VALÈNCIA. "El ecosistema 'startup' español todavía es joven, tenemos que crecer con fundadores que repitan". Así lo apunta Luis Garay, partner en Samaipata, gestora de fondos de venture especializada en invertir en negocios digitales con efectos de red. Con oficinas en Madrid, Londres y París y una inversión a nivel pan-Europeo, entre sus focos también está València y esta semana estuvieron presentes en el Valencia Digital Summit (VDS), celebrado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Nacida en 2016 de la mano de José del Barrio, fundador y ex-CEO de La Nevera Roja y Eduardo Díez-Hochleitner, ex presidente de MásMóvil, que previamente fue CFO y COO del Grupo Prisa, y socio de Apax Partners. Con más de 150 millones de euros en activos bajo gestión, la firma ha invertido en más de 40 negocios digitales en fases tempranas en el sur de Europa, Francia, Reino Unido y Alemania.
En marzo de este año lideraron una ronda de inversión de tres millones de euros en la startup valenciana Imperia, una plataforma SaaS de planificación de la cadena de suministro todo en uno que ofrece soluciones de planificación de la demanda, compras y producción. También están en invertidos en PropHero, plataforma que ayuda a los inversores a comprar propiedades residenciales beneficiándose de experiencias digitales personalizadas, datos e IA y cuyo cofundador Pablo Gil es valenciano.
- ¿Qué le ha parecido el Valencia Digital Summit? ¿Cree que ya se ha convertido en una cita de referencia en los festivales tecnológicos?
-En los últimos años, el ecosistema de València se ha consolidado muchísimo. En gran parte gracias a la familia Roig, que ha hecho la estructura de Lanzadera. Pero es una ciudad que ha sido bastante innovadora y, en los últimos años, el ecosistema se ha empezado a formar alrededor de ello y ha facilitado que salgan algunas oportunidades muy importantes, no solo a nivel local, sino a nivel nacional e internacional. Nosotros tenemos dos participadas que salen de aquí. Una es PropHero. La otra es Imperia, una empresa más reciente pero muy prometedora, y que empieza ya a vender su software de cadena de suministros incluso en Francia y en Italia.
- ¿En qué punto está la inversión en tecnológicas en España?
- Ha rebotado algo, pero seguimos en recuperación. El principio de 2024 ha sido lento, pero sí que se ha notado un salto en la calidad de las operaciones que estamos estudiando a partir de septiembre, justo antes de verano. He notado un salto del año pasado a principio de este, y un salto mayor ahora entre verano y septiembre. Llevamos un par de años, donde se han concentrado las rondas más interesantes en estos dos periodos.
- ¿Y esto a qué se ha debido? ¿Se debe a falta de capital? ¿A compañías en las que invertir?
- El capital es abundante. Es verdad que en los últimos dos años ha sido más difícil levantar. Los inversores somos algo más puntillosos con las empresas en las que queremos invertir. En momentos de escasez intentamos buscar compañías que hayan sido más responsables y eficientes al usar su capital. Y a la hora de pedir capital a nuestros inversores, ellos buscan qué fondos tienen buenos retornos en el pasado y qué porfolios están funcionando bien. Y ahí no se siente una falta de capital.
Sí hay algunos fondos más nuevos que les ha tocado esto de primeras, y han sufrido un poco más. En Samaipata vamos por el fondo II, con 150 millones de asset under managment y con inversiones por toda Europa desde 2016. El I ha devuelto casi una vez el dinero invertido en menos de cuatro años. Esto permite acceder a capital de una forma un poco más fácil.
- Se apunta a inversiones en compañías que han utilizado de forma más eficiente el capital, ¿cuál ha sido el determinante para cambiar la manera de invertir?
- Primero, el cambio de las valoraciones a largo plazo, las tasa de interés más elevadas. Todos los proyectos que funcionan a alto crecimiento dependen mucho de las tasa de interés, porque son a retornos o ventas futuras. Entonces, cuando más a largo plazo estás valorando una empresa, más importantes son los factores económicos. Esas bajadas de valoraciones lo que hace es que busques empresas que se puedan permitir no levantar o que, con menos capital, puedan aguantar más tiempo. Que estén más cerca del profitability, porque te da más seguridad. En un mercado en el que es más difícil levantar, si la empresa levanta o muere, pues al final la que aguanta más tiempo es la que se posiciona como líder en la industria.
- ¿Esto también se está dando en el resto del contexto internacional?
- Lo mismo está afectando en todas partes, si bien es cierto que mercados como el estadounidense son mucho más maduros y grandes a nivel simplista. El país es equivalente al continente europeo en términos de mercado. En Estados Unidos hay menos riesgo de mercado que en Europa y están dispuestos a aceptar más riesgo de innovación o de modelo de negocio del que estamos dispuestos a aceptar aquí. Pero es normal. Cada mercado tiene los suyo. Nosotros cogemos el riesgo de mercado, más el de modelo de negocio e igual no tanto el de innovación como en EEUU.
- ¿Esto quiere decir que puede llegar más inversor extranjero para entrar en tecnologías más innovadoras?
- No es que invirtamos menos en compañías más o menos arriesgadas. El riesgo es el mismo, pero está posicionado en cuestiones diferentes. Y aún así, estamos viendo en Europa ciertas industrias o ciertos sectores en los que sí estamos siendo bastante punteros con respecto al americano. Pero hay que saber cuáles son tus fortalezas y luchar por ellas.
Estos últimos años el capital americano ha barrido más a casa, pero sí es cierto que últimamente estamos viendo más inversores internacionales que vuelven a activarse en el mercado europeo, que vuelven a activarse en rondas de series A y B, que hace un año y medio estaban muy parados. No creo que sea por una cuestión de diferencias de dinámicas de mercados americano y europeo, sino porque tienen un capital que tienen que invertir y buscan las oportunidades que les parecen interesantes.
- ¿En qué mercados está siendo Europa más puntera?
- En Europa tenemos ciertos temas regulatorios que abren ciertos huecos, sobre todo en sectores medioambientales y cleantech, en los que la regulación europea es mucho más fuerte que la americana. Se abren oportunidades a empresas aquí que, en EEUU, no tienen las mismas ayudas del sistema regulatorio.
- ¿Hay otras áreas que estén teniendo especial interés?
- Hoy en día, la inteligencia artificial está bastante de moda. En Samaipata tenemos una tesis bastante clara de eso. Invertimos en software principalmente y la IA la vemos como una tecnología o herramienta para crear una mayor optimización de los servicios de software que está proveyendo, pero no invertimos en modelos fundamentales de IA.
- ¿Cómo se estructura a día de hoy la inversión en Samaipata?
- Somos un inversor early stage. Todo lo que viene hasta la serie A. Hacemos tickets de entre uno y tres millones en nuestra primera inversión, y podemos invertir hasta 10 millones por empresa a lo largo de la vida de ésta. Lideramos la inversión en España, Francia, Alemania y Reino Unido, y siempre en empresas digitales que se benefician de los efectos de red.
- ¿Es buen momento para invertir?
- La bajada de las valoraciones abre oportunidades. Como inversor, si tienes el capital y las valoraciones se están comprimiendo puedes encontrar oportunidades más baratas de las que encontrarías antes. Pero no solo es una cuestión de precio, sino porque la innovación, en momentos de dificultad, es cuando el ecosistema empresarial realmente se vuelca en resolver problemas que se han hecho visibles en momentos difíciles. Aquí es cuando salen empresas que resuelven problemas de verdad a sus clientes y esto es lo que genera valor.
- ¿Qué tendencias de inversión se ven ahora en Silicon Valley?
- Vuelve a haber mucha inversión en inteligencia artificial y en ciberseguridad. Vivimos en un mundo muy globalizado. Hace 30 años, lo que pasaba en EEUU tardaba diez años en pasar en Europa, hoy en día no creo que sea así. Lo que hay de diferencia entre EEUU y Europa es que es más fácil invertir en el primero, porque hay mayores facilidades impositivas sobre los fondos, como de estructura legales para las empresas que hacen que sea un mercado más fluido. Y además, hay una tendencia de capital que a día de hoy no existe en Europa. Esa disposición a inversión más de growth. Múltiples fondos de más de un billón que en Europa hay relativamente pocos. Y esas dinámicas hacen que haya más capacidad de invertir en empresas que requieren mucho capital para crecer y posicionarse, mientras que en España tenemos una visión más de eficiencia y menos riesgo del capital desde un inicio.
Esto tiene pros y contras. Esta estrategia de ser más eficiente con el capital e invertir algo menos en las empresas originalmente, a valoraciones más bajas, permite capturar más valor como inversor, y también permite a la empresa crecer de forma sana mientras está creando su producto y realmente asentándose como una empresa en la industria. Pero, por otro lado, cuando compites con otra empresa que está haciendo lo mismo en EEUU a la cual le acaban de dar diez veces ese capital, te pone en una deficiencia competitiva por no tener acceso a esos cheques.
¿Cuál es la receta ganadora? Nosotros solemos ver lo que va bien y a las americanas que les va bien, les va muy bien. Pero no ves a todas las que les va mal con la receta americana, y en Europa hay menos caídas porque no se hacen deals tan alocados a nivel de tamaño.
- Pero, ¿que no haya fondos tan grandes es un tema cultural?
- Es una cuestión de tiempo y que se desarrolle el ecosistema. Que haya más fundadores que repitan, que suelen ser los que más capital atraen porque son gente que construye empresas, que tienen una experiencia. Seguimos siendo un ecosistema joven. Tenemos que seguir creciendo. El capital es un factor, pero si no hay dealflow de calidad llegando a esos stages no funciona. Necesitas al menos tres patas de la silla para se mantenga de pie.
- ¿Cómo ve el ecosistema emprendedor valenciano?
- Está más atrasado que Madrid y Barcelona, pero para mí València es claramente el siguiente escalafón junto a Bilbao. Son los dos ecosistemas más grandes después de Madrid y Barcelona y en los que están surgiendo un montón de empresas con facilidades, instalaciones, con eventos como el Valencia Digital Summit que facilitan el crecimiento de proyectos de los cuales los top se posicionan a nivel nacional y en el cual hay mucho interés de todos los fondos, tantos de los que están en Madrid o Barcelona pero que venimos a València de forma recurrente.
- ¿Cree que la ley de startups ha aportado algún beneficio al ecosistema?
- Algo ha facilitado, pero le falta camino. Si queremos ser competitivos con mercados como el americano, tenemos que tener soluciones similares a las que tienen en EEUU y estamos muy lejos de eso.
- ¿Cuáles son los siguientes retos a abordar en el ecosistema startup español a nivel de crecimiento y de inversión?
- Los emprendedores muchas veces tienden a no emprender por miedo o porque tienen un trabajo más seguro que les permite un cashflow. Sí que es verdad que la vida de emprendedor no es una vida fácil, que requiere esfuerzo, pero es una vida muy bonita. Creo que para que esto siga avanzando hacen falta emprendedores apasionados por crear empresas, sea la industria que sea. Y que haya una pasión por el desarrollo de negocio, que es lo que necesitamos en este ecosistema para poder seguir invirtiendo en proyectos, que tenga más renombre a nivel internacional, para que haya historias de éxito que fomenten que empleados de éstas empresas creen otras, como hemos visto en otros países como la mafia de Paypal o Rappi.