Algunos han hecho todo un arte al esconderse en su propia mismidad para huir de sus responsabilidades y no resolver los problemas que acechan a un país o a sus propias huestes partidarias que en un tiempo no muy lejano le pueden hacer perder elecciones. El ciudadano asiste atónito a las explicaciones de unos y otros. Sacan números, elaboran presupuestos, hablan de impuestos o guerrean por el liderazgo sin ningún tipo de conmiseración
Esconderse bajo el ala. Es toda una táctica y una estrategia. Dejar que las cosas fluyan hasta un punto determinado, luego aparecer para un momento y calmar el asunto y después vuelta al ensimismamiento. No es ningún galimatías. Lo de debatirse entre el ser y la nada como hacían magistralmente Jean-Paul Sartre o Martin Heidegger no está vedado para los políticos aunque no de manera tan sustancial. Veamos. Que un Gobierno de coalición no tiene claro lo pactado hace dos años y sus vicepresidentas van a la greña en la cuestión de la Reforma Laboral, el presidente Pedro Sánchez reúne al gabinete para confirmar que pactan lo que ya habían pactado hace dos años. Es decir, la mismidad en su puro ser. En la otra acera, que ganamos en Madrid, comunidad y ciudad y tenemos dos figuras claras como Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, dejamos desatar el carajal interno y el propio Pablo Casado mentor de ambos, queda en evidencia por estar desaparecido o dejar hacer a su entorno, o eso dicen. Se reúnen en comidas secretas, hablan, -los que no tienen bloqueado el whatsapp-, y filtran a la prensa sus desavenencias y también esos encuentros misteriosos,...en fin lío partidario que no controlan y les hace daño porque no miden las consecuencias. La encuesta de verdad es la del día de las votaciones, no los números que ofrecen los sondeos de este momento.
Lluvia de números. Las matemáticas son tozudas y reales y aunque los políticos las quieran utilizar se vuelven en su contra. De los últimos días tenemos la discusión de los Presupuestos Generales del Estado y en las distintas Autonomías. El resumen es sencillo. En lo nacional, enmiendas a la totalidad de la oposición que no prosperan, propuestas creativas/recaudatorias como en el caso de financiar las pensiones con el incremento de las cotizaciones laborales que tampoco tienen grandes adeptos, o la mismidad del de la Reforma Laboral y la disquisición semántica o no de la “derogación” con la consiguiente tirantez entre las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz. Y en la periferia, la rebaja fiscal en Madrid descoloca a más de uno. Y además el reparto de los Fondos Europeos/Covid que en el caso de Andalucía y Comunidad Valenciana le cuadran los presupuestos, unos dicen que “fantasma” con unos 1.000 millones que se contemplan en ambos presupuestos y otros que ajustados. Este baile de números con la llegada del fin de año parece la feria del trueque para ajustar desavenencias internas y contentar a todos ya sean gobierno de coalición o para satisfacer a los socios externos como en el caso de las cuentas nacionales (ERC, PNV, Bildu). Mientras las cifras del paro se tornan históricas, cae en octubre después de 46 años, rozamos los 20 millones de cotizantes a la seguridad social y hasta también bajan los trabajadores en Erte. Pero todavía queda mucho camino por andar. La recuperación económica es todo un reto y todos deben aplicarse a ello con flexibilidad y sentido común. Los Fondos Europeos no son la panacea para resolver las cuestiones. Hay que gestionar con criterio.
PSOE: Pedro Sánchez en su mismidad. Por momentos se supera. La batalla interna en el propio Ejecutivo se salda con una de “yo me lo guiso, yo me lo como”. Es decir, hemos pactado lo que ya habíamos pactado hace dos años y aquí no ha pasado nada. Entonces para qué tanto andarull. Estos episodios son recurrentes y con resultado desigual. Que se visibilicen las discrepancias para confirmar quien lidera las cuestiones de Gobierno puede ser contraproducente. Lo mismo ocurre con las propuestas que siempre lanza del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, ahora a cuenta de la subida de las cotizaciones laborales para financiar las pensiones de los babyboomers. Los empresarios lo rechazan de plano y los socios externos lo consideran insuficiente y solución de parche. Y en cuanto a los PGE, más de lo mismo. Siguen adelante con las cesiones a los nacionalistas, todo un clásico de nuestra política y el rechazo frontal de la oposición. La ventaja momentánea para Sánchez es que en estos momentos no hay convocatoria electoral a la vista, salvo que en un rapto demoscópico o de liderazgo de la derecha lo vea oportuno.
PP: Pablo Casado del ensimismamiento a la nada hay poco espacio. O como pegarse un tiro en el pie. Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, mientras no se demuestre lo contrario, son un valor seguro. De ahí que sea un error enfrentarlos. Ayuso se siente consolidada por su apoyo electoral y Almeida está incómodo porque está a camino entre el Ayuntamiento y la portavocía nacional del partido. Mientras Pablo Casado y su entorno, más este último, no están valorando que un enfrentamiento así puede suponer que el objetivo de llegar a la Moncloa en 2023 se quede en un sueño. Los sondeos son un canto de sirena momentáneo y queda mucho tiempo para votar, si es que a Sánchez no se le ocurre un adelanto efectista. Dejar hacer al entorno, a veces no es operativo porque pierdes tú. Todas las reuniones, comidas, cenas y meriendas, a dos o a tres o con militantes son ruido escénico y no solucionan la cuestión. Están jugando con fuego sin necesidad. Almeida propone una tercera vía y Génova quiere ponerle a él en el disparadero y por supuesto Ayuso legitimada por su victoria del 4M va a por todas. Se pasarán de frenada si siguen por este camino
Vox: Santiago Abascal, el espectador pasmado. Y en medio del lío popular, Abascal contempla con fruicción los dimes y diretes populares. Piensa que le favorecen y puede arañar votos, al menos desde su óptica. Siempre está agazapado esperando el fallo del rival de target electoral. Tampoco debería fiar a medio o largo plazo las cuitas partidarias del PP. Le pasa con su estrategia judicial que no termina de cuajar en réditos. En ocasiones tiene argumentos que le facilita la formación de Casado pero no consigue rentabilizarlos. La política no es tan fácil. Un hecho o fallo del contrario puede ser una oportunidad si la sabes aprovechar, sino se te puede volver en contra.
Unidas Podemos: Yolanda Díaz la perspicaz. Está jugado su batalla política con tintes personales y oportunos e incluso oportunistas. Quiere lograr ese acuerdo para liderar un proyecto a la izquierda del PSOE aunando a otras formaciones, en un experimento que incluso le granjea la crítica interna de Unidas Podemos. El episodio gubernamental sobre la Reforma Laboral ha sido todo un síntoma. Todos han quedado dañados aunque Díaz ha blandido la “derogación” como una victoria, aunque luego ha reconocido que técnicamente no se puede hacer. Entonces para qué tanto jaleo. No se entiende o sí , si estamos apostando por su próxima candidatura. Vuelve a sorprender la ausencia de comentarios de la supuesta líder de la formación Ione Belarra. Ha hablado el portavoz parlamentario Pablo Echenique. Y tampoco el otrora líder, Pablo iglesias, firmante del dichoso acuerdo de la “derogación” se ha pronunciado. Son los misterios insondables de la política cuando se juegan al mismo. tiempo varios partidos
Ciudadanos: Inés Arrimadas en fuera de juego. Si tuviera la habilidad para conseguir arañar algún que otro voto de sus competidores en pleno fragor electoral, podría aprovechar cualquier rendija, pero no es así. Su futuro está tan asumido por sus propios militantes y sus alter ego PP y Vox, que cualquier esfuerzo que haga queda diluido. A cuenta de la discusión de los Presupuestos tanto Arrimadas como su esforzado portavoz Edmundo Bal han “colocado” alguna que otra frase de realidad y que representa al ciudadano de a pie. Pero se ha quedado en un recurso mediático sin más. En esta liga lo tiene muy difícil y está más a punto del descenso que de clasificarse para la Europaligue o la Champions. Es su sino.
Yolanda Díaz, vicepresidenta ministra de Trabajo: “Lo del término derogación es un fetiche político. Técnicamente no se puede poner fin a la norma de manera completa” ¡Y para qué tanta ida y venida. ¿Se habrá quemado o saldrá fortalecida entre su parroquia?!
Isabel Rodríguez, ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno: “Estamos en la recta final de la negociación para la Reforma Laboral y no podemos quedarnos en una cuestión semántica” ¡Entonces para qué se enredan y gastan energías en pactar lo ya acordado!
Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos: “A veces da la sensación de ruptura en la coalición de gobierno, pero lo pactado entre ambas formaciones ya es el punto medio entre PSOE y Unidas Podemos” ¡Pues miel sobre hojuelas. Pasemos a la siguiente pantalla. Gobiernen!
Pablo Casado, presidente del PP: “Sánchez no tiene la decencia de defender en el Congreso los Presupuestos que nacen muertos y son hipócritas insensibles, falsos, ruinosos y radicales por sus pactos con Bildu y ERC” ¡Como oposición bien, unos titulares y a resolver las cuitas internas!
Miguel Garrido, presidente de la patronal madrileña CEIM a cuenta de las cotizaciones para financiar las pensiones: “Es un disparate del Gobierno. Lo único que van a conseguir es esquilmar a las pequeñas y medianas empresas. Se tiran un tiro en el pie” ¡La eterna solución sobre las pensiones. No hay dinero y se ha de buscar una solución!
Gerard Piqué, futbolista y empresario de eventos deportivos: “Siento envidia sana de Madrid, es un ejemplo para Europa y el Mundo. Me gustaría que Barcelona estuviera a ese nivel. Siempre me he sentido como en casa aquí y no lo hago por dinero. Jamás me han dicho algo malo por la calle, pese al período malo con la selección” ¡Ayyyy,...los intereses económicos son toda una medicina para recuperar afectos!