VALÈNCIA. La financiación autonómica podría pasar a ser el primer gran asunto de consenso esta legislatura entre el PP y Compromís. El acuerdo total de los partidos, eso sí, se antoja prácticamente imposible puesto que el PSPV y Vox se han desmarcado por el momento. Así, se está dando la circunstancia de que los populares y la coalición dejen descolgados a sus respectivos socios de bloque ideológico. Una pinza en toda regla –con una consiguiente división a izquierda y derecha– que, si bien no ha sido la única entre ambas formaciones –hubo varias en las anteriores legislaturas y pactaron el reparto de la Mesa de Les Corts el año pasado–, sí sería la primera a la hora de reclamar un tema fundamental de la agenda valenciana tras el cambio de Gobierno en la Generalitat.
El primer paso de esta alianza se ha dado esta semana en Les Corts. El PP presentó una Proposición No de Ley (PNL) para exigir al Gobierno central la implantación de un fondo de nivelación hasta que se reforme la financiación autonómica. Tras negociaciones con Compromís, con los que han transaccionado una enmienda, la iniciativa ha salido adelante con el apoyo de la coalición, mientras que Vox –socios de Gobierno de los populares– y el PSPV la han rechazado.
El resultado de todo ello es más simbólico que otra cosa, pero desde luego tiene su meollo. Una PNL no es vinculante y el Ejecutivo de Pedro Sánchez puede no hacer ni caso. Que es lo que seguramente ocurrirá. Pero sirve para evidenciar los posicionamientos de los grupos en Les Corts y les obliga a retratarse con su voto.
Se trata de lo que buscaba el PP y Compromís ha decidido entrar en el juego. De un lado, logra que salga adelante algo con el voto de la derecha dividido; de otro, se distancia del PSPV. Los populares, por su parte, consiguen asimismo distanciarse de Vox y dividen a la izquierda, evidenciando la incómoda posición en la que se tienen que mover ahora los socialistas.
En la sesión de control de este jueves, el portavoz de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví, subió a la tribuna para tenderle la mano al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y tratar su propuesta de una Ley de Trato Justo. Esta propuesta recoge tres reivindicaciones: la reforma del sistema de financiación autonómica, el fondo de nivelación y la regularización de la deuda histórica.
Baldoví señaló igualmente que se ha reunido con la vicepresidenta del Consell y responsable de Servicios Sociales, Susana Camarero, para dar curso a la Ley de Accesibilidad Universal, que estaba muy avanzada en la anterior legislatura pero no llegó a aprobarse, por lo que propondrán al PP que la aprueben.
Para el síndic de Compromís, estos posicionamientos demuestran que "no miran colores", aunque pidió a los populares que sean coherentes en su voto porque él es "como Santo Tomás": "Hasta que no lo vea, no me lo creeré".
En su respuesta, Mazón, quien se congratuló por que la coalición se quiera reunir con él once meses después de que sea presidente de la Generalitat, se mostró abierto a negociar la ley que han planteado tras pactar la PNL. Según fuentes de ambos partidos, los dos dirigentes se han emplazado a una reunión en el Palau durante las próximas semanas. Un encuentro enfocado a salir de él con acuerdos y que, seguramente, se desarrolle bastante mejor que el que mantuvieron el jefe del Consell y la líder del PSPV, Diana Morant, que acabó con cero unidades de grandes acuerdos.
Lo que salga de ahí, en todo caso, tampoco es sencillo. La ley de Compromís comporta que ésta vaya posteriormente al Congreso. Algo que puede incomodar al propio PP, donde las posturas territoriales no van al unísono. Baldoví avisó a Mazón: "Queremos discutir nuestra ley y para que tenga éxito solo hace falta una cosa: coherencia. Que voten aquí lo mismo que en Madrid. Nos podemos reunir cuando quiera y como quiera. Pero le pido que no haya un abismo entre las palabras bonitas y su voto".
A la espera de lo que salga de esa cita, la escenificación y los posicionamientos en Les Corts ya resultan relevantes de por sí. Mientras Baldoví tendía la mano a Mazón, el portavoz del PSPV, José Muñoz, le espetaba desde su escaño al primero: "¡No pactéis!". Unas palabras que demuestran el malestar de los socialistas con el acercamiento de la coalición a los populares.
Pero Compromís salió a defender su posición de manera tajante. "Yo pacto con el demonio si es en beneficio de los cinco millones de valencianas y valencianos", manifestó Baldoví en declaraciones a los medios. "En este tema no puede haber fisuras. Nosotros podemos ir con la cara bien alta porque decimos lo mismo aquí y en Madrid y gobierne el PP o el PSOE. Pedimos un fondo de nivelación. No entiendo que el PSPV no se sume, pero este tipo de juego ya lo hemos visto al revés cuando el PP mandaba en Madrid. Espero que recapaciten. Sería una decepción que el PSPV votara en contra de abordar un nuevo modelo de financiación, de que el día siguiente de su aprobación haya un fondo de nivelación y de que si en seis meses no hay un acuerdo que la población de derecho sea el mejor modelo. A mí me daría vergüenza votar en contra de cosas que cinco millones de valencianos vemos justo y normal", afirmó.
Militantes de Madrid, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Galicia y Extremadura reclaman un sistema justo y multilateral