MADRID (EP). La escudería Ferrari ha presentado este martes en el Teatro Romolo Valli de Reggio Emilia (Italia) el nuevo SF1000, el monoplaza para la próxima temporada del Mundial de Fórmula 1 con el que el alemán Sebastian Vettel y el monegasco Charles Leclerc tratarán de poner fin a la hegemonía de Mercedes.
La localidad italiana, elegida por la 'Scuderia' porque allí fue donde nació hace 223 años la 'Tricolore', la bandera que adoptó la Italia unificada, acogió la presentación del nuevo vehículo, en un acto en el que los integrantes del equipo estuvieron arropados por cientos de 'tifosi'.
Una vez más, el rojo mate, combinado con detalles en negro, será protagonista en el monoplaza número 66 de Ferrari, que debe su nombre a los 1.000 Grandes Premios que cumplirá este año la escudería en la Fórmula 1 -en el Gran Premio de Canadá, siempre y cuando se celebre previamente la cita de China y no sea suspendida por el brote de coronavirus-.
La zona trasera es la que presenta más cambios con respecto al SF90 de 2019; es mucho más estrecha y deja entrever novedades en la tapa del motor, de donde parte una especie de aleta de tiburón que corona el coche.
Además, los dorsales, bordeados en blanco, recuerdan a los diseños de finales de los setenta y principios de los ochenta con los que formaron el sudafricano Jody Scheckter y el canadiense Gilles Villeneuve.
Con él, Vettel y Leclerc tratarán de acabar con la sequía del 'Cavallino Rampante', que no celebra un título de Constructores desde 2008 y que no corona a uno de sus pilotos como campeón del mundo desde que lo lograra el finlandés Kimi Raikkonen en 2007.
El jefe del equipo Ferrari, Mattia Binotto, destacó que han puesto todo su "compromiso, esfuerzo y pasión" en la fabricación del nuevo coche, cuyo diseño definitivo no se verá hasta los test de Montmeló de la próxima semana. "Debemos crecer, centrarnos en la fiabilidad y en trabajar a largo plazo, dado que el proyecto de 2021 ya ha comenzado intensamente", señaló.