El edificio de la terminal de cruceros del Puerto de Alicante. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. La nueva gestora de la terminal de cruceros del Puerto de Alicante, una alianza empresarial liderada por Global Ports Holding (GPH) con la participación de Servicios Portuarios Canarios (Sepcan), se prepara para poner en marcha la reforma del edificio requerida entre las condiciones del concurso convocado por la Autoridad Portuaria a finales de 2022 como instrumento para su modernización.
Salvo modificación imprevista, el inicio de los trabajos de esa remodelación integral está programado para este miércoles, día 22, con la previsión de que queden finalizados entre finales de marzo y principios de abril, de acuerdo con la planificación pactada por GPH y Sepcan con la empresa constructora Zahonero, responsable de su ejecución.
De este modo, se prevé que la terminal vuelva a estar operativa al 100% durante el inicio de la próxima campaña de verano en la que volverán a reanudarse la campaña de embarques del puerto base de MSC Cruceros, con inicio previsto para el 1 de mayo, como ya ha informado este diario, una vez confirmada la renuncia a la campaña de embarques de invierno dada la reorganización de la operativa, con parada del MSC Lírica incluida, que la compañía se ha visto forzada a adoptar tras la inestabilidad propiciada por el conflicto bélico en Israel.
Hasta el mes de abril, eso sí, el edificio de tratamiento de pasajeros permanecerá cerrado, lo que conllevará la instalación de estructuras provisionales para atender la llegada de cruceristas, sin alterar la realización de las escalas programadas entre los meses de noviembre y marzo.
Las obras parten con una inversión de 1,98 millones en la que se incluye la limpieza y corrección de problemas de corrosión generados sobre los cimientos del inmueble por el efecto del agua salina, así como la incorporación de nuevos servicios. Entre ellos, se incluye, precisamente, la implantación de un punto de información para los pasajeros, o la creación de dos zonas específicas para la recogida de equipajes y la incorporación de más medidas de seguridad, como la provisión de más equipos de rayos-X para agilizar la recepción y filtraje de los pasajeros de barcos con capacidad para más de 6.000 cruceristas.
Además, se incluye la construcción de una zona de baños públicos, sobre todo, la mejora de la pasarela de comunicación (finger) entre los barcos y la terminal con el fin de poder mejorar las condiciones de embarque y desembarque de los buques turísticos que alcanzan mayores alturas, de modo que pueda aproximarse esa pasarela a las plantas más elevadas.
Además, el proyecto recoge otras actuaciones como la dotación de un servicio de videovigilancia, de un nuevo sistema de telefonía y de gestión de datos, así como medidas para mejorar la eficiencia energética del edificio, lo que incluye la instalación de placas solares en su cubierta como medida encaminada hacia la sostenibilidad y la autosuficiencia del edificio. Por último, en una fase posterior, incluso se aspira a dotar a la terminal de un servicio de restauración que facilite las esperas para pasajeros o acompañantes antes de subir a bordo de sus respectivos barcos.
