EN LA FRONTERA   / OPINIÓN

Globalizar la indiferencia

25/06/2023 - 

Ha sido el tema/temón de la semana: el espectacular despliegue de medios para intentar localizar el submarinito turístico, cinco pasajeros, para otear el Titanic, y la mísera ruina de lo ocurrido en aguas griegas, con centenares de muertos y desaparecidos y en medio de un mar de dudas sobre el papel ejercido por las patrulleras griegas, las mafias egipcias de tráfico de seres humanos, y la abyecta dictadura siria, la de Basar al-Asad, de la que siguen huyendo cientos de miles de personas: Erdogan, tanto en campaña como recién ganadas las elecciones, ya se ha comprometido a expulsar a los refugiados sirios no se sabe muy bien hacia dónde, ello a pesar del suculento convenio ultramillonario que firmó el autócrata turco con la Unión Europea, en tiempos de Merkel, para acoger a los refugiados de la guerra civil siria. La última oferta fue hace dos años: 3.000 millones de euros.

"Mare-Mortum": el Mediterráneo convertido en un cementerio mientras que los informativos de TV nos masacran durante días sobre lo del submarinito turístico: ahora tienen lío sobre la autoría de su diseño y fabricación; nadie quiere saber nada, ni la NASA, ni la Universidad de Washington, ni dios. Soy plenamente consciente de la inutilidad de estas reflexiones pero estoy en mi pleno derecho de cabrearme mucho, tirando a muchísimo. El mismo cabreo que expresó a grito pelado el Papa Francisco en 2013 ante los 80 cadáveres de personas sub-saharianas en Lampedusa: ¡¡¡Vergüenza¡¡¡ A grito pelado. Dos meses antes de lo de Lampedusa Bergoglio ya acuñó una máxima irrefutable: "La globalización de la indiferencia nos ha quitado la capacidad de llorar". Aún se me ponen los pelos de punta con la frase de marras.

Debo confesar que soy muy "franciscano". Me gusta mucho el papa argentino y jesuita que recibe al dictador cubano Díaz-Canel y le suplica que suelte a los presos políticos, una legión de disidentes. O media con los popers de la iglesia ortodoxa rusa para que intenten frenar a Putin, el mismo al que se le acaba de rebelar la milicia Wagner: lo que puede dar un giro de 180 grados a la guerra de invasión ilegal de Ucrania. Wagner: cría cuervos que te sacarán los ojos, querida Mila Zardoya, hermanita. Putin, el mismo que tiene comprado a buena parte del establishment de la jerarquía ortodoxa. Aún así, Francisco lo intenta. El caso es que a Putin le ha salido un severo y molestísimo hemorroide: Yevgueni Prigozhim, el jefe de los bucaneros Wagner. Son los riesgos de privatizar la guerra.

El submarinito, la barcaza de los 800 muertos y desparecidos, los 36 muertos que emergieron hace tres días en agua canarias lindando con aguas marroquíes, o en aguas marroquíes lindando con aguas canarias; no se aclaran. Y un año justo que se cumple de la tragedia de la valla de Melilla, 40 muertos y 80 desaparecidos, todo ello después de que el Gobierno claudicara frente al tiranillo de Rabat, Príncipe de los Creyentes (que pasa más tiempo en su residencia de lujo de Gabón que en cualquiera de sus siete palacios) reconociendo la marroquinidad del Sahara Occidental, la antigua provincia/colonia española.....Claudicación deshonrosa la de nuestro Gobierno, la misma que cuando obligó a sus eurodiputados en el Parlamento Europeo (17 que al final fueron 16) a abstenerse de una resolución de condena a Marruecos por la falta de respeto a los derechos humanos y por el encarcelamiento de periodistas disidentes. Menos mal que tenemos al gran Ignacio Cembeiro que nos lo cuenta todo con pelos y señales desde su refugio en El Confidencial.

Lo de Grecia ha explotado en redes sociales con esa odiosa comparación entre lo del submarinito y la barcaza. Demagogia necesaria, profilaxis de urgencia. Hoy tengo el cuerpo revuelto y me viene a la memoria una acción performativa/happening, allá por 2007, que hicimos desde Elche Acoge con Manolo Macià, siempre en el recuerdo, y su Museo de Arte Extemporáneo (Irene e Irenet). Rodeamos e invadimos el Gran Teatro de Elche para simular los viajes en patera, con "patereros" de verdad, banda sonora ad-hoc que combinaba electro-acústica con rezos primigenios de los "patereros", gracias al maestro José María Pastor, policías simulados expidiendo certificados de deportación....qué movida. Manolo, ese pequeño gran genio de la agitación artística, puso título al espectáculo: "¿Son solubles?".

CODA: Santiago Abascal ha purgado Vox de todo tipo de disidencia en giro directo hacia un ideario ultra-católico, ultra-conservador, ultra-requeté, imperial, limpiando el partido de tibios y posibilistas. Lo mismo que hizo Pablo Iglesias cuando se disponía a conquistar los cielos sin nadie que le hiciera sombra (casi de inmediato se produjo la "conquista" de Galapagar). "Abascal 'militariza' Vox con Jorge Buxadé". Lúcida disección de Iñaki Ellakuría en El Mundo. Es decir, Javier Ortega Smith es una monjita de la caridad. Y Macarena Olona una señorona de derechas que coquetea con rockeros rojos y se rodea de oscuros personajillos que provienen de C's. España grande y libre; Dios, Patria y Rey: es la cera que arde don Carlos Mazón, don Núñez Feijóo. Se nos esperan grandes tardes de gloria. Que nadie se llame a engaño.