ALICANTE. Txema Guijarro García (Madrid, 1975) lidera la lista de Compromís-Sumar por la circunscripción de Alicante. Anteriormente, ya lo hizo con Podemos en las dos convocatorias electorales de 2019. Considerado uno de los hombres de confianza de Yolanda Díaz, es de los pocos cargos de Podemos que repite en una candidatura. Guijarro defiende el cambio social que propone la ministra de Trabajo para tener un mejor país en los próximos 10 ´0 15 años. Sostiene la infrafinanciación de la provincia de Alicante es algo histórico y que para ello propone que la provincia sea un laboratorio de pruebas en inversión para la lucha contra el cambio climático.
-¿Cuál es el objetivo de Compromís-Sumar en estas elecciones del 23 de julio?
-El objetivo de Sumar básicamente es asegurar un cambio de gobierno en el sentido progresista. Es decir, decimos que esta legislatura pasada ha sido una legislatura de resistencia, puesto que básicamente ha habido un gobierno que ha tenido que hacer frente a grandes problemas sobrevenidos y eso ha hecho que el Gobierno se haya tenido que centrar básicamente en tratar de evitar la debacle. Y yo creo que en ese sentido ha sido un gobierno eficaz en eso. Pero nosotras y nosotros no vinimos a resistir, venimos a avanzar y la propuesta de Sumar y digamos la propuesta que representa Yolanda Díaz, en ese sentido, lo que pretende es hacer una apuesta de futuro para construir un país mejor para los próximos 15 o 20 años.
"La propuesta de Yolanda Díaz, lo que pretende es hacer una apuesta de futuro para construir un país mejor para los próximos 15 ó 20 años"
Es decir, Yolanda Díaz está planteando refundar el pacto social, nada más y nada menos. Es decir, que construyamos un Estado social sobre la base del trabajo, de tal forma que el mismo permita armarnos de derechos y asegurar un sistema económico, un sistema productivo que sea capaz de alimentar ese sistema de derechos, es decir, que podamos pagar unos fondos de dependencia, que podamos pagar un fondo de pensiones, que podamos pagar, digamos todos esos servicios públicos que queremos... Y eso ahora mismo no está garantizado. Eso exige una reforma de alto calado en el Estado, una reforma que ponga de acuerdo también a muchos agentes y que mire, como digo, a la España de dentro de 15 años, quien ha demostrado tener la capacidad para llevar a cabo ese proyecto. Una ministra de Trabajo que llegó a sentar al presidente de la patronal y a los sindicatos de este país para acordar una reforma laboral que se ha demostrado es buena para todo el país- Es decir, ha habido un aumento de empleo. Se ha producido un aumento de la calidad en el empleo, se han quintuplicado los contratos indefinidos. Y en fin, ese es un poco la idea que queremos trasladar.
-El resultado de ese cambio social lo marcarán los resultados. ¿Vale con un buen resultado de sumar o tiene que haber una mayoría en el Congreso que posibilite esa ese cambio o esa consolidación de gobierno progresista?
-A ver, una mayoría progresista en el Congreso pasa por un buen resultado de Sumar. Pero ciertamente esto no es suficiente. El objetivo sobre todo es tomar el gobierno. Aquí no venimos a hacer un buen papel, no queremos quedar bien ni ni quedar estéticamente bellos. Queremos ser eficaces. Y para ser eficaz en política eso quiere decir que tienes que aspirar a tomar el gobierno. Y en ese sentido, por eso vamos.
"El objetivo es tomar el gobierno. Aquí no venimos a hacer un buen papel; queremos ser eficaces"
-En el caso de la circunscripción de Alicante, el objetivo es sacar dos diputados...
-El objetivo es sacar el mejor resultado posible. Pero, digamos, en la práctica esto tiene una traducción digamos, muy clara en esta circunscripción. Y es que nos estamos jugando un segundo escaño, que ese segundo escaño además nos lo estamos jugando con Vox y que por lo tanto sacar ese escaño tiene para nosotros un valor doble. No es solo tapar la ascendencia de de la ultraderecha, sino que es la posibilidad de llevar al Congreso de los Diputados una persona tan capaz, preparada y válida como la propia Imma Orozco.
-Visto lo que ha pasado 28M y lo que está testando ahora. ¿El gran problema es movilizar al electorado, sobre todo al que está a la izquierda del PSOE, que es un poco que en el 28M se quedó en casa?
-Desde luego ese es el gran desafío. Creo que esa lectura que haces tú del día 28M es correcta, en el sentido de que hubo, digamos, una gran abstención en lo que viene siendo nuestro espacio político y por lo tanto, pues obviamente esto implica que el objetivo prioritario es recuperar toda esa gente. No hay mayor problema en reconocerlo. Pero no es solo eso. No se trata de aspirar a recuperar lo que se perdió, se trata de tratar de generar una nueva conciencia que sea capaz de llamar también a la gente joven, digamos, a gente que no se llegó a enganchar en su momento.
"El objetivo prioritario es recuperar toda esa gente que el 28M se quedó en casa. No hay mayor problema en reconocerlo"
Yo insisto mucho en esto: si Yolanda Díaz representa un programa radical, no lo es porque grite mucho. Es radical porque trata de arreglar los problemas de raíz y trata de solucionarlos con una visión de largo plazo. Y en eso reside su radicalidad. Ahí creo que precisamente engancha con un sentimiento que existe en la izquierda española la idea de que hace falta un proyecto común, que no hemos sido capaces todavía de concretar y que, por tanto, el desafío concreto que tenemos en los próximos años precisamente es trabajar en esa línea.
-¿Te preocupa la híper movilización de la derecha y la extrema derecha?
-Desde luego que me preocupa mucho la posibilidad de que Santiago Abascal pueda ser presidente del Gobierno de mi país. Eso, desde luego, me preocupa muchísimo. Y sí, creo que la derecha está muy movilizada, pero bueno, esa ha sido una característica casi permanente de la historia de la política de España. Pero si te digo que si logramos movilizar a la izquierda, ganamos. Yo sigo pensando que este país es un país progresista, que sus gentes quieren un Estado social, quiere un Estado que les proteja y lo que están esperando es que eso se concrete en un proyecto con puntos y con programa.
"Sigo pensando que este país es un país progresista, que sus gentes quieren un Estado social, quiere un Estado que les proteja"
-Has hablado de que ha habido cambios, de cambios muy transversales para toda la población. ¿Pero en el caso de Alicante, cuál es la apuesta de Compromís-Sumar?
-Sumar trae una agenda ecologista muy fuerte y hay un compromiso. Cuando hablamos de cambio climático, en cada territorio de España eso se manifiesta de manera muy distinta. Y yo diría que en las comarcas del sur la traducción es inmediata. Esta semana he visitado Aspe y allí decíamos que el cambio climático en Aspe no es algo de ya veremos. Llevan trabajando en ese concepto desde hace más de 15 años porque lo han vivido y lo están viviendo. Entonces, se trata precisamente de encontrar, digamos, ese vector de desarrollo de las comarcas del sur, aprovechando la ventana de oportunidad que en realidad se abre con este desafío que es el cambio climático. Y ahí tiene que ver sobre todo con el desarrollo de dos grandes tipos de infraestructuras de movilidad e hídricas. Esto es una demanda, digamos, casi de décadas, o sea, la necesidad de las conexiones con el sur, todo el tema de Cercanías, en fin, la variante de Torrellano, el tren Alcoi-Xàtiva, en fin, hay una lista, digamos de infraestructuras ferroviarias por cumplir que se empezó a acumular hace ya más de 15 años y que no se termina de resolver. La agenda ecologista nos invita a potenciar esa esas políticas y sería una oportunidad para que en esta legislatura se llevaran a cabo.
En cuanto a las infraestructuras hídricas, estas comarcas tienen un problema muy serio de agua, lo tienen desde hace tiempo, lo van a tener aún mayor en el futuro. Y si el Estado no invierte lo que tiene que invertir el riesgo para estas comarcas es muy serio. No solo para las familias, sino para la propia supervivencia de las industrias. No estoy hablando de la del sector agrícola, estoy hablando del turismo o de las industrias manufactureras... Todo depende en gran medida de que seamos capaces de proporcionar a las comarcas esas grandes infraestructuras que tienen que ver además con infraestructuras del siglo 21. Tiene que ver con todo eso que no se ha hecho no en en estas comarcas desde tiempo inmemorial. Por eso creemos que la agenda ecologista es una agenda de estructuración, digamos, de un programa político para estas comarcas. Si España, a lo mejor tenemos que ser más pedagógicos cuando hablamos de cambio climático, aquí, en Alicante no, aquí la gente entiende muy bien de qué estás hablando.
-En los últimos presupuestos hubo baja inversión, se intentó enmendar. ¿Usted, que ya ha sido diputado aquí, podría decir qué falla para Alicante no tenga la influencia o el peso que tiene a la hora de hacer unos presupuestos?
-Mira, yo creo que ahí ha fallado, o ha pesado una cierta tendencia histórica, una cierta inercia histórica de abandono de las comarcas. Y ese abandono tiene que ver, yo creo, tanto con el Gobierno central como el autonómico. Es decir, esto es histórico, pues lleva pasando los últimos 30 o 40 años. Y lo que ha ocurrido, sobre todo, en este último año y seguramente también en el anterior, pues tiene mucho que ver con eso de los tres ejercicios presupuestarios que hemos tenido en esta legislatura. Yo creo que el primero fue bueno: la subida es para las comarcas del sur, llegaron hasta un 62% comparado con con el presupuesto anterior. Decíamos en aquel momento que era una buena señal. No era suficiente porque había mucho que recuperar con respecto al pasado, pero que digamos que con ese primer presupuesto, comenzábamos a caminar en esa dirección. Por desgracia, en el segundo presupuesto la desinversión llegó hasta un 30%. O sea, la reducción sobre los datos anteriores llegó hasta un 30% y a un congelamiento en las últimas de este año. Ese abandono tiene una explicación histórica. Ahora de lo que se trata es de poner en el centro de de la mesa la importancia de este territorio para articular una salida económica a todo el país. Aquí se concentran muchas de las características con las que viene trabajando la economía, no solo la economía valenciana, la economía española en su conjunto. Por lo tanto, este debería ser el laboratorio de pruebas más importante que tuviera el Estado español para trabajar sobre esas políticas climáticas. Y en ese sentido creo que nuestra tarea consiste en hacer ver al resto de España, en Madrid, al futuro Congreso de los Diputados, la importancia de aprovechar esas características que tienen estas comarcas precisamente para que sirvan de faro y guía a otras muchas que vendrán detrás.
-El trasvase Tajo-Segura sale todas las campañas electorales. Se habla de su inversión y sus alternativas. ¿Ves eso factible? Es decir, ¿se podrá mantener el trasvase aunque sea en mínimos y tener una alternativa?
-La alternativa la necesitamos sí o sí. Y esa es la vía por la que hay que trabajar. De lo que se trata es de asegurar que tenemos alternativas precisamente para que nos alcance el agua. Las cuencas de los ríos españoles en los últimos diez años han perdido un 15% de su caudal. En las cabeceras llega el 20%. Esto es una realidad objetiva. Esto no es Pedro Sánchez ni Yolanda Díaz queriendo manipular datos. Cualquier agricultor sabe que el nivel hídrico se ha venido reduciendo y que por lo tanto, las cuencas hidrográficas españolas tienen que ser complementadas con tecnología adicional porque sencillamente no dan para alimentar a la agricultura que tenemos.
"La alternativa (al trasvase Tajo-Segura) la necesitamos sí o sí. Y esa es la vía por la que hay que trabajar"
-¿Ves factible un consenso en esa idea que acabas de lanzas?
-Quiero pensar que hay mucha gente en el Partido Popular que sabe lo que está pasando, que cree en los científicos y cree en la ciencia y, que por lo, tanto quiero pensar que están pensando en una alternativa acorde con esas recomendaciones que están haciendo los científicos.
- No desmontaron las desaladoras por lo menos en anteriores mandatos...
-Exactamente. Los consensos hay que construirlos en torno a la propia ciencia. Digamos que sería ridículo no aprovechar todos los recursos científicos de que disponemos precisamente para intentar alcanzar esos consensos donde no son marcos o construcciones políticas, sino que son realidades descritas por los científicos que tenemos que afrontar, porque si no lo afrontamos nosotros, tendrán que ser nuestros hijos los que lo hagan y encima lo harán en un contexto mucho más grave, porque se habrá agravado el problema.
-Una de las grandes oportunidades eran los fondos europeos para transformar las políticas hídricas y la movilidad. ¿Tú crees que le hemos sacado provecho a los fondos europeos?
- Hombre, seguramente se podía haber sacado más rendimiento de esos fondos. Pero también te digo que no me parece que haya habido una mala ejecución. Dado el contexto generalizado que hemos que hemos vivido, yo si tenía dudas al principio de que las capacidades burocráticas del Estado dieran como para dar salida a una cantidad tan grande de recursos. Pero sí te digo que creo que en estos años se ha demostrado que se ha hecho y que ha sido posible. Y en fin, ha habido programas estratégicos (Pertes) que han ido mejor, otros quizá no tan bien, pero sí me consta, por ejemplo, que el que el Perte que tiene que ver con la gestión del agua se está moviendo. Ahora todavía no tenemos unos resultados visibles. Pero también es cierto y esto siempre lo supimos, que este tipo de inversiones tardaban un cierto tiempo en realizarse y luego en impactar sobre el territorio. Entonces me parece que todavía es temprano para hacer una valoración aquilatada de lo que ha sido la llegada de esos fondos a estas comarcas. Pero sí creo que hay buenos indicios y que sí que nos han permitido por lo menos colocar la primera piedra para ese nuevo camino que queremos construir.
-¿Qué te parece esos nuevos gobiernos de PP y Vox que ahora tienen, por ejemplo, quitar carriles bicis?
-Es una de las cosas que más temo. Sí que quiero pensar que hay una derecha moderada en España con la que se pueden alcanzar estos grandes consensos en lo que son desafíos país. Ahora bien, por desgracia, el Partido Popular ahora mismo es, digamos, siente, que necesita mantener una alianza estratégica con Vox porque eso es lo que le permite llegar a determinados gobiernos y por desgracia ha priorizado esto sobre los intereses del propio país. A mí me hacía mucha gracia cuando decía el otro día la señora Guardiola en Extremadura no desdiciéndose de aquello que dijo, decía aquello de es más importante los intereses de los extremeños que mi palabra. Bien, a mí lo primero que se me ocurría pensar es si crees que los intereses de tu pueblo están en pactar con la ultraderecha, mal vamos. Ese es el problema, que el Partido Popular, con tal de alcanzar esas cotas de poder, está dispuesto también a tragar con principios democráticos, con principios que con los que venimos trabajando desde hace tiempo y los que nos hemos dotado todos. Esto es realmente lo peligroso. Como siempre: lo peligroso no es solo los bárbaros a las puertas, sino los inconscientes que se las abren.
"Como siempre: lo peligroso no es solo los bárbaros a las puertas, sino los inconscientes que se las abren"
-Y desde ese punto de vista, ¿Cuál crees que es la principal amenaza de un posible gobierno PP-Vox en la Moncloa?
-Sin duda alguna, un retroceso de derechos generalizados a lo que estamos viendo hasta ahora. Yo lo enmarcaría más en una especie de momento simbólico. Esto de que el otro día la presidenta de Les Corts se pusiera de lado en una manifestación contra la violencia machista es terriblemente irritante e insultante. El problema es que eso vamos a verlo traducido a políticas concretas muy rápido. Y esas políticas concretas se van a traducir, como digo, en un retroceso de derechos. Estoy hablando de de derechos LGTBI, derechos feministas, derechos de los trabajadores... Estoy hablando de un montón de cosas que se han ido construyendo, no digo ya en estos últimos tres años, sino en los últimos 40 y tantos años de democracia y que por desgracia, esta gente no tiene problema en eliminar de un plumazo si a cambio van a tener un buen sillón desde el que ver la política.