ALICANTE. La Mancomunidad de l'Alacantí aborda una primera reformulación de su funcionamiento interno para satisfacer, entre otras, la racionalización del gasto solicitada desde el Ayuntamiento de Alicante. Los representantes del órgano supramunicipal han acordado este jueves, en una reunión a la que ha asistido el director General de Administración Local, Toni Such, la búsqueda de una nueva sede física, en dependencias de titularidad pública situadas en alguno de los municipios mancomunados todavía por determinar: Sant Joan, San Vicente, El Campello, Mutxamel o Alicante.
Esa decisión permitirá un ahorro próximo a los 60.000 euros en concepto de gasto en alquiler por las oficinas actuales, situadas en la Casa Carbonell de la ciudad de Alicante. En esta línea, se ha instado a los diferentes representantes de la mancomunidad para que efectúen propuestas que permitan decidir en breve el destino de la nueva sede. Al margen del ahorro que supondrá para las arcas del organismo, la medida se ha considerado como un elemento descentralizador, que contribuirá a una mayor implicación de los municipios miembros.
En la reunión han participado el presidente del organismo y también alcalde de Sant Joan, Jaime Albero, y su homólogo de Alicante, Gabriel Echávarri. Ambos primeros ediles han expresado su satisfacción por el resultado de la reunión y las medidas acordadas durante el encuentro.
Entre ellas, a propuesta de Echávarri, se ha aprobado aumentar el presupuesto dedicado a actuaciones en municipios de la entidad, sin que suponga un incremento de las cuotas que las distintas localidades aportan a la Mancomunidad; estableciendo para ello una serie de medidas de ahorro y también un aumento del crédito percibido por la Mancomunidad a través de la Generalitat. El ahorro generado por esas decisiones servirá, entre otras actuaciones, para reforzar la desratización y desinsectación en todas las localidades pertenecientes a la Mancomunidad de l'Alacantí a partir de 2018.