobación de un obligado Plan de Olores, que debió elaborar la Conselleria, y con respecto al Plan de Vigilancia, desde el año 2020 se ha trasladado al titular de la planta las incidencias tramitadas y las comprobaciones realizadas por la Policía Local y los informes recibidos por parte del titular de la planta "no clarifican ni las causas por las que se producen las incidencias por olores ni las soluciones adoptadas ante estos episodios".