ELCHE. Dos ediciones sacrificadas por la pandemia después, la gran feria sobre el sector de los componentes del calzado vuelve a la Institución Ferial Alicantina (IFA) con la 46 edición de Futurmoda. Con un total de 215 expositores representando a 280 firmas y con más de 3.000 visitas confirmadas, una cifra muy cercana a la última edición de marzo de 2020, con 3.105 profesionales del sector. Lo que supone que falta alrededor de un 75% de recuperación de lo que era el certamen en octubre de 2019, señala el presidente de la Asociación Española de Componentes (AEC), Manuel Román. Aunque desde el sector se aborda con optimismo y se palpan ganas de nuevo de la feria, hay un telón de fondo que preocupa como en otros sectores: el encarecimiento de las materias primas, su transporte y el alto precio de la factura de la luz.
A este respecto, al igual que otros sectores productivos, se han ido solapando unos problemas con otros. Además de los derivados de la pandemia, se suman los aranceles de EEUU al sector del calzado como reprimenda por la tasa Google, por lo que la incertidumbre a la hora de exportar al mencionado país ha arrastrado también a esta industria auxiliar. Al Brexit y los problemas para el comercio por las aduanas también se suma la problemática del tránsito terrestre, "lo que supone pérdida de competitividad", señalaba Román. Pero por encima de todo está la crisis energética por la subida brutal de la luz. "Hemos pasado de una caída de la demanda muy fuerte por el confinamiento a una caída de la oferta de la materia prima", porque ha llevado al encarecimiento del transporte o su carencia. El coste se ha multiplicado por diez, "lo que antes valía 2.000 euros ahora vale 20.000 euros con una cola que ha pasado de 2-3 meses a 6 meses, con un pedido con el que no se puede negociar: esto es lo que hay", explica, en referencia a los contenedores de cuarenta pies. Unos precios de portes que a su vez se trasladan al precio del calzado.
Algo que está afectando a la mayoría de la industria, con unas expectativas de crecimiento tras lo peor de la pandemia que se chocan con la dificultad para cubrir sus demandas porque está habiendo problemas en los países que exportan estas materias primas. Como ejemplo, hierro, cobre o productos químicos a los que el sector está expuesto. "Es un caos en ese aspecto", señala Román, explicando que las empresas de manufactoras o semielaborados que exportaban o se utilizaban para culminar productos, se deslocalizaron a África o Asia hace dos y tres décadas. Primero en España y después en Italia. Precisamente China, uno de los países que más influye en esta situación, está cerrando fábricas o sufren cortes de energía para reducir sus emisiones, lo que tiene el reflejo directo en la cadena de producción internacional: a veces no hay materia prima. Algo que puede afectar a las empresas del textil o las que trabajan con poliuretanos o los termoplásticos con los que se fabrican las suelas. Hay capacidad de fabricar zapatos pero no de la materia prima con la que se fabrican.
En cualquier caso, el presidente de Futurmoda, José Antonio Ibarra, asevera que hay "más ilusión" entre el sector, empresas y profesionales, porque hay ganas de volver a reactivarse después de "una travesía por el desierto más larga de lo esperado" en referencia a la pandemia. En esta edición habrá presencia de España, Italia, Austria, Rumanía, Francia y Portugal; en definitiva, países europeos. Faltan países habituales del norte de África como Marruecos, así como otros de Asia/Pacífico u otros como Turquía están intentando reactivar su propia industria. Todo en un contexto marcado también por la situación geopolítica que ha hecho que prefieran centrarse en una estrategia interna.
Asimismo, desde el sector afirman estar en una facturación a un 19% de volver a los niveles precovid y esperan que esta feria sirva de espoleta para recuperar la normalidad. Al tiempo, están también promoviendo la participación de las firmas en los fondos Next Generation EU para absorber recursos que permitan reflotar sus economías, sea a través del Plan de Resiliencia del Gobierno o de otras estrategias autonómicas en las que puedan tener cabida. Precisamente también en línea con el objetivo del programa europeo, en el evento destacará todo lo que tiene que ver con los nuevos materiales y los productos centrados en la sostenibilidad, modelos regenerativos, reciclado... También entre los foros se contará con la participación de certificadoras para asesorar en este asunto.
Desde la feria y AEC esperan recuperar la normalidad total en la edición de marzo de 2022. Esta edición servirá a modo de transición, ya que aún hay algunas restricciones con el aforo, por lo que explicaba el director general de AEC, Álvaro Sánchez, hay firmas que no han podido inscribirse, porque había más demanda. Algo que muestra esa tendencia positiva que mencionan y que se pudo ver también en la feria Lineapelle de Milán. De hecho, confían en que sean más de los 3.000 asistentes confirmados los que se den cita el 20 y 21 de este mes en el recinto ferial.