Feliz 2025

Durante el año que dejamos, he estado escribiendo esta columna en la que he intentado explicar el tipo de política que representa Mazón y su gobierno, cómo ejercen desde el marketing y la mentira permanente, sin abordar más gestión que la necesaria para eliminar la seguridad en la protección medioambiental. Un gobierno de opacidad, sin mayor proyecto que favorecer a unos pocos, en detrimento de la mayoría.

Y llegó la Dana y se puso en evidencia el drama de desgobierno y cómo aquellos que tenían que tomar decisiones ni estaban, ni eran capaces, ni tenían voluntad de reaccionar ante tamaña catástrofe.

El pueblo se ha manifestado ya en tres ocasiones, miles de personas de diferentes ideologías pidiendo la dimisión de un líder mentiroso y nefasto, que no tiene nada que ofrecer para solventar la situación.

Dirige un gobierno de incapaces, dedicado en su mayoría a criticar al gobierno central, obviando que sigue siendo el gobierno autonómico quien tiene el mando y, por tanto, debe dirigir la recuperación, generando desafección política como un coste que están dispuestos a pagar, pues prefieren que la gente piense que todos los políticos son ineptos y no solo ellos, que lo son en demasía. Buen ejemplo es el conseller de Educación, que prefiere atacar al personal docente antes que ofrecer respuestas y soluciones.

Así la vicepresidenta Camarero habla de corresponsables y es incapaz de contestar a las preguntas de la prensa sobre la ausencia de Mazón, pero sí sabe atacar a la oposición y al gobierno central con mentiras y manipulación desde el odio; el Vicepresidente Gan Pampols, conferenciante sin funciones ni agenda, nos descubre que aún no se ha reunido con el comisionado del gobierno de España para la recuperación y yo me pregunto ¿pero lo ha intentado?; los municipios afectados siguen sin ser escuchados pero les han ofrecido que manden un mail; los familiares de los desaparecidos no reciben ni una llamada del Consell; las campas siguen llenas de coches con el riesgo de incendio que implica; sótanos y garajes siguen inundados de barro y lodo; colegios apuntalados; y las ayudas sencillamente no llegan… ¿Y dónde está Mazón? En Alicante, visitando obras.

Hace dos meses la vida se paralizó para miles de personas, una terrible Dana puso en evidencia a qué se dedicaba el gobierno de Mazón. Y eso no se puede ni debe olvidar, porque no es una casualidad, es una forma de gobernar que nos lleva al desastre.

El año ha finalizado y aún no sabemos ni dónde estaba el 'president' de la Generalitat en el peor momento, ni si sabía qué estaba ocurriendo (él afirma que sí que estaba informado), y si lo sabía por qué no reaccionó hasta pasadas siete horas, cuando ya era demasiado tarde para todos.

Su manera de hacer política, vendiendo un personaje a través de vídeos grabados y editados por su equipo, sea comiendo papas o entregando unas llaves como si se tratara de un agente inmobiliario, pendientes de la propaganda política y no de la gestión, evidencian su personalismo y falta de empatía, además de la falta de respeto por las normas.

Así, día sí y día también, vulnera la Ley valenciana de Publicidad para el Interés Ciudadano y la Concepción colectiva de las Infraestructuras Públicas, que aprobamos en el 2018 con el fin de evitar ese tipo de comportamientos, en los que se utiliza el dinero público para la propaganda personalista o de partido. Veremos qué dice al respecto la Agencia Antifraude, cuya ley modificaron para colocar como director a una persona afín a su partido.

En conjunto ha sido un año especialmente malo en términos democráticos para nuestra Comunidad, con cambios normativos de desregulación y desprotección del territorio, de ensalzamiento de la dictadura franquista, de derogación de normas de transparencia e incompatibilidades, de ataque a la educación pública, de desmantelamiento de servicios públicos de inclusión social, de asfixia a la cultura, de propaganda y mentiras sin fin, incluso con una Dana que nos ha arrasado la tierra y los corazones.

El año 2025 seguiremos reivindicando otra manera de hacer política, desde la escucha y el acompañamiento, desde el amor por esta tierra, desde el respeto, el diálogo y la honestidad.

227 personas no dan la bienvenida al nuevo año. No los olvidemos.