MADRID (EFE). La selección española femenina de balonmano, vigente subcampeona del mundo, afronta el Mundial que arrancará este miércoles en España con la ilusión de regresar a un podio del que se ha visto apartado en las últimas grandes citas por culpa de su irregularidad.
Altibajos que convierten en una incógnita el rendimiento de un equipo español capaz no sólo ya de ganar un día a las mejores y al siguiente sufrir con cualquier rival, sino de alternar dentro de un mismo partido momentos de excelencia con otros plagados de errores.
Una circunstancia que impide situar a España, pese a su condición de anfitriona, entre la terna de favoritos para luchar por un Mundial, en el que las "Guerreras" se han fijado como objetivo mínimo alcanzar los cuartos de final y jugarse a un cara o cruz su acceso a la lucha por las medallas.
Para ello, el conjunto español tiene clara la receta: defensa, defensa y más defensa. La fórmula que llevó a las "Guerreras" a quedarse a un milímetro de la gloria en el pasado Mundial de Japón 2019, en el que tan sólo una polémica acción final privó a España del oro.
El precedente al que se aferran las jugadoras españolas para soñar con un podio del que se quedaron muy lejos tanto en el Europeo del año 2020 como en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Resultados que acabaron costando el puesto a Carlos Viver, que fue cesado el pasado mes de septiembre se su cargo de seleccionador para ser sustituido por el que fuera su segundo, José Ignacio Prades.
Un cambio que no ha alterado las líneas maestras del equipo español que afrontará la cita mundialista prácticamente con el mismo grupo de jugadoras que han venido conformando la selección en los dos últimos años.
Sólo las lesiones impedirán a Prades contar con habituales como la extremo Marta López, que sufrió el pasado mes de septiembre la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, y con las primeras líneas Nerea Pena y Mireya González, que lastrados por diversos problemas físicos no han podido jugar con regularidad durante la presente temporada.
Bajas que no impidieron al conjunto español dejar unas muy buenas sensaciones en el Torneo Internacional de España disputado el pasado fin de semana y en el que las "Guerreras" se impusieron a Eslovaquia,
Especialmente en defensa, donde por momentos no sólo recordó al sólido equipo que se colgó la medalla de plata en Japón, sino que cuenta con las jugadoras apropiadas para plantear distintas variantes que le permiten mantener la intensidad defensiva durante los sesenta minutos de juego.
José Ignacio Prades parece haber encontrado en la pivote Kaba Gassama y la lateral Irene Espínola, dos de las novedades con relación a los Juegos Olímpicos, los complementos perfectos en el centro de la defensa para una Lara González, a la que quiere dar un mayor protagonismo en la faceta ofensiva.
Tal y como se comprobó durante el encuentro con Alemania de la fase de preparación en el que Lara González revivió los inicios de su carrera en los que apuntaba a convertirse en una consumada cañonera.
Labores ofensivas en las que España volverá a contar a pleno rendimiento con la lateral Alexandrina Barbosa, al que una grave lesión de rodilla le impidió participar en el Europeo del año 2020 y llegar con apena rodaje a los Juegos de Tokio.
Más dudas ofrece el estado de la central Alicia Fernández a la que unas molestias le impidieron disputar ni un solo minuto durante el Torneo Internacional de España, aunque se espera que llegue a tiempo para poder disputar el Mundial.
Argumentos ofensivos y defensivos que se antojan más que suficientes para superar sin apuros una primera fase en la que España se enfrentará en la ciudad alicantina de Torrevieja con las selecciones de Argentina, China y Austria.
Algo más compleja se presupone la segunda ronda en la que las de José Ignacio Prades se cruzarán con las tres primeras clasificadas del grupo G, que integran los equipos de Croacia, Japón, Brasil y Paraguay.
Un recorrido que hace presuponer que las "Guerreras" se jugarán el billete para los cuartos de final en los encuentros que le medirán con croatas y brasileñas, dos duelos en los que España deberá evitar caer en la irregularidad si quiere hacer real el sueño de poder pelear por las medallas.