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Cinema Jove, Sagunt a Escena y Dansa València 

El IVC asegura la continuidad de las direcciones de sus festivales y Espai LaGranja hasta 2025

12/12/2022 - 

VALÈNCIA. Hace apenas dos años que el Institut Valencià de Cultura (IVC) dio con la clave para estabilizar las direcciones de sus principales festivales -Sagunt a Escena, Dansa València y Cinema Jove- así como del centro de producción Espai LaGranja. Tras lanzar una licitación simultánea, los cuatro espacios renovaron direcciones -en el caso del festival de cine mantuvo a Carlos Madrid, aunque con una nueva fórmula de contrato-, un cambio que ahora llega a su fin. Tras dos años al frente de sus respectivos proyectos culturales, los cuatro contratos finalizarán en apenas unas semanas... o no. El contrato prevé una posible prórroga por otros dos años que desde el Institut Valencià de Cultura se da por hecha, asegurando las direcciones hasta el año 2025 y manteniendo la estabilidad durante el periodo electoral. “Doy por hecha esa renovación. Creo que tanto María Jose Mora en Dansa València, como Guillermo Arazo en Espai LaGranja, como en el caso de Sagunt a Escena, se está haciendo un trabajo muy importante. Dos años es un periodo muy corto”, explica el director adjunto de artes escénicas del IVC, Roberto García. 

“Creo que hay que darle toda la vida que permita legalmente a esa licitación. En el caso de Dansa València ya estamos pensando incluso en 2024. Como institución pública se trabaja con muchísima antelación, así que esa perspectiva de futuro indica que hay una continuidad”, añade García a preguntas de ese diario. El director adjunto subraya así el trabajo que han realizado las nuevas direcciones, con una especial mención a Espai LaGranja, que partía “un poco más de cero” al haber redefinido en gran medida su proyecto. Con Guillermo Arazo al frente, su llegada supuso un punto y aparte al proyecto, reconvirtiendo el espacio, con sede en Burjassot, en un proyecto de nuevo cuño que complementa la oferta de exhibición del IVC y que se plantea como un lugar de conexión con el sector e investigación en torno a las artes vivas. 

“Es uno de los proyectos más ilusionantes y con margen de más futuro que tenemos entre manos. El hecho de que no sea un teatro de exhibición sino que sea un espacio de investigación, de mediación y de formación lo convierte en un lugar muy interesantes desde muchos puntos de vista”, relata Roberto García en una entrevista publicada hace unos días por Culturplaza. La ambición por parte de la dirección adjunta está, aunque también las cuentas pendientes para hacer que pueda crecer y cumplir todos aquellos objetivos que se ha marcado. “El problema de LaGranja en este momento, y desde hace tiempo, es que para que todo este proyecto se implemente hace falta una dotación de personal que ahora no existe, algo que me duele profundamente y que Guillermo Arazo vive en primera persona”. 

También Dansa València cambió el rumbo del proyecto en enero de 2021, aunque en menor medida, con la llegada de María José Mora. De esta forma, en estos casi dos años el festival ha buscado ampliar la mirada y no centrarse únicamente en la exhibición, ampliando su campo de acción impulsando proyectos enfocados a la industria y desarrollando proyectos, como el programa de residencias, que abarcan todo el año, no solo los días del festival. “Dansa València es un organismo que está desarrollando muchas caras. Está la parte más visible y circunscrita a un periodo concreto, que es la parte de festival, de exhibición, pero poco a poco ha ido cogiendo fuerza esa parte de motor de feria, de dinamizador de cara a las compañías […] Dansa València tiene un camino muy interesante a recorrer y muy necesario”. 

La tercera pata del banco de arte escénicas es Sagunt a Escena, que desde hace dos años está gestionado por la empresa Pro21 Cultural, con Inma Expósito a la cabeza, una gestión marcada por la intención de abrir el festival desde el punto de vista de disciplinas y públicos. Será en 2023 cuando el festival celebre su 40 aniversario, algo en lo que desde la empresa ya están trabajando. La propia Expósito así lo desvelaba en una entrevista a este diario el pasado mes de agosto: “Ya estamos teniendo algunas ideas que nos gustaría hacer. No se va a ir muy lejos de la línea que llevamos hasta el momento, aunque obviamente ojalá pudiéramos crecer, generar alguna actividad continuada durante el año trabajando con distintos colectivos. Bajo el mantra de la fidelización del público nos gustaría trabajar con los CEFIRE, por ejemplo. Queremos crecer más allá de las fechas del festival de agosto, con distintas acciones expandidas”.  

En el caso de Cinema Jove, también Francesc Felipe, nuevo director adjunto de audiovisuales del IVC, afirma taxativamente la continuidad del responsable del festival: "Carlos Madrid seguirá al frente de Cinema Jove", respondía a este diario. De todas las licitaciones que se resolvieron ahora hace dos años, Madrid era el único que, en realidad, se mantenía en el puesto que estaba ejerciendo. Desde la salida de Rafa Maluenda, a finales de 2017, se hizo cargo del certamen internacional, si bien lo ha hecho sufriendo los vaivenes de la administración que experimentaba diferentes maneras de contratarle. De hecho, la inestabilidad de Cinema Jove, que estuvo cerca de no celebrarse en más de una ocasión, fue una de las principales razones de encontrar la fórmula de las externalizaciones.

Estos dos años de estabilidad se han notado claramente en el resultado final de la selección del festival y en el despliegue de actividades paralela. Un pulso que recupera después de quedarse atrás, especialmente durante el peor momento de la pandemia. Ahora, con el viento de cara, Madrid demuestra hasta dónde puede llevar a Cinema Jove.

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