VALÈNCIA (EFE). A partir del próximo 1 de enero, la OMS incluirá, en su nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), el ictus como una enfermedad del sistema nervioso y no del aparato circulatorio, revisión que ha sido aplaudida por la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El presidente de la SEN, José Miguel Láinez, jefe del servicio de Neurología del Hospital Clínico de València, ha explicado que el hecho de que el ictus estuviera clasificado como enfermedad circulatoria llevaba a que se confundiera con una enfermedad de corazón y "confundir las enfermedades cerebrovasculares con las cardiovasculares ha generado problemas en la población a la hora de identificar los síntomas, algo realmente peligroso porque tratar a tiempo un ictus es importantísimo".
Además y según el presidente de la SEN, "el sistema de clasificación de la OMS tiene una gran impacto en cómo asignan los gobiernos los fondos económicos a la investigación, a los tratamientos y a las infraestructuras hospitalarias".
Y si las cifras no se registran de manera correcta, ha subrayado Laínez, es muy difícil llevar a cabo campañas de información general que permitan fomentar el conocimiento de las enfermedades cerebrovasculares por parte de la población.
Otro de los problemas que generaba la antigua clasificación de la OMS es que producía confusión en los análisis estadísticos. Al clasificar de manera correcta las enfermedades cerebrovasculares, las cifras de personas afectadas es más precisa y estas enfermedades logran mejor atención.
El ictus es la segunda causa de muerte en la población española (la primera en las mujeres) y la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto.
Pese a ser una urgencia médica, el 50 % de la población desconoce cuáles son los síntomas de un ictus.
En España, unas 110.000 personas sufren un ictus cada año, de los cuáles al menos un 15 % fallecen y, entre los supervivientes en torno a un 30 % se queda en situación de dependencia funcional.
El 1 de enero, entrará en vigor la undécima Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud de la OMS, una herramienta que busca la estandarización mundial de los datos que los países miembros recogen en el ámbito de la salud, según el diagnóstico de los pacientes.
La SEN ha recordado que la comunidad neurológica internacional llevaba años luchando por intentar que se clasificara correctamente esta enfermedad, por los problemas estadísticos que generaba y también por la confusión que creaba en la población a la hora de entender en qué consisten las enfermedades cerebrovasculares.