VALÈNCIA. (EP) El PSOE contempla que cargos del partido que salieron derrotados en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo puedan concurrir en las listas para las generales que se van a celebrar el próximo 23 de julio. También dejan la puerta abierta a la inclusión de varios ministros socialistas del Gobierno de Pedro Sánchez, según indican fuentes de la dirección del PSOE.
La idea que manejan en Ferraz es que los ministros querrán ser incluidos en las listas, pero dejan claro que se trata de una decisión de Sánchez. Precisan además que las posiciones de salida en las provincias se tienen que repartir pero aseguran que es una cuestión que todavía no está dilucidada. "Aún no nos hemos puesto a discutir esto y quien diga lo contrario miente", indican.
La única que ha hablado de forma tajante sobre este asunto es la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, que ha descartado que su nombre vaya a aparecer en las listas del PSOE y ha dejado claro que su compromiso con el proyecto no tiene que ver con estar en ellas.
En esta misma línea otras fuentes de la cúpula de Ferraz consultadas por Europa Press dejan la puerta abierta a que cargos del partido que salieron derrotados el 28M puedan aparecer en las listas al Congreso o al Senado, como por ejemplo algún alcalde. Eso sí, subrayan que se trata de una decisión que tomará cada una de las federaciones socialistas.
Algunos de ellos, como el presidente en funciones de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, ya ha adelantado su intención de encabezar la oposición en el parlamento autonómico, después de perder las elecciones ante la suma de PP y Vox. Por tanto, no parece probable su salto al Parlamento nacional, según indican las fuentes consultadas.
Lo mismo ocurre con el presidente en funciones de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que también es miembro de la Ejecutiva Federal como secretario de Política Autonómica, que ha dado señales de querer reincorporarse a su actividad profesional. No obstante, afirmó que iba a intentar gobernar por haber sido la lista más votada y que si no lo consigue facilitará el relevo en el PSOE extremeño.
Sin embargo hay otros casos como por ejemplo el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que perdió el bastón de mando por sorpresa el 28M, que tienen la puerta abierta. En cualquier caso, según subrayan, será decisión en primer lugar de cada uno de ellos y posteriormente del partido en cada federación.
El propio Puente abrió la puerta de su regreso a la política nacional al indicar que después del resultado electoral debe reflexionar sobre su futuro. En concreto ha dicho que tiene que "deshojar la margarita" porque hay gente que quiere que siga en el ayuntamiento de Valladolid y otra que quiere verle en Madrid.
Las fuentes consultadas señalan que la Comisión Federal de Listas --que tiene la última palabra para dar el visto bueno a los nombres-- no se opondrá a incluir a estos cargos territoriales.
Otro de los que perdió su puesto tras las elecciones del domingo es el aragonés Javier Lambán, que reconoció su derrota pero no desveló cuál será su futuro. En este sentido, otras fuentes socialistas, le ven más cerca de ser senador por designación autonómica.
Pedro Sánchez no se ha pronunciado directamente sobre este asunto, aunque sí ha señalado en dos ocasiones que la derrota del 28 M tiene como primera consecuencia que muchos alcaldes y presidentes autonómicos serán apartados de su cargo, pese a su buena gestión.
Otros destacados socialistas como Carmen Calvo, exvicepresidenta primera del Gobierno, se ha puesto a disposición del PSOE para repetir en las listas: "Me gustaría ser parte del futuro". Y José Luis Ábalos sería otro de los exministros dispuestos a repetir en las listas, según señalan fuentes socialistas.
Por otro lado, en el PSOE tienen claro el rumbo que van a seguir en la nueva campaña electoral y que tendrá notables diferencias con la de municipales y autonómicas, basada en propuestas, "en positivo" según repitió en varias ocasiones el propio Sánchez y en la defensa de la gestión a lo largo de la legislatura.
En esta ocasión también se va a sacar pecho de las iniciativas que ha sacado adelante el Ejecutivo pero mucho más centrado en la confrontación con PP y Vox, a quien Sánchez ya ha equiparado al definirles como "derecha extrema y extrema derecha".
En este sentido, fuentes socialistas explican que tratarán de plantear las elecciones como una decisión entre un gobierno progresista o uno de PP con Vox. Así, van a plantear las elecciones como lo que España "quiere ser de mayor", según indican, y si quiere seguir el mismo rumbo que países como Estados Unidos y Brasil con los expresidentes Donald Trump o Jair Bolsonaro.
A este respecto, las fuentes consultadas rechazan que se trate de una repetición de la estrategia utilizada por los socialistas en las elecciones andaluzas del 19 de junio de 2021, en las que el PSOE trató de explotar el miedo a Vox. El resultado fue la primera mayoría absoluta del PP en esta comunidad.
Sin embargo, en el PSOE no consideran que haya ninguna prueba de que fuera esa estrategia la que falló en esos comicios, e indican que ya existía una ola de cambio en Andalucía que precipitó los malos resultados. Además consideran que el efecto pernicioso que Trump y Bolsonaro causaron en sus sociedades aún están vivas en el imaginario colectivo. Por tanto, según indican, seguirán incidiendo en esa línea.
Por último otra de las claves de la campaña socialista será la apelación al voto útil, para intentar aglutinar el mayor voto posible de la izquierda.
En este sentido consideran que una de las lecciones de los resultados del 28M es que la fragmentación penalizó gravemente a los partidos a la izquierda del PSOE por lo que van a insistir en agrupar los votos progresistas en el PSOE como el modo más útil de evitar un gobierno de PP y Vox.
Esperan además que tanto Podemos como Sumar se pongan de acuerdo y lleguen a un pacto próximo para concurrir juntos y evitar una sopa de siglas que desperdicie votos.