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entrevista ap | al ceo de akralab, de instrumentos médicos

Esteban Molina (Akralab): "Ser distribuidores de la china Mindray nos sitúa en un nuevo nivel"

Foto: RAFA MOLINA
19/08/2024 - 

ALICANTE. La firma alicantina experta en productos y servicios para laboratorio e investigación Akralab lleva en Alicante desde 1987 distribuyendo soluciones para análisis clínicos, hospitales, laboratorios microbiológicos, veterinarios o farmacias entre otros. Ahora, también cuenta con marcas propias. Su evolución se ha visto marcada con grades pasos tras dos grandes crisis mundiales, la económica a partir de 2007, que supuso un paso hacia la distribución a nivel nacional y la entrada en licitaciones y otra, la de la pandemia de la Covid-19. Su llegada al mundo de las PCR les ha llevado a ser, desde 2024, distribuidores en exclusiva del gigante chino Mindray en España. Alicante Plaza habla con su cofundador y CEO, Esteban Molina y con el Key Account Manager, Marcos Molina, para conocer detalles de esta nueva fase para la empresa, su trabajo desde el polígono de Las Atalayas, sus cifras más relevantes y sus planes de futuro.

Akralab comenzaba su labor desde sus inicios en Alicante en 1987. ¿Cómo ha evolucionado la empresa desde entonces?

Cuando comenzamos, éramos mi cuñada y yo, que veníamos del mundo de la contabilidad. Vimos que entonces que no había un servicio para análisis o laboratorios privados. Los analistas debían ir a los locales a surtirse de productos como si fuera un supermercado. En el año 1990 ya nos hicimos un espacio en Alicante y en esa década conseguimos la norma de calidad ISO 9000 y ya empezamos a expandirnos a Valencia y Murcia y luego creciendo hacia Albacete, Andalucía y Baleares. Hasta 2008 estábamos en esta zona de confort. Tras la crisis económica, decidimos lanzarnos a nivel nacional, adaptarnos para llegar a los concursos públicos. Ahí comenzamos a lanzar también productos para hospitales. En ese contexto de crisis, apostamos por el mundo hospitalario porque los laboratorios para sanidad siguen funcionando y pueden crecer. Es una seguridad. Desde entonces comenzamos a sumar delegaciones en Valencia, Madrid y Andalucía y hasta 2019 seguimos con un crecimiento continuo hasta conseguir la certificación ISO 14000 de gestión medioambiental. En 2021 llegaba la certificación ISO 13485 para la gestión de productos sanitarios. Esto supuso un antes y un después y lo tomamos como decisión estratégica en pleno Covid-19. Nuestro lema es 'One point, all solutions', y es lo que nos caracteriza.

Foto: RAFA MOLINA

¿Qué cambios conllevó esa nueva certificación en el contexto de la pandemia?

Otro momento de crisis, el de la Covid-19, generó un antes y un después. Decidimos lanzar una línea de productos -además de los test rápidos y otros para el diagnóstico- en el mundo de la PCR. Invertimos en esa línea y, como había necesidad, empezamos a crecer a nivel nacional, sobre todo, gracias a la labor de Marcos Molina, que en 2020 se incorporaba a la empresa como responsable de clientes y corporaciones hospitalarias. Eso nos ha hecho fuertes en estos productos y competimos con grandes multinacionales como Roche o Siemens, por poner un ejemplo. Nos está costando y estamos intentando abrir un hueco poco a poco en este segmento.

¿Cómo ha crecido la empresa desde esta entrada en el mundo PCR?

En los últimos tres años hemos incorporado más personal en Madrid en el mundo comercial y hemos abierto allí una pequeña oficina con seis personas. Además, en enero de este año nos contactó una multinacional asiática, la número dos en China en el sector hospitalario, Mindray, y nos ofreció la distribución a nivel nacional, en península y Baleares, de sus productos para diagnóstico. Eso nos ha elevado a un nivel superior, porque ahora ya podemos pelear con multinacionales. Tenemos una buena posición y un impulso más para dar cuerpo a la empresa. 

¿Tras la pandemia de la Covid-19, cómo evoluciona la nueva línea de productos?

Creo que, de las técnicas de PCR, las que menos vendemos ahora son para PCR. Ahora se venden para otras enfermedades infecciosas y otros equipamientos. Pero en los últimos años, con la pandemia, llegamos a duplicar las ventas varios años. Ya a partir de 2023, que la covid-19 no es el problema que fue, nos hemos mantenido fuertes en nuestro negocio tradicional. En 2023 hemos aumentado nuestro volumen de negocio con respecto a 2019 en un 45%. Nos ayuda a que nuestra empresa es más flexible y adaptable a las necesidades de clientes que las multinacionales. Resolvemos con productos nacionales, pero también con mercancía desde, por ejemplo, China, Corea, Turquía o de Estados Unidos. También de Europa, desde Italia, Alemania, Polonia... El mayor punto fuerte es esa capacidad de adaptación para nuestros clientes y un catálogo grande y específico. 

Foto: RAFA MOLINA
Foto: RAFA MOLINA

¿Qué equipo de personas forma Akralab y cómo son vuestras instalaciones?  

Alicante, en el polígono de Las Atalayas es nuestra sede principal y aquí tenemos 1.800 metros cuadrados de almacén y unos 600 metros cuadrados de oficinas. En Madrid tenemos una oficina y comerciales que trabajan desde varias ciudades y para prácticamente todo el territorio en España. 

¿Cómo se conjuga el core de empresa con la sostenibilidad?

La normativa desde la oficina del medicamento es cada día más estricta con las importaciones. Un producto, antes de llegar, desde ser evaluado. La norma, además, ha cambiado y para 2025 las empresas deben adaptarse. Es importante estar en conexión con proveedores para cumplir y hacerlo también con los nuevos que llegan. Lo hemos hecho con Mindray recientemente y es un proceso largo y burocrático que conlleva mucha seguridad. Ahora estamos comenzando con ella a llevar a cabo las primeras importaciones. Contamos con una responsable de Internacional que domina muy bien la logística y nos ayuda a conseguir el mejor servicio en cuanto a tiempos de llegada de mercancía a través de contenedores. Normalmente, desde Asia llega en un mes. La calidad de producto debe ser óptima y cumplir con la regulación. Si no lo es, la aduana no la deja pasar, por eso nos aseguramos desde el comienzo que todo cumpla con las regulaciones de calidad y seguridad.

¿La capacidad de stock es suficiente en Akralab?

Dentro de nuestros servicios, uno de los éxitos centrales es la capacidad de tener un stock alto. Puede suponer un alto riesgo porque hay productos con fecha de caducidad y perecederos, pero siempre hacemos balance entre la capacidad de poder ofrecer producto disponible y que los que se caduquen sean los menos posibles.  

¿Desde cuándo está la empresa en el polígono de Las Atalayas?

Comenzamos en el barrio de Benalúa en instalaciones de 80 metros cuadrados. Al cabo de dos años pasamos a un nuevo local. El terreno donde estamos ahora fue el primero que se vendió en Las Atalayas. Lo compramos en 1994. Pero llegamos aquí 20 años después, en 2014 aunque hemos tenido este terreno en propiedad desde casi los inicios. Antes pasamos también por una nave de 600 metros cuadrados en la carretera de Ocaña. 

¿Cómo es trabajar para este sector desde Alicante, en Las Atalayas?

Desde que distribuimos en toda España, desde que hemos ido creciendo, nuestra mercancía es también mayor. Antes de llegar aquí, en la carretera de Ocaña, cuando llegaba un camión teníamos que dejar los palets en las aceras porque el espacio era limitado. Ahora, en este terreno, estamos en la calle principal y la accesibilidad es muy buena y las salidas para las autovías también. La planificación del polígono está cerrada y clara. Además, a nivel de estrategia también es bueno, porque tenemos cerca empresas con las que puedes externalizar, en un momento dado, algunos servicios. Nosotros lo hacemos con algunas de reparto para almacenar en momentos de pico. El polígono está creciendo y lo hace de forma ordenada. 

¿Ha sufrido Akralab con la crisis de suministros o el aumento de precio de materias primas?

Hemos tenido dos crisis importantes, de locura, la de logística en 2021 por el atasco en el Mar Rojo, que suponía una demora en la llegada de mercancías. Nosotros esperábamos una importación para noviembre de 2021 y llegó en febrero de 2022. Fue difícil trasladarlo a los clientes. Esa crisis fue importante. Después llegó la guerra en Ucrania que provocó incremento de precios. Fue un problema, sobre todo, para los concursos públicos adjudicados ya. Tienen un precio fijado y unos plazos que cumplir. Muchas veces nos veíamos obligados a traer mercancía por avión para poder cumplir con los plazos y eso incrementaba mucho nuestros costes y reducía nuestro margen. Pero se hace para cumplir y dar el servicio contratado al cliente. 

¿Qué cifras maneja la empresa en cuanto a facturación?

En 2019 cerramos con 5,9 millones, en 2020, fue con 14 millones. En 2021 facturamos 18 millones, fueron 12 millones en 2023 y en 2023, tras la ola de la covid-19, han sido 10 millones. En esos tres años ocurrió el boom de la Covid-19. Había incertidumbre por saber si nos podríamos mantener tras la pandemia, pero en nuestro caso, seguimos e incluso crecemos con respecto a 2019, que son las cifras más realistas. Aprovechamos esa ola para ampliar platilla en nuevas zonas y nos ha funcionado.

¿Qué planes dibuja Akralab en el presente y el futuro?

La nueva distribución con Mindray nos sitúa en un estatus superior y tenemos muy buenas expectativas. A corto y medio plazo queremos afianzarnos en las zonas en las que trabajamos y recientemente hemos incorporado más personal en zona norte del país. La idea es seguir con un crecimiento orgánico, natural, para poder ir aumentando nuestra presencia territorial. También en ampliar nuestras soluciones y buscar nuevas para dar un mejor servicio a los clientes. Además, queremos potenciar dos líneas que nos hacen fuertes. 

¿Cómo está siendo los primeros pasos con Mindray?

La verdad es que va muy bien. Ahora han empezado a materializarse las ventas. Antes, el proceso burocrático ha sido largo y duro. Tenemos un contrato de exclusividad con precios determinados que se ha tenido que trabajar. La alianza funciona muy bien y, a nivel comercial, los clientes se fijan más en nosotros, también las multinacionales porque Mindray es un gigante y somos sus distribuidores en España. Es una competidora real desde China. Además, es una línea de crecimiento a medio plazo bastante fuerte para el mundo del equipamiento hospitalario.

Foto: RAFA MOLINA

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