ALICANTE. Tuve un profesor de deporte que al verle daba la sensación de que no aplicaba sus titánicas rutinas y el test de Cooper a su vida diaria. Aldo Martínez, preparador físico de Ilia Topuria entre otros, predica con el ejemplo, se palpa en su tonificada figura que el deporte está integrado en su día a día, que lo que hace no es un trabajo sino una vocación vital. Saca un hueco en la promoción de su libro Optimízate: lo único imposible es aquello que no intentas (Kitaeru) para atender a Alicante Plaza.
-Me ha llamado la atención que no sólo fomentas la importancia del deporte sino también el hábito de la lectura, lo elemental que es para el desarrollo completo.
-El equilibrio entre cuerpo y mente no es algo nuevo sino algo milenario, es elemental que esté equilibrada la balanza. En el mundo del deporte y el alto rendimiento, cuando hablamos de un número uno o top mundial, lo que va a determinar la diferencia es esa fortaleza mental, la mente es lo que marca un punto y aparte en el éxito.
-Cuando se habla de la fortaleza mental y de su importancia para mantener un alto rendimiento, se pone siempre el ejemplo de Federer, Nadal y Djokovic, tres tenistas que llevan veinte años repartiéndose los Grand Slam.
-Para que haya un ganador tiene que haber un perdedor, no es nada sencillo ganar. Hay que ver las características de cada deporte, pero cuesta ganar. Siempre digo que trabajamos duro y competimos fácil, para llegar a competir al alto nivel se necesita un trabajo duro previo.
-¿Con Illia Topuria te centras en la parte física o también en la mental?
-Al final mi método es holístico y tocas todas las ramas, no sólo es físico, todo está interrelacionado, el aspecto físico, fisiológico y biomecánico están vinculados. Son entrenamientos inteligentes y duros, tan intensos que te fortalecen mentalmente y te ayudan a afrontar mejor la competición. Luego, tanto Illia como yo somos grandes lectores, y hablamos mucho de lo que hemos leído en los últimos meses, eso ayuda a que aprendamos mutuamente.
-Aquí en España se pone de ejemplo siempre a Nadal para hablar de la meritocracia, de que él está solo por la obra y gracia del esfuerzo, dando la sensación a veces de que el talento no es importante en la ecuación, ¿todos podemos llegar a ser Nadal o Topuria?
-Talentos hay, está claro, pero si ese talento no se ejercita no se llega a nada. El esfuerzo del día a día, del año a año, es lo que hace que poniendo en práctica ese talento se consigan los resultados.
-¿Qué tiene Topuria que marca la diferencia sobre otros luchadores de la UFC?
-Todas sus características son buenas y positivas, tops. Desde muy pequeño ha trabajado, nunca ha tirado la toalla, eso es muestra de su determinación, no deja nada a medias, si empieza algo lo termina. Ha ido mejorando día a día sus cualidades, y tiene una inteligencia por encima de lo normal. Los resultados ahí están, se ha convertido muy joven en una leyenda del deporte.
-Me ha gustado lo de que busca mejorar día a día, sobre todo porque creo que eso se puede aplicar a otros campos, ¿crees que la filosofía del deporte se podría utilizar en la gestión empresarial?
-Hay muchos ejemplos de esa aplicación en el mundo de la empresa. Me gusta mucho el ejemplo de Michael Jordan, de cómo consiguió potenciar su marca y gracias a eso hacerse valer, poniendo a su ficha un listón muy alto. Pasaron años hasta que consiguieron igualarla. Hay un capítulo de mi libro en el que hablo de diferentes personajes del fitness como Titan y Lucía Aguado, y ella lo define muy bien señalando que la disciplina del deporte se puede aplicar en cualquier aspecto de la vida. Entreno a empresarios y no te puedes ni imaginar con la pasión que entrenan, ponen la misma pasión en el deporte que en sus negocios.
-¿Se vive como se entrena? ¿Puede haber alguien que sea un patán en su trabajo o en su vida pero una persona metódica y disciplinada en su entrenamiento?
El hecho de que una persona entrene ya está diciendo mucho de ella, porque muestra que es una persona que se respeta. Las empresas cada día contratan a grandes deportistas porque son capaces de gestionar los equipos y de sacar rendimiento al personal. Cuando uno no se respeta y no se cuida, dudo mucho que vaya a respetar a los otros.
-Antes hablabas de los inicios de Topuria, ahora hablemos de los tuyos… ¿Cómo terminas dando este salto en tu carrera profesional? ¿Qué trayectoria has seguido? He leído que empezaste entrenando a bomberos, ¿no?
-La vida que he tenido ha sido fascinante, ha sido un camino largo pero bonito. He tenido obstáculos y los he superado. He tenido la suerte de vivir en una urbanización con unas instalaciones que me han permitido hacer deporte desde muy pequeño. He estado siempre vinculado a la educación física. Bien es cierto que empecé a estudiar ADE para seguir con el negocio familiar, pero dejé los estudios y seguí entrenando. Me di cuenta de que el deporte era mi mundo, mi vocación… Después me forme y estudie, especializándome a nivel superior. Como dices, empecé preparando a bomberos y a policías en las oposiciones, después di el salto a deportes de contacto y ahí es donde coincidí con Ilia, desde el primer momento me di cuenta de que tenía algo diferente.
-¿En qué momento viste que Topuria empezaba a despuntar?
-Nunca faltó a ningún entrenamiento, daba igual que fuese invierno o verano, que hiciese frío o calor, nunca desistió. Cuando nadie conocía este deporte y no había competiciones, él siguió entrenando, esa insistencia y perseverancia es lo que hizo que estuviese un escalón por encima.
-¿Es suficiente el valor que se le da al deporte y a la horas lectivas en el sistema educativo?
-Actualmente son entre dos o tres horas, e incluso cuatro horas en bachillerato en función de la Comunidad Autónoma. Es cierto que hay países como en los escandinavos, en los que hay una hora de deporte a diario, pero aquí tenemos las actividades extraescolares para complementar las lectivas. Quizá es cierto que podría haber más horas, pero hay muchas asignaturas y habría que encontrarle encaje.