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HISTORIA DE FOGUERES

Gastón Castelló y las Hogueras de San Juan

Construyó 32 hogueras y ha sido uno de los artistas más premiados con 10 primeros premios, 6 segundos y 2 terceros. A su arte se le denominó estilo alicantino por su personalidad propia y por una manera particular de hacer los monumentos fogueriles

16/06/2023 - 

ALICANTE. Creció artísticamente con las fiestas de las Hogueras de San Juan, y estas, con Gastón Castelló. Aprovechó la oportunidad que le dio el destino. Las Hogueras de San Juan nacieron en Alicante a partir de marzo de 1928, ideadas por José María Py, influenciado por las Fallas de València. Estaba convencido, además, de la necesidad de tener en la capital alicantina unas fiestas mayores que fueran motor del turismo local.

Cuando supo de la nueva creación de esta fiesta, Castelló —que estaba estudiando en París— no dudó en dejarlo todo para volver a su ciudad natal. En Alicante aprendió pronto cómo emprender y representar la realidad en los monumentos fogueriles con su talento desde el color y el humor. Tuvo una gran sensibilidad artística para representar con maestría este arte efímero.

«La fiesta de Hogueras estará siempre en deuda con Gastón. Es de los creadores que más han aportado a la fiesta. Construyó treinta y dos hogueras, primero en colaboración, luego en solitario, y una más realizada de forma colectiva (Plaza del Puente, 1944). Ha sido uno de los artistas más premiados —junto con Ramón Marco—, con diez primeros premios, seis segundos y dos terceros. Dotó a los monumentos de una forma, de un estilo, manera o expresión, que conectó enseguida con el gusto popular», palabras recogidas en la biografía Gastón Castelló y las Hogueras de San Juan 1928-2002, de Agustín Medina Ramos y Santiago Linares Albert.

A su vez, Castelló fue presidente de la Gestora durante cinco años, delegado artístico, jurado de la Bellesa del Foc, de hogueras y de barracas, dos veces pregonero o colaborador de llibrets. Hacía de todo.

Gastón Castelló con miembros de la Hoguera Benalúa (1928).

Permita aquí, antes de proseguir, añadir algunos datos de Gastón Castelló que tienen que ver con su relación con las Hogueras. Nació en Alicante el 3 de noviembre de 1901 en la fábrica de conservas Las Palmas donde trabajaba su padre como director mecánico. «Mi padre —cuenta Castelló— dotó a esta empresa de máquinas de su invención y para ella trabajó durante cuarenta años hasta que se jubiló. Esto aconteció en 1928, precisamente el primer año de Hogueras y también en el de mi colaboración en la fiesta». Es importante este apunte sobre su padre y su profesión, en breve verá por qué.

En su barrio de Benalúa le nombraron vocal de la comisión fogueril porque era pintor. Sin tener muy clara la técnica a aplicar en el proceso creativo de su hoguera, se puso en contacto con Marced Furió, pintor jonense que vivía en Valencia porque sabía de los trabajos falleros. Vino a Alicante y se puso al servicio de Castelló. Con la colaboración de Juan Such hicieron lo que fue la afamada hoguera del tranvía, titulada Parada y fonda.

Las demás comisiones también emplearon a artistas locales como el pintor Heliodoro Guillén, el escultor Adrián Carrillo o el dibujante Lorenzo Aguirre. Ese primer año se plantaron nueve monumentos durante los días 23 y 24 de junio. Los premios fueron, el primero, para Benalúa, con Parada y fonda, en la que participaba Gastón Castelló; el segundo, para Plaza de Isabel II, con la hoguera Les presidencies de Torrejón, de Lorenzo Aguirre; el tercero, para Plaza Chapí, junto al Teatro Principal, con el título El tío Cuc y el Cuquet en globo, de Heliodoro Guillén.

Gastón Castelló prometía. Se le abría un amplio horizonte de oportunidades para manifestar sus sensaciones con su arte. Se había iniciado un proceso festero imparable. Al año siguiente ya se plantaron veinte hogueras frente a las nueve del año anterior.

Con los años Gastón Castelló fue mejorando su estilo, influenciando a los demás artistas. Inicialmente las cabezas de los ninots eran de cera valenciana, pero el sol de junio las derretía. Las cambió por cartón. Igualmente, los vestidos de tela se sustituyeron por papel. Incluso algunas de sus figuras tenían movimiento, gracias a los consejos mecánicos de su padre.

Estas modificaciones se produjeron en la hoguera del distrito de Benito Pérez Galdós en 1930 —que Gastón realizó en solitario— con el título Els sinc sentits de Alacant. Por estos cambios, la prensa local lo calificó de revolucionario fogueril. Recibió el segundo premio.

Hay muchas más anécdotas de cómo las Hogueras de San Juan iban evolucionando; como las figuras estilizadas de Castelló, que se fueron imponiendo en las demás hogueras. Se le llamó el estilo alicantino para distinguirlo del valenciano. Le dieron así una personalidad propia, una manera particular de hacer los monumentos fogueriles.

Hay mucho más que contar de Gastón Castelló y de las Hogueras de San Juan, pero eso será en otra ocasión.

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