VALÈNCIA. Poco desencaminados andaban quienes veían movimientos del PP en la sombra para desactivar una posible rebaja del listón electoral del 5% al 3% en la Comunitat Valenciana. Una reforma de la Ley Electoral Valenciana (LEV) que beneficiaría a las pequeñas formaciones políticas que tienen dificultades para llegar al mínimo exigido para obtener representación en Les Corts y que los partidos del Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem) llevan dos legislaturas tratando de sacar adelante.
El asunto, que parecía descartado desde el último intento en 2021, ha vuelto a ocupar un espacio en la agenda política de unas semanas a esta parte gracias a Ciudadanos. Lo que queda de la formación naranja, de bandazo en bandazo, ha decidido darle bola después de la llegada de Mamen Peris como portavoz en Les Corts y líder autonómica ante las encuestas que les vaticinan una complicada entrada en el Parlamento valenciano tras las elecciones del 28 de mayo. Un intento que, de otro lado, beneficia al Botànic ante el riesgo de que Unides Podem también se quede fuera.
La reforma necesita de 66 diputados para obtener luz verde. Esto supone que, al margen de los votos de las formaciones de la izquierda, tendrían que conseguirse 14 más. Y, aunque los números siempre ha sido difícil que den, Ciudadanos ha querido jugar su última carta alentado por el PSPV y el acercamiento de Peris al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. La semana pasada, los naranjas mantuvieron una reunión interna en la que se acordó sin manifestación de discrepancias que todos los diputados (13) del grupo respaldarían la reforma. Algo llamativo debido a que ni mucho menos la totalidad son favorables.
Esta suma –y siempre contando con que los apoyos fueran reales– supone que faltaría al menos un voto para rebajar el listón electoral, por lo que todas las miradas fueron a parar desde el principio a los no adscritos –formados por los ex de Ciudadanos y una ex de Vox–. Y, pese a la desconfianza de que todo ello pudiera salir adelante –incluyendo en el Botànic–, lo cierto es que en el PP hubo cierto nerviosismo.
La lectura de los populares es que una reforma de la ley con un listón en el 3% permitiría la entrada a Unides Podem, pero no creen ni siquiera que asegure la representación de Ciudadanos. En el peor escenario en sus pronósticos, con los morados dentro y los naranjas fuera, la izquierda podría revalidar el Consell gracias a este cambio en la ley electoral. Tal y como está ahora en el 5%, consideran que Podem aún podría quedar a las puertas.
En el PP hubo cierto nerviosismo pero lo disimulaban. Y un día, como por arte de magia, apareció Emilio Argüeso en Les Corts para ayudar. Fue el pasado jueves. Argüeso ocupó durante varios años el cargo de secretario de Organización de Ciudadanos y tuvo un gran control interno del partido a nivel orgánico en toda la Comunitat Valenciana desde su inicio. En 2021 fue expulsado de la formación y ahora sigue como senador no adscrito.
Desde hace un tiempo colabora con el PP, especialmente en Alicante. Argüeso tiene buena relación con el líder de los populares valencianos, Carlos Mazón, y se le ha podido ver en diversos actos de partido. De hecho, mantiene contacto asiduamente con cargos de la formación. Hay quien apunta que en cuestión de días podría darse de alta como afiliado. Otra vez, puesto que ya militó aquí a comienzos de los 2000 –en 1992 lo hizo en el PSOE–. Además, se especula con un puesto en las listas sin concretar cuáles.
Pero mientras todo esto sucede, Argüeso ya va haciendo de las suyas. Como acudir a Les Corts a brindar a su nuevo-viejo partido la imagen de la desactivación de la bajada del listón electoral. Según admiten algunas fuentes, con el conocimiento previo del PP. Otras lo traducen en el impulso.
La imagen que trascendió fue la de él junto al que fuera su mano derecha en Valencia, Juan Córdoba –ahora mismo diputado provincial por Ciudadanos–, y los seis no adscritos: Jesús Salmerón, Vicente Fernández, Cristina Gabarda, José Antonio Martínez, Sunsi Sanchis y Rebeca Serna (ex de Vox). Todos en el comedor de Les Corts compartiendo lo que parecía una agradable comida. La lectura política estaba clara. Se trataba de la escenificación del posicionamiento contrario a la reforma de la ley electoral.
Aunque alguno de los conocedores del encuentro destaca que no se habló del listón, la intencionalidad de la instantánea era esa. De hecho, algunas fuentes señalan que Argüeso mantuvo conversaciones individualmente con ellos.
Con ello, se pretende echar por tierra la posibilidad, remota, de llevar la votación al llamado 'pleno escoba' previsto para la semana posterior a Fallas. Una bala que el PSPV sólo estaba dispuesto a jugar si le llevaban en mano las firmas suficientes de diputados comprometidos a apoyar la reforma de la ley electoral.