entrevista

Escif: "La etiqueta de 'street art' se ha usado para vaciar de contenido las prácticas heredadas del grafiti"

1/09/2024 - 

VALÈNCIA (EFE/Eva Batalla). El artista urbano Nacho Magro, conocido como Escif, confiesa a EFE qué hace en el paisaje urbano cuando visita una ciudad, de qué artista italiano le habría encantado diseñar la portada de uno de sus discos, qué le gusta hacer en vacaciones y qué le diría, si pudiera, a su "yo" de hace veinte años.

-¿Cómo se inició en el grafiti?

-Empecé a pintar con 16 años. Algunos de mis amigos pintaban. Imagino que me resultaba excitante la idea de salir por la noche a pintar y explorar la ciudad, descubrir lugares. Hacer cosas que a priori no podías hacer, como retar un poco el orden o la ley.

-¿Y de dónde viene el pseudónimo Escif?

-Fue fruto de una combinación de palabras que entonces me parecía sugerente. Hace mucho de aquello, así que hoy en día no es más que una historia que se mantiene por la continuidad de haber seguido con el proyecto de Escif.

-¿Cómo le sienta que le llamen 'el Banksy español'?

-Banksy es muy inspirador y ha sido un referente para mí en todo momento, con lo cual cualquier vínculo con Banksy me parece interesante, sugerente, pero lo de llamarme el 'Banksy español' me parece torpe. No solo ha sido a mí, ha sido también a otros artistas españoles. Es un lugar común en el que caen muchos periodistas. Cada artista tiene su discurso, trayectoria y manera de hacer.

-Su mención en el documental de Banksy 'Exit trough the gift shop' supuso para usted una proyección internacional, ¿cómo fue esta colaboración?

-Previamente a la película había salido un libro de Tristan Manco sobre cuadernos y libretas de artistas que trabajan en la calle y salía mi trabajo. Tristan trabajaba con Banksy y me contactaron para sacar algún fragmento en la película. A partir de ahí me han llamado en diferentes ocasiones para proyectos en los que estaba trabajando. Siempre es un lujo trabajar con él y una oportunidad porque tiene la capacidad y la infraestructura para hacer proyectos muy complejos, completamente al margen de cualquier subvención o institucionalización, por lo que tiene una libertad de trabajo que muy pocos artistas tienen.

-¿Qué opina del arte urbano, de su comercialización con rutas turísticas y 'merchandising'?

-Me parece que la etiqueta de arte urbano o 'street art' se ha utilizado para vaciar de contenido aquellas prácticas que vienen heredadas del grafiti, de construir la ciudad desde abajo, una narrativa diferente del espacio urbano e incluso cuestionar el orden de la ciudad. Cuando de repente esa parte la quitas y te quedas solo con la estética, te queda una pintura primitiva y poco desarrollada que a nivel de mercado ha generado un nicho pero en largo recorrido tiene poco fondo.

-¿En qué se inspira para sus creaciones?

-No creo en la inspiración como algo que viene de fuera sino de dentro, y tiene que ver con un estado de calma y paz interior en el que dejas que las cosas fluyan y se conecten casi por sí solas. Mi trabajo consiste en hacer relaciones o juegos de símbolos y conceptos, y esas relaciones muchas veces están ahí y cuando estás en paz contigo mismo es más fácil verlas y entenderlas.

-Un libro que recomendaría.

-Zona temporalmente autónoma, de Hakim Bey, una gran obra maestra de los últimos 30 años. Más reciente, cualquier libro de Santiago Alba Rico, un filósofo que tenemos la suerte de seguir leyendo, y 'El poder del ahora' de Eckhart Tolle, algo más espiritual, que es un retrato del ser humano en su realidad más profunda.

-¿Trabaja con música? ¿Qué le gusta escuchar?

-Trabajo con pódcast, que voy alternando. Quizás el que más escucho es 'Carne Cruda'. También 'Demócratas contra el régimen'.

-¿Quién está en los primeros puestos de su lista de Spotify?

-Lo miro. Los primeros son Franco Battiato, Leonard Cohen, Erik Satie, Karol G, Silvio Rodríguez, el pódcast 'Estirando del chicle' y Cat Power.

-Realizó la portada de 'My favourite faded fantasy', de Damien Rice, ¿qué otro disco le hubiera gustado ilustrar?

-Me hubiera encantado haber hecho una portada de Franco Battiato, uno de mis referentes musicales. Si pudiera elegir un grupo de ahora, un disco de Kiko Veneno, y sería increíble hacer una portada de un disco de Rosalía o de algún cantante de trap o reguetón, que me permitiese experimentar un poco en el lenguaje.

-La intervención de la que se siente más orgulloso.

-A nivel de grandes proyectos, la intervención en la fachada del Palais de Tokyo de París, y a otro nivel, las pequeñas intervenciones que hago en los viajes, de una manera intuitiva y espontánea con pequeños elementos en el paisaje urbano.

-¿Qué sensación tuvo cuando Netflix cubrió su mural 'La vida es otra cosa'?

-Ratificó la idea del mural y me pareció que es un reflejo de cómo funciona el sistema, que no es ni mejor ni peor, simplemente es lo que es. Los valores del mercado se anteponen a los valores culturales. Una evidencia que ya tenemos asumida. Afortunadamente CacheteJack hizo una intervención maravillosa y ahí se ha quedado. Me parece perfecto.

-¿Qué suele hacer en vacaciones? ¿Consigue desconectar de su trabajo?

-Las vacaciones son un momento perfecto para desintoxicarse, desconectar de las redes sociales, móvil y las tecnologías, romper el flujo de trabajo que durante el año es abrumador y el momento perfecto para estar más tiempo con la familia, los amigos y contigo mismo y es lo que intento hacer, por lo menos dos o tres semanas.

-¿Qué le dirías hoy al Nacho de hace veinte años?

- Le diría que no se preocupe por lo que ha vivido ni tenga miedo por lo que vendrá porque al final, en esencia, lo que es en ese momento es lo que ha sido siempre y lo que será, que no tiene nada que ver ni con la identidad que se construye ni lo que proyecta hacia los demás. Y que aprenda a aceptar la vida como un juego, con sus pequeños y grandes retos.