VALÈNCIA. Ford Motor no reaccionó ayer en Wall Street al anuncio de que la factoría valenciana de Almussafes se ha impuesto a su homóloga alemana de Saarlouis en la adjudicación de los nuevos modelos eléctricos de la firma del óvalo. Y son precisamente esos vehículos sobre los que pivota la nueva hoja de ruta de la multinacional automovilística, que lejos de ganarse la confianza del mercado ve como sus acciones siguen corrigiendo en la bolsa neoyorquina.
"Estamos comprometidos a construir un negocio vibrante y sostenible en Europa como parte de nuestro plan Ford +, y eso requiere enfoque y tomar decisiones difíciles. La industria automotriz europea es extremadamente competitiva, por lo que para prosperar y crecer nunca podemos conformarnos con productos menos que increíblemente excelentes a través de un equipo con mucho talento y muy motivado". Son palabras de William (Bill) Clay Ford Jr., primer ejecutivo de la corporación con sede en Detroit (Michigan), recogidas en el comunicado del anuncio de la victoria de la planta valenciana.
"Estamos acelerando nuestra transformación en Europa, reimaginando la forma en que hacemos negocios y construyendo un futuro donde los vehículos eléctricos y la experiencia del cliente van de la mano con la protección de nuestro planeta", señalaba en la misma Stuart Rowley, presidente de Ford Europa. "Traer nuestra nueva arquitectura de vehículos eléctricos a València nos ayudará a construir un negocio rentable en Europa, asegurar un empleo de alto valor y aumentar la oferta de Ford", añadía.
Pero lo cierto es que desde que el pasado 14 de enero los títulos del gigante automovilístico despidieran la sesión en sus máximos históricos (25,19 dólares por título o 23,90 euros al cambio), la caída es del 53,37% como se puede observar en el gráfico superior de YahooFinance. Un porcentaje que se reduce ligeramente hasta el 43,81% que se deja este año, tomando los primeros compases de la jornada de ayer miércoles. Tamaña caída representa unas pérdidas latentes de 34.701 millones de euros. O lo que es lo mismo: casi la capitalización conjunta de las doce cotizadas del Ibex 35 con menor valor. Casi nada.
Ford capitaliza actualmente en el parqué americano por unos 44.500 millones de euros. De este modo se situaría en el cuarto puesto del barómetro de la renta variable española por detrás de Inditex (67.787 millones de euros), Iberdrola (60.874 millones) y Banco Santander (47.911 millones). Y todo ello pese al mal tono actual, que contrasta con la fuerte subida del pasado ejercicio cuando se disparó casi un 137% en la bolsa neoyorquina.
Sin embargo, según datos consultados por este diario de MarketScreener, los analistas confían en Ford y la ven más cara en bolsa. De hecho, el precio objetivo medio de los 24 que la cubren es de 18,20 dólares (17,26 euros), es decir, un potencial de subida de prácticamente un 56%. Y hablamos de expertos de firmas tan reputadas como Berenberg, Citigroup, Goldman Sachs, Morgan Stanley y, entre otras, Wells Fargo.
A finales del mes que viene Ford presentará sus resultados semestrales con la vista puesta en remontar el vuelo. Entre enero y marzo pasado perdió unos 2.952 millones de euros frente a los 3.097 millones que ganó en el mismo periodo de 2021. La multinacional automovilística achacó buena parte de tal deterioro en las cuentas a su inversión en la marca de coches eléctricos Rivian Automotive, que llegó a rondar el 12% y que se redujo al 9,7% actual hace poco más de un mes al vender un paquete de 8 millones de acciones.
La empresa emergente de movilidad eléctrica debutó en el mercado electrónico estadounidense del Nasdaq el pasado 10 de noviembre a 78 dólares/acción (74 euros), llegando a dispararse seis días después hasta los 172 dólares (163,2 euros). Sin embargo, desde ahí sufrió un durísimo castigo, que se fue acentuando a lo largo del primer trimestre de 2022, y a día de hoy cotiza en mínimos históricos: sobre los 28,5 'billetes verdes' (27 euros). O lo que es lo mismo: un batacazo del 83,4% desde aquellos máximos.
Emili Tena, analista de Investing.com, ya advertía en este diario en aquellos días sobre la 'fiesta alcista' que estaba viviendo Rivian Automotive. Lo hacía recordando "la famosa frase de Alan Greenspan que pronunció en diciembre del 1996 sobre la exuberancia irracional de los mercados, alertando sobre la burbuja que se estaba creando. Y en este sentido recordaba que Rivian había vendido hasta entonces apenas 156 vehículos y, pese a ello, superaba en capitalización bursátil a Volkswagen.
Pero volviendo a los resultados de Ford del primer trimestre, su consejero delegado Jim Farley explicó que están atajando los problemas en las cadenas de suministro para llevar más vehículos a más clientes "tan rápido como sea posible". La multinacional del óvalo facturó un 4,84% menos en dicho periodo hasta los 32.746 millones de euros. De cara al cierre de 2022, la compañía anticipa un beneficio operativo ajustado de entre 10.926 y 11.877 millones de euros; mientras prevé un flujo de caja libre ajustado entre 5.225 y 6.175 millones.