OPORTO (EFE). Familiares, compañeros y aficionados se acercaron hoy al hospital de Oporto en el que está ingresado Iker Casillas para arropar y mostrarle su apoyo al guardameta español, que se recupera del infarto que sufrió el miércoles cuando se entrenaba con el Oporto.
El problema de salud del portero español ha despertado un gran interés en España y Portugal, patente en los numerosos medios de ambos países que permanecen instalados a la entrada del centro médico para conocer las últimas noticias sobre el jugador.
La esposa del futbolista, la periodista española Sara Carbonero, fue una de las más seguidas por las cámaras esta tarde, cuando volvió al Hospital CUF acompañada de los hijos de la pareja -Martín, de 5 años, y Lucas, de 2-, para que pudiesen visitar a su padre.
"Está muy bien, está todo muy bien. No puedo decir más, lo dirá él cuando salga, pero va todo muy bien. Está tranquilo", dijo Carbonero a la prensa a su entrada al garaje del hospital, al que llegó montada en un todoterreno, y explicó que todavía no sabe cuánto tiempo tendrá que permanecer ingresado: "Unos días, hasta que los médicos digan. Está bien, controlado. Voy con los niños, que quieren ver a su papá"".
Las noticias sobre su estado de salud han sido escasas este jueves, cuando la única información oficial que ha trascendido fue la facilitada por el Oporto en un comunicado, en el que aseguró que Casillas evoluciona favorablemente y sin complicaciones.
Por delante de las cámaras también pasaron esta tarde los españoles Adrián López y Óliver Torres, compañeros de Casillas en los "dragones", aunque apenas quisieron hablar con los medios.
Torres, que se limitó a decir que "todo está bien", ya había visitado al cancerbero el miércoles, cuando estuvieron en la clínica otros compañeros de vestuario como el uruguayo Maxi Pereira e incluso el ex del Oporto Alberto Bueno, que ahora milita en el otro equipo de la ciudad, el Boavista.
Por la salud del jugador se interesó además el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que habló con él por teléfono, según confirmaron a EFE fuentes de Presidencia lusa.
"Estaba de muy buen humor, muy animado", dijeron las fuentes, que explicaron que Casillas "estaba muy contento de hablar con el presidente y le agradeció mucho la llamada".
Es una prueba más del enorme seguimiento que está teniendo el problema de salud del portero en Portugal, donde en sus casi cuatro años como jugador del Oporto se ha ganado el cariño de la afición.
Algunos seguidores del club quisieron incluso acercarse al hospital para demostrárselo, como fue el caso de Lourdes Lourenço, Maria Manuel y Branca Camanho.
Estas tres aficionadas sorprendieron a media mañana a los periodistas que estaban a la entrada de la clínica ataviadas con las bufandas del Oporto, cantando el himno y lanzando mensajes de ánimo para el cancerbero español.
"Vinimos aquí para apoyar a Iker Casillas. Fuerza Casillas, Oporto está contigo", gritaron, rodeadas de cámaras.
Otros portugueses que tuvieron que pasar este jueves por el hospital por motivos personales aprovecharon su visita para desear una pronta recuperación al español.
Fue el caso de José Rodrigues, seguidor del Oporto, que en declaraciones a EFE le deseó "que se recupere lo más rápido posible y que tenga una vida muy larga".
"Fue el mejor portero del mundo y espero que regrese y continúe con la buena forma en la que estaba", señaló.
Francisco Santiago, también simpatizante de los "dragones", aseguró a EFE que la afición cuenta con él, "aunque lo más importante ahora es su salud".
"Que se recupere lo antes posible", manifestó Santiago, un deseo compartido por otra seguidora, Maria do Ceu Lima, que consideró en declaraciones a EFE a la entrada del hospital que "es un buen portero, muy profesional".
"Espero que se recupere pronto y que se quede con nosotros mucho tiempo", concluyó.
Por ahora, se desconoce cuánto tiempo tendrá que permanecer Casillas ingresado, aunque se espera que sean varios días.
Sobre su futuro en el fútbol profesional, Nélson Puga, médico del Oporto que también le visitó este jueves, manifestó ayer que todavía es pronto para hablar de ello.
"Dependerá de la medicación necesaria, de la evaluación que tendrá que ser hecha no solo en situaciones de reposo sino también de estrés como el ejercicio físico y también de la voluntad que tenga en continuar", señaló.