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análisis

El informe laboral de EEUU supera las previsiones y el dólar continúa su carrera alcista

Foto: PIXABAY/PEXELS

Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia


14/01/2025 - 

El incesante repunte del dólar ha continuado una semana más, impulsado por la fuerte subida de los rendimientos de los bonos estadounidenses y los indicios de que la mayor economía del mundo está, una vez más, cobrando impulso.

Las perspectivas de que la Reserva Federal baje los tipos en 2025 se están desvaneciendo rápidamente, y el importante tipo del Tesoro a 10 años ha subido 120 puntos básicos desde la primera reducción de tipos en septiembre, una respuesta cuanto menos inusual a la relajación de la Reserva Federal. Las divisas de los mercados emergentes también están cayendo, aunque la perdedora de la semana ha sido claramente la libra esterlina, cuya caída se ha visto acelerada por una preocupante venta masiva en los mercados de bonos. Mención especial merece el real brasileño, que cerró la semana sin cambios frente al dólar y, por tanto, al alza frente a casi todas las demás divisas importantes, señal de que la brutal liquidación de la moneda a finales de 2024 puede haberla convertido finalmente en un valor atractivo.

Los datos de inflación de EEUU y Reino Unido de esta semana (ambos el miércoles) serán absolutamente clave para los mercados. Sus respectivos mercados de deuda soberana miran con aprensión la avalancha de nuevos bonos que estos gobiernos necesitan emitir, y la inflación subyacente en ambos países se mantiene sólidamente por encima del 3%, lo que no ayuda. Por el momento, la subida de los tipos nacionales está apoyando al dólar, mientras que tiene el efecto contrario en la libra esterlina. Esta semana será tranquila en la Eurozona, por lo que la moneda común debería cotizar principalmente en función de lo que suceda en otros lugares.

Euro

El euro volvió a tener una semana difícil frente al dólar, impulsado a la baja por el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro y otro sólido informe sobre las nóminas en Estados Unidos. No obstante, hay que señalar que la subida de los tipos en los mercados de bonos de la zona euro casi igualó a la de EEUU, y que la diferencia de rendimientos lleva varias semanas reduciéndose, lo que debería favorecer a la moneda común. De hecho, las noticias macroeconómicas de la semana pasada fueron ligeramente optimistas, sobre todo los últimos datos de desempleo y las cifras revisadas de los índices de gestores de compras (PMI), lo que da motivos para un optimismo muy cauto respecto a la economía de la zona euro.

Sin embargo, la inflación subyacente de la zona euro sigue estancada en una tasa anual del 2,7%, donde ha permanecido durante los últimos cuatro meses, y los miembros del BCE vigilarán de cerca el reciente repunte de la principal medida de la inflación, que ha vuelto a su nivel más alto desde julio. Con los factores adversos de los rendimientos disminuyendo, y la divisa a un nivel innegablemente barato, creemos que incluso noticias ligeramente positivas de la Eurozona ayudarían a estabilizar la moneda común..

Dólar

El informe de nóminas de EEUU de diciembre fue muy sólido, lo que confirma que la Reserva Federal tendrá dificultades para encontrar justificaciones para nuevos recortes, al menos por el momento. De hecho, los mercados prevén ahora una única reducción de tipos de 25 puntos básicos para todo el año 2025, lo que, en la práctica, probablemente se redondee en ningún recorte.

Tras el pésimo comportamiento de los mercados de renta fija estadounidenses en general, el informe del IPC de esta semana será clave. Los economistas esperan que el índice subyacente mensual baje de los niveles anualizados del 3-4%, en los que se ha mantenido durante los últimos cuatro meses, a un 2-2,5% más favorable para la Reserva Federal. De lo contrario, podrían reavivarse las turbulencias en el mercado de renta fija estadounidense, que ya tiene que hacer frente a la perspectiva de un muro de oferta provocado por el abultado déficit fiscal. La clave para el mercado de divisas será el momento en que la venta de bonos del Tesoro se convierta en un factor negativo para el dólar, en lugar de positivo, como ya ha ocurrido en el Reino Unido.

Libra

Aunque la violencia de los movimientos en el mercado de los bonos no fue comparable a la que vimos en 2022 tras el minipresupuesto de Liz Truss, una caída de 25 puntos básicos en tan sólo una semana en la que no se publicaron noticias económicas o políticas importantes sigue siendo una caída notable. La libra reaccionó mal a la agitación, cayendo frente a todos sus pares europeos un 1% o más. Parece tratarse de una reacción negativa retardada a los detalles del presupuesto de otoño, ya que los inversores se muestran preocupados por el impacto de las medidas fiscales del Gobierno sobre el estado de las finanzas públicas y la economía.

Creemos que el telón de fondo para la libra esterlina es significativamente mejor de lo que era tras el desastre presupuestario de Truss: los tipos más altos del Banco de Inglaterra son favorables, y hay perspectivas creíbles de una mejor relación con la UE en materia de comercio, lo que los inversores ven claramente como alcista para la moneda británica. Sin embargo, parece cada vez más necesario que los laboristas lleven a cabo recortes del gasto para estabilizar plenamente el mercado de bonos soberanos del Reino Unido, que sigue siendo vulnerable a cualquier sorpresa negativa en materia de inflación.

Yen

El yen ha empezado el año con bastante solidez, y actualmente se sitúa sólo por detrás del dólar estadounidense y el canadiense en la jerarquía del G10. Creemos que este comportamiento relativamente bueno puede atribuirse en parte a la valoración, mientras los inversores consolidan sus apuestas a favor de una subida de los tipos del Banco de Japón en 2025. Aunque el anuncio de diciembre del Banco de Japón no hizo más que decepcionar a los alcistas del yen, sigue existiendo un amplio consenso en que la subida de tipos está en camino, con un total de 50 puntos básicos de subidas de aquí a finales de año.

En los mercados de swaps, la probabilidad de una nueva subida de tipos en enero se sitúa en torno al 50/50, aunque la proximidad de la reunión a la toma de posesión del presidente electo Trump sugiere que quizá haya que esperar hasta marzo. Las comunicaciones del subgobernador del banco, Himino, se seguirán de cerca esta semana, y los inversores aguardan con impaciencia cualquier pista que pueda referirse a las perspectivas y el calendario de nuevas subidas.

CNY

El reciente salto del tipo de cambio USD/CNY por encima de la marca clave de 7,30 ha suscitado dudas sobre el grado de disposición de China a apoyar la divisa. Teniendo en cuenta el aluvión de acciones y señales del banco central en los últimos días, parece que, al menos por ahora, los responsables políticos siguen empeñados en evitar fuertes caídas del tipo de cambio. Las fijaciones del CNY han sido firmes, la retórica del PBOC sugiere determinación para contrarrestar las acciones que perturban el mercado, las compras de bonos se han pausado y el banco central planea absorber liquidez en yuanes en el extranjero mediante una subasta récord de billetes en Hong Kong. Esto no deja lugar a dudas de que el banco central está decidido a estabilizar el tipo de cambio.

Por otra parte, la inflación se ralentizó en diciembre hasta el 0,1%, lo que apunta aún más a la debilidad de la demanda interna. Esta semana se publicará una miríada de datos que ayudarán a obtener una mejor lectura del estado de la economía a finales de año, con las cifras comerciales, el PIB del cuarto trimestre y el volcado mensual de datos. El destino del yuan en los próximos días dependerá en parte de si vemos señales de un giro a mejor.

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