ELCHE. Conforme va llegando la entrada en escena del último trimestre del año, las cuentas municipales para el ejercicio 2019 van tomando protagonismo, algo que ya impregna el ambiente político local. Como era de esperar, Ciudadanos, el principal aliado del tripartito, clave para sacar adelante los presupuestos municipales, empieza a jugar la carta que le otorga ser la bisagra de la corporación. La formación naranja pide una bajada del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del 6,5% como condición para sacar adelante las cuentas. El tripartito se niega, así que empieza oficialmente el periodo de negociación.
En lo que respecta a la formación naranja, empieza su juego de presión, lanzando un órdago en lo más alto, para después previsiblemente ir rebajando y negociando. De momento se posicionan en ese 6,5% de rebaja del IBI al considerar que no supone una merma en las arcas públicas. Su principal argumento lo esgrime el portavoz y líder, David Caballero: “el catastrazo del ex ministro Montoro supone un ingreso superior de 3 millones de euros y por lo tanto todos los ilicitanos se merecen un alivio en uno de los impuestos más caros de España”. Además, esa reducción es un acuerdo plenario del mes de junio que aprobó la oposición en bloque, Partido de Elche inclusive. En ese sentido, desde Ciudadanos aseveran que “saltarse un acuerdo plenario es un acto antidemocrático e irrespetuoso con la voluntad de los ilicitanos”. Además, apuntan que es más alto que ciudades como Bilbao, Málaga, Córdoba, Valladolid o Vitoria.
Por su parte, el bipartito ya advierte de que no se puede pedir una rebaja de los impuestos y aumentar el gasto social. Mientras que Compromís ya habla de emplazar al diálogo, la edil de Hacienda, Ana Arabid, indica que el equipo de gobierno está manteniendo coherencia fiscal: “no subir los impuestos, y una política fiscal basada en bajar los impuestos a quien tiene dificultades para pagarlos”, y destaca que en eso han obtenido el apoyo de los naranjas al poner en marcha las ayudas al IBI. “Es la línea que queremos mantener”.
Asimismo, Arabid apunta que el presupuesto no los marcan los ingresos —en referencia a los tres millones de los que habla Caballero—, sino el techo de gasto —que aún hay que aprobar y se espera que esté en el 2,7%, este año ha estado en el 2,4%—, por lo que matiza que “tenemos que ser responsables a la hora de bajar los impuestos, porque bajarlos significa una bajada automática del techo de gasto”. La edil socialista aclara que no se puede gastar más por ingresar más, por lo que se tendrá que gastar menos si baja el techo de gasto. Por eso hace un llamamiento, “los que quieren bajar los impuestos tienen que ser también coherentes”. En cualquier caso, se trata sin duda de una disputa que acaba de empezar, así que aún quedan varios meses de tira y afloja hasta que Ciudadanos se decida a sacar adelante los presupuestos, si es que se decide, como acabó haciendo en los ejercicios anteriores.