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análisis Ap - sánchez toma aire en euskadi y cataluña aunque con buenos resultados del pp

El PPCV parte como favorito frente al PSPV en las europeas, el primer gran termómetro para 2027

Foto: EP/Rober Solsona
14/05/2024 - 

VALÈNCIA. El próximo 9 de junio tendrán lugar las elecciones europeas. Unos comicios que pueden considerarse el primer gran termómetro de cara a futuros compromisos con las urnas, como por ejemplo las autonómicas -si no se adelantan- de 2027. Es cierto que todavía queda mucho tiempo para esa cita, pero se acerca el primer aniversario de la victoria del PP en la Comunitat Valenciana, que selló un pacto exprés con Vox para gobernar en la autonomía, por lo que estas elecciones pueden significar un primer gran sondeo para evaluar el estado de las diferentes marcas en el ámbito regional.

Es cierto que estos comicios, que se rigen por circunscripción única, tienen un marcado carácter estatal. Es decir, el voto viene especialmente influido por la agenda nacional. No obstante, no son pocos los analistas que consideraron que los comicios valencianos de 2023 se resolvieron también por una ciudadanía que depositó su papeleta, en muchos casos, especialmente condicionada por los debates estatales y no tanto por el escenario autonómico.

Así, al margen de la batalla que se libra entre las dos grandes fuerzas políticas -PP y PSOE- en España, también existe una pugna específica en los territorios, como es el caso de la Comunitat Valenciana. Un buen resultado para los populares tanto en el marco nacional como en el autonómico, contribuirá a reforzar al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, cuyos principales sobresaltos en este primer año han llegado de ciertas posiciones adoptadas por su socio en el Consell, Vox, algo que ha aprovechado la oposición para focalizar sus críticas y, de esta manera, movilizar a su electorado. En la otra orilla, la nueva líder del PSPV, Diana Morant, saldría airosa si consiguiera que en la Comunitat los votos socialistas, aunque por debajo, estuvieran cerca de los populares, tal y como ocurrió en las elecciones generales.

Por partes. Según todos la gran mayoría de los sondeos -excepto el CIS que apunta a cierta igualdad-, el PP liderado por Alberto Núñez Feijóo parte como favorito para ser la fuerza más votada en estas elecciones con cifras que se mueven entre los 24 y los 26 eurodiputados, frente a los 18 o 19 del PSOE capitaneado por Pedro Sánchez. Una condición de favoritos que también se da en la Comunitat Valenciana si se atiende además a los resultados de las dos grandes elecciones celebradas el pasado año: según el archivo electoral de la Generalitat, el PP sacó en las autonómicas 881.893 votos frente a los 708.142 del PSPV, mientras que en las generales de julio los populares consiguieron 922.064 frente a los 849.620 de los socialistas.


De esta manera, todo apunta a que en la Comunitat el PP debería ser la fuerza más votada y, para los socialistas valencianos, un buen resultado será situarse lo más cerca posible de la formación popular. Si se manifiesta igualdad o incluso un adelantamiento del PSPV, se encenderían todas las alarmas en la Generalitat, especialmente si no es un resultado generalizado, puesto que querría decir que el votante de izquierda se ha movilizado notablemente tras el primer año en el Consell PP-Vox o que los votantes conservadores se han quedado en casa.

De hecho, si se analizan resultados pasados, por ejemplo las generales y las europeas de 2019, donde en la Comunitat el PSPV fue la fuerza más votada, puede observarse que los socialistas sacaron unos resultados buenos 700.159 votos y 763.120 respectivamente, mientras que los populares sólo consiguieron 584.415 y 522.602. Es decir, sufrieron una carencia clara de movilización.


Ahora bien, a priori son varios los indicadores que no apuntan a que se dé esta situación en el PP. Es cierto que los socialistas vienen de cosechar dos buenos resultados en las elecciones vascas y en las catalanas. En las primeras, subieron dos escaños en un escenario de gran competencia entre PNV y Bildu; mientras que en las segundas celebradas este domingo consiguieron ser la fuerza más votada con un incremento de nueve escaños. No obstante, también se ha apreciado en estos comicios un ascenso interesante del PP: 37.000 papeletas más, que se tradujo en el aumento de un solo diputado. Una mejoría más palpable se ha producido en Cataluña: el PP ha subido más de 230.000 votos (nutriéndose del electorado de Ciudadanos en buena parte) y ascendiendo en 12 escaños hasta alcanzar los 15, unos comicios en los que la participación ha aumentado hasta llegar al 58%.


Unos datos que apuntalan el favoritismo del PP de cara al 9J, dado que todo parece indicar que, al menos a día de hoy, el electorado conservador está movilizado de cara a la cita con las urnas. Al menos es lo que se desprende de las dos elecciones anteriores pero también de la tercera, celebrada en Galicia, donde los populares perdieron dos escaños pero ganaron casi unos 85.000 votos, un resultado que les sirvió para mantener la mayoría absoluta.

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