ciudadana / OPINIÓN

Fuego cruzado

3/03/2019 - 

Estimado lectores, por si no lo habían notado, estamos en campaña electoral y corre fuego amigo. En Elche estamos entretenidos con dos asuntos que han levantado polémica. Uno es el uso de un vídeo de la página institucional del candidato socialista, Carlos González. El otro asunto refiere al proyecto de un auditorio prometido por el Presidente de la Diputación y el alcaldable Pablo Ruz, para la ciudad de las palmeras.

En cuanto al primer tema, la que es compañera de Corporación del Alcalde, Mireia Mollà, ha salido muy enfadada porque el todavía alcalde ha usado un vídeo con imágenes de la página turística del ayuntamiento de Elche para su campaña electoral. Y es que ella es la responsable de turismo de la ciudad hasta que no se disuelva la Corporación, por tanto se considera “dueña” de la página. Siguiendo esta interpretación tan restrictiva tampoco se podía haber hecho el vídeo en el parque municipal, o en la Glorieta, porque también son espacios públicos cuyo propietario no es el alcaldable. Si no estuviéramos en pre-campaña posiblemente el vídeo no tuviera relevancia pero ya se sabe que en periodo electoral hay que andar con pies de plomo.

En cuanto al segundo tema, me parece que la polémica si es más relevante. Resulta que fue Pablo Ruz, el primero que anunció el proyecto de auditorio para la ciudad hace casi un año, en una convención del partido y estaba consensuado con el Presidente de la Diputación, que es la institución que piensa o -pensaba-gastarse los dineros.

Después del anuncio, Cesar Sánchez solicitó terrenos al alcalde de la ciudad para licitar las obras. El proyecto que estaba en la mente de PP (Diputación y candidato a la alcaldía), era ubicarlo en la zona de Candalix, un lugar emblemático que conecta con el centro histórico, Universidad, UNED, Estación de autobuses y Renfe, y con espacio suficiente para ubicar aparcamientos. A juicio de muchos sería un relanzamiento de la ciudad que desde hace tiempo tiene su centro muerto. Pero la propuesta del equipo de gobierno fue la de ofrecer un proyecto que estaba en los cajones desde el año 2010 y que tiene previsto el emplazamiento en el barrio de Carrús. Se alega que puede dar un impulso a esta zona, ahora que se ha sabido que es uno de los barrios más pobres de España.

La ubicación de entrada, alerta de problemas de acceso por el tráfico que tiene esa ubicación, además de que provocaría embotellamientos y no sería un buen emplazamiento para favorecer la visita a la ciudad de los congresistas o futuros turistas que se pudieran desplazar hasta el proyectado auditorio. Para colmo, la empresa que en su día ganó el concurso de ideas y que alega tener derecho a la ejecución del proyecto ha salido diciendo que si no lo hacen ellos, reclamarán el lucro cesante y pedirán indemnización. Me veo que si no hay entendimiento entre ambas instituciones, nacerá otro “marrón” como el del Mercado central o el Hotel de Arenales del Sol, proyectos que nacen al calor de las elecciones y después si te dije, no me acuerdo. Las promesas que se anuncian a final del mandato sino se consensuan pueden quedar en palabras huecas. Los intereses electorales no deben estar por encima de los intereses de la ciudad. El auditorio que puede ser un estupendo revulsivo a la ciudad, y suponer la inversión más importante de los últimos años, a lo mejor queda en saco roto por falta de acuerdo acerca del emplazamiento y por ver quien se lleva el gato al agua.

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