Elx-Donostia: una nerviosa comparación

El otro día se celebró en Elche un coloquio, el tercero, sobre modelos culturales de ciudades: algo que organiza el Ayuntamiento (muy bien) en colaboración con la UMH y con con respaldo de la Generalitat. Muy bien todos: sin sorna. Lo que se trata es de contrastar puntos de vista para atraer ideas frescas y compartir puntos de vista que contrarresten la endogamia endémica, e histórica, que padece Elche, la tercera ciudad en población de la Comunidad Valenciana. Miguel Ors Montenegro, historiador y profesor de la Universidad ilicitana, e Imanol Galdós, uno de los máximos responsables de Donostia Kultura mano a mano. Ya tuve el placer de debatir con ellos, horas antes, en la radio de Tele-Elx.

El fin último, no hay que andarse con rodeos, es el de compararnos con San Sebastián, una ciudad que parte con la ventaja tener de una de las fachadas/litoral más bellas de Europa y que desde el XIX era capital importante para la aristocracia y la  alta burguesía , española y francesa. Y alberga dos hitos de referencia: el Festival de Cine y el de Jazz. Y una intuición estimable: en mis tiempos universitarios en Pamplona se estrenó en Donostia Pepi luci y Bom de Pedro Alamodóvar, una gamberrada de underground cañí que desde luego nada tenía que ver con aquellos años de plomo en los que ETA sembraba terror a diestra y siniestra. Hay que releer Patria, de Aramburu (o, en su defecto, ver la serie, que es muy buena).

Imanol subrayó que las administraciones públicas tienen que tener capacidad de escucha y alertó a la vez de que esas misma administraciones corren el riesgo de asfixiar el nervio de la sociedad civil, un nervio que en la capital guipuzcoana es bastante elevado (no sé si es herencia o contagio de la kale borroka entre otros muchísimos factores, ojo, no quiero decir ninguna barbaridad). San Sebastián cuenta con un  edificio/hito como es el Kursaal de Rafael Moneo, que años después diseñó en Pamplona El Baluarte y más tarde el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Navarra, la del Opus.

En Elche no tenemos nada. La UMH ha ejecutado un experimento, el edifico de La Valona, que no acaba de convencer a nadie; a casi nadie, y menos aún con los colores escogidos; me perdonarán los arquitectos. En Donostia, el Ayuntamiento tiene un presupuesto para cultura de más de 30 millones de euros (el Festival de Cine va aparte); en Elche no superamos los 2 millones: somos especialistas en querer comprar duros a 4 pesetas. San Sebastián ha consolidado y agrandado las herencias recibidas con el Festival de Cine a la cabeza (que lo puso Franco en los años 50). Aquí tenemos un largo historial de proyectos fallidos: el festival flamenco Zapato de Oro, que acogió hasta a Camarón, y que al final se trasladó a Alicante.  O el centro de producción y exhibición de cultura contemporánea L'Escorxador, algo que se ha quedado a medias, estimados David López y José Luis Mas Puedo referirme al Museo de Arte Contemporáneo, otro proyecto fallido tirando a fallidísimo. En Donostia reconvirtieron, al igual que en Alicante, la antigua Tabacalera, 2015, como foco cultural y leo, y me cuentan, que va viento en popa.  Debo confesar que me gusta mucho la 'contemporaneidad' de las ciudades, además de su patrimonio histórico.

Lo del Zapato de Oro es importante porque fue una de las improntas que inyectó la comunidad andaluza en Elche: mestizaje cualitativo. Yo lo recuerdo vagamente  porque ya estaba en decadencia y me pilló de becario, pero los periodistas más mayores  y los sabios me lo contaron todo.  Habría que profundizar en ello. Brindemos por la Feria de Abril y por la Romería al Pantano. La cultura popular lubrica, sí, y también da votos. La Feria Medieval arrancó en los noventa con brío y esplendor, y con seminarios académicos, querido Miguel, para difundir La Festa en el mundo. Y con Jordi Savall; y María del Mar Bonet invadiendo la Basílica con  El Cant de la Sibi.la. Otro proyecto fallido: ahora lo que tenemos es el Hiperber Medieval, con precios disparatados,  y algún conciertito para disimular. 

Ors aportó dos ideas claves. El Misteri, Patrimonio de la Humanidad,  estaba mejor difundido en los años 50 que ahora: Eugeni d'Ors, Vicent Andrés Estellés; no sé si citó a Joan Fuster de quien me acabo de enterar que era taurino y fan del abuelo del vicepresidente de la Generalitat, Vicente Barreda.... Hay que ponerlo en valor con representaciones diarias en realidad virtual (hologramas) todos los días del año. ¿Sitio? En La Mercé (Clarisas), balbuceó Miguel en la radio. Idea 2: darle un vuelco de 180 grados al yacimiento/museo de La Alcudia, absorbiendo al MAHE, y propiciar todo tipo de actividades para todos los públicos: generar un espacio empático con amplitud de miras. Pendiente está El Palmeral, Patrimonio de la Humanidad... Ese es otro gran debate pendiente. Complejo.

CODA: El concejal y portavoz de EU en el Ayuntamiento de Alicante, Manolo Copé, es desalojado del acto institucional en conmemoración de La Sohah: Auschwitz, liberado en 1945. Apareció con una camiseta en favor de Gaza y y un pañuelo idem, mezclando churras con merina, y delante de las narices del  mismísimo rabino de Alicante. Una cosa es El Holocausto, y otra cosa es la guerra Gaza/Israel. Una cosa es Netayanhu y la ultraderecha israelí, y otra cosa son los cientos de miles de israelís laicos que están hasta el moño de los citados (incluyamos los asentamientos en Cisjordania/Jerusalén Este, 500.000 colonos). Una cosa es el caño. Y otra cosa es el coño. Faltaba una de las presentadoras del Fest/Benidorm, Inés Hernad a quien no tengo el disgusto de conocer, pidiendo el veto a Israel.... una democracia, imperfecta como casi todas.  La Rusia de Putin es una dictadura disfrazada de autocracia, con ínfulas imperiales. Hoy me zampo Crimea, mañana Ucrania y pasado mañana resucito a careta quitada un Gulag en Siberia para toda disidencia política y algún que otro oligarca protestón...