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en busca de ser un destino laboral para estos perfiles

El impacto de los nómadas digitales en el ecosistema emprendedor

27/02/2023 - 

VALÈNCIA. Es difícil saber si la Ley de Startups ha favorecido la llegada de nuevos nómadas digitales a nuestro país porque no existe aún un censo oficial que lo notifique, pero sí que este era uno de los objetivos perseguidos por la norma convencidos de su capacidad para atraer y repatriar talento emprendedor. De aquí que numerosas ciudades estén llevando a cabo iniciativas encaminadas a convertirse en destino laboral preferente de los nómadas digitales suavizando las condiciones residenciales y fiscales. 

Por ahora, parece que en España gana la Isla de Gran Canaria como zona preferida, según el ranking de Nomad List, plataforma de referencia global para quienes quieren trabajar en remoto. Aunque muy por detrás de la isla, entran también en liza ciudades como Valencia, Alicante, Barcelona, Málaga, o Madrid.

Sin embargo no se trata solo de captar a nómadas digitales, sino también, como recuerda Héctor Mata, CEO de Shakers, “de generar riqueza. La mejor forma de hacerlo es retenerlos el mayor tiempo posible con miras a que puedan constituir una empresa en nuestro país y porque los impuestos se pagan en el país en el que resides la mayor parte del año. De manera que si vienen solo con perspectiva de pasar uno o dos meses de verano alternando una estancia vacacional con el teletrabajo se ceñirán a la fiscalidad de su propio país”.

En este sentido, como señala Clara Sterling, la estancia media de un nómada digital en un mismo emplazamiento oscila entre 3 y 5 meses pudiendo cambiar de localización hasta 3 veces al año.

Las condiciones

Al objeto de dilatar su estancia en nuestros país, sería conveniente, en opinión de Mata, eliminar trabas burocráticas y allanar el camino lo máximo posible a quienes quieran fijar aquí su estancia. En esta dirección apunta el denominado visado para los nómadas digitales, en vigor desde el pasado mes de enero. Conforme a este, los trabajadores con pasaporte europeo pueden trabajar aquí durante 6 meses continuados sin necesidad de registro oficial de ningún tipo. Para permanecer un año, deberán disponer del visado digital, con la posibilidad de ampliarlo hasta un máximo de 5 años siempre y cuando se mantengan las condiciones que generaron el derecho.

Pero hay más exigencias. Para solicitar la visa hay que rellenar el formulario pertinente, pagar las tasas correspondientes, contratar un seguro de viaje, otro médico si no eres ciudadano comunitario, presentar documentación bancaria que demuestre sus ingresos, acreditar que eres un trabajador en remoto o demostrar el nivel de estudios y experiencia profesional, entre otros.

Si trabajan como freelancers prestando servicios profesionales a otras corporaciones, que es el match que hacen los algoritmos de Shakers, deberán darse de alta en el Régimen de Autónomos. Esto, a juicio de Mata, supone ya una primera barrera disuasoria teniendo en cuenta que España está entre los primeros países con las cuotas de autónomo más elevadas. 

Barreras bancarias

Tampoco el sistema bancario nacional ha arbitrado medidas que faciliten las cosas a los nómadas digitales. Así lo observan al menos en Wise, empresa británica con presencia en España especializada en la gestión de dinero electrónico a través de su página web y aplicación móvil. Tras revisar los requisitos de apertura de 7 cuentas para profesionales de diferentes bancos españoles, dicen haber detectado barreras como la imposibilidad de abrir una cuenta online o la necesidad de contar con un NIF o NIE para hacerlo, “unas exigencias poco convenientes para el estilo de vida de los nómadas digitales”, afirman.

Recuerdan también que para estos profesionales nómadas es fundamental disponer de una cuenta en euros, no solo para hacer gestiones diarias, domiciliar pagos, enviar transferencias o retirar efectivo, sino también para cobrar a sus posibles clientes españoles. 

El caso de Valencia

Entre esos pagos que han de afrontar los nómadas digitales, a veces incluso antes de llegar a España, se encuentran el alquiler del alojamiento o un espacio de coworking donde trabajar. A procurar alojamiento a los nómadas digitales es precisamente a lo que se dedican en Enso Co-living. La startup, nacida en Barcelona en diciembre de 2019, acaba de desembarcar en Valencia con su propuesta de alquiler flexible de habitaciones, a lo que añaden capas de servicio para teletrabajar.

Para abordar la expansión en la ciudad, se ha trasladado Clara Sterling Head of Real Estate de la compañía. La calidad de vida, el coste general, el mar o las buenas conexiones son algunos de los puntos fuertes con los que esta emprendedora justifica el enorme potencial que encuentran en Valencia para seguir creciendo.

Sterling desconoce la cifra exacta de los visados digitales que se han podido expedir en Valencia pero valga como dato orientativo del interés que genera la ciudad a estos profesionales las 60 personas que tiene ya Enso Co-living en lista de espera en apenas unos días que llevan aquí.

En cuanto al tipo de inmuebles que ofrecen, corresponden en su mayoría a casas grandes de alrededor de 150 metros cuadrados, ubicados en el centro de la ciudad, con 3-4 habitaciones y 2 baños. La intención es firmar en el plazo de tres meses alrededor de 25 unidades de pisos. El impacto positivo en el sector inmobiliario de este colectivo global es, pues, interesante, igual que para el hostelero, opción que eligen los más pudientes. 

En cuanto a la media del dinero mensual que suelen gastar los nómadas digitales sumando todos los gastos, desde el alojamiento hasta la comida, el transporte o el ocio, la estimación que ofrece Sterling oscila entre los 1.200 y los 1.300 euros. En lo que respecta a los ingresos mensuales medios de los nómadas digitales algunas fuentes los sitúan en 4.500 dólares, aunque habría que distinguir entre los nómadas digitales que trabajan a tiempo completo (la mayoría), de los que lo hacen a tiempo parcial.

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