VALÈNCIA (EP). La Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval) solicita para este 2023 una mayor agilidad en los trámites burocráticos y que las empresas del sector no se vean "sometidas a más cargas impositivas cuando los vientos no son favorables". "En esos momentos nunca se plantea gestionar mejor la administración, sino que la solución rápida pasa por apretarnos aún más el cinturón a las empresas y personas autónomas", lamenta.
Su presidente, Vicente Lafuente, lanza un mensaje a la clase política para que "aparquen su encrespada actitud porque a lo único que aboca es al más absoluto fracaso como sociedad". Desea así que este año "gane el sentido común en las urnas" y pide a los partidos llamados a gobernar "que no nos llenen la cabeza de pájaros y que atinen en sus promesas electorales, las cumplan y las mantengan sin dar un paso atrás en todo lo conseguido".
En general, la federación confía en que este año "se vuelva a la tan ansiada normalidad porque, aunque el horizonte se presenta con claroscuros, las perspectivas empresariales son positivas siempre y cuando se tracen las vías adecuadas".
También desea que 2023 sea el año del reconocimiento del metal como sector estratégico de futuro, para lo que seguirá defendiendo "incansablemente" que no se ponga en entredicho el papel que cumplen sus empresas como generadoras del Estado del bienestar. "Si algo queremos es que a la industria, comercio y servicios del metal nos dejen trabajar y la clave para sobrevivir y avanzar en este contexto está en anticiparse y no ponernos trabas", reivindica.
Femeval confía en que el diálogo social lleve a buen puerto la negociación de los convenios colectivos que afectan a la industria y al comercio del metal, una labor en la que garantiza que sabrá "estar a la altura" de lo que necesitan sus empresas.
Otro de sus deseos es ver cómo los precios energéticos dan tregua, que su industria se afiance como un modelo de crecimiento sostenible y seguir apostando por la formación como herramienta de cualificación profesional para cubrir las demandas de un mercado laboral en el que las empresas del metal necesitan cada vez más esos perfiles. Además, pide avances en igualdad real, trabajo saludable y gestión empresarial orientada a las personas.