Como sabe, este año se lo dedicamos a Sempere (1923-1985). Eusebio es su nombre. Ese alicantino que nació en Onil y es conocido en el mundo entero por su obra y su generosidad. Este artista es del que se olvidó Ximo Puig como presidente de la Generalitat y del que debería Carlos Mazón rescatar del olvido. Tuvimos a un genio entre nosotros y la administración autonómica valenciana se ha olvidado de él. No así, el Ayuntamiento de Alicante que para homenajearlo ha tenido a bien organizar el centenario de su nacimiento con otra manifestación artística, la danza, el próximo 24 de septiembre en el Teatro Principal que celebrará, además, el 176 aniversario del propio coliseo. Antonio Manresa, siendo concejal de Cultura del Ayuntamiento de la capital alicantina en la anterior legislatura, puso las bases de este evento tan merecido.
Los inicios artísticos de Eusebio Sempere se realizaron en su pueblo natal pintando paisajes, retratos y anatomía de los cadáveres del hospital local. Después de sus primeros estudios académicos, se matriculó en Bellas Artes en Valencia. Posteriormente, fue a París. Su ambiente cosmopolita y libertario le abrió muchas puertas y le permitió moverse por diversos ambientes artísticos. Luego marchó a Madrid y se relacionó con los artistas más innovadores. Era tímido, pero también curioso, no hacía ascos a nada que le llamara la atención. Se le considera un pintor, escultor y artista gráfico representativo de la corriente creativa arte cinético por medio del cual sus obras tienen movimiento perceptible por el espectador o que depende del movimiento para tener un efecto especial.
Eusebio Sempere dejó mucha huella en la ciudad de Alicante. Sólo tiene que fijarse. Si me lo permite, le voy a ayudar a observar y a descubrir desde dónde su obra forma parte de nuestra vida cotidiana. Acompáñeme en este apasionante paseo urbano. Quizá le descubra alguna cosa que no sepa, quizá se dé cuenta de la joya que tiene bajo sus pies o le despierte la curiosidad de saber más de Sempere en este recorrido artístico.
Vamos, que hay mucho y bueno que contarle. Empiezo este recorrido por lo fácil, con el reconocimiento por donar a Alicante buena parte de su abundante colección de arte contemporáneo, además de muchas de sus obras, origen del actual Museo de Arte Contemporáneo (MACA). Un museo vivo con diversas donaciones de artistas contemporáneos, que le invito a visitar, en especial en esta ocasión las salas dedicadas a Sempere. Vaya sin prisas, mire con detenimiento, observe la luz, el movimiento de estas obras de arte tan singulares.
Sempere fue una estrella del arte abstracto y por serlo lo dejó plasmado en una de sus esculturas instalada en una plaza singular, de las más concurridas de la ciudad, la de la Estrella. La escultura, la fuente a sus pies, el movimiento, hacen algo especial del conjunto. Antes esta escultura estuvo en medio de la plaza del Portal de Elche. Hoy se llega a ella desde la avenida Maisonnave, Salamanca, Aguilera y Oscar Esplá. Cuatro grandes de la historia de Alicante que llegan a esta plaza circular para brillar como una de las que llenan el cielo en las noches claras. Es un poliedro de doce caras con los lados pentagonales de 45 centímetros. De cada una de ellas salen tubos de 3 cm de diámetro y de acero inoxidable pulido.
Muchos no conocen que una de las obras de Eusebio Sempere se puede pisar. Quizá haya paseado por allí sin saberlo. Me refiero al pavimento del paseo de la avenida Oscar Esplá. Se ve mejor desde arriba, desde la terraza de uno de los pisos aledaños, o desde un dron, pero en tierra también se vislumbra esta curiosa obra de arte. Es un diseño geométrico sencillo, pero de gran impacto visual.
Hay más. En la antigua terminal del aeropuerto de Alicante hay un mural de Eusebio Sempere, una gran superficie de 80 metros de longitud compuesta por 76 bastidores de barras paralelas que conforman 38 rejas con diferentes composiciones geométricas cada una de ellas. 34 tiene forma cuadrada, y 4 son circunferencias.
A su vez, Sempere tiene instalada una escultura, una elipse metálica, muy cerca del mar, en el cruce de la rotonda de la playa de la Albufereta. Se mezcla con la tierra y con unos juegos acuáticos donde el agua es protagonista. Sobre una minicolina, la escultura domina desde arriba con su mirada allende los mares.
En las esculturas al aire libre, Eusebio Sempere consigue unos interesantes efectos ópticos, junto con la luz que recibe, a lo que se añade el movimiento. Cada punto de vista es distinto, la luz se transmite y se transforma a través de sus formas geométricas.
Lo que pocos alicantinos saben es que Eusebio Sempere está enterrado en el Camarín de la Santa Faz, junto a la iglesia del Monasterio del mismo nombre, por expreso deseo del artista y concedido por las autoridades eclesiásticas y locales en señal de gratitud por su obra y su generosidad. Sus restos descansan cerca de otro alicantino, el músico Óscar Esplá, a quien también se le concedió el gran honor de estar enterrado en esa iglesia Los dos, reconocidos internacionalmente, que habían recorrido medio mundo, quisieron descansar para siempre en este singular lugar sagrado tan venerado por los alicantinos.