MADRID (EP). El Ibex 35 ha concluido la primera semana de septiembre con un retroceso de un 2%, hasta situarse en los 11.173,0 puntos, afectado por los descensos de Wall Street -especialmente de las tecnológicas- y las dudas de los inversores en torno a la evolución de la política monetaria estadounidense tras la llegada de débiles datos macroeconómicos.
Según los datos del mercado consultados por Europa Press, el principal indicador del parqué español ha cortado este viernes -jornada en la que ha restado un 0,89%- una racha de tres semanas consecutivas al alza que le permitieron cerrar hace siete días en los 11.400 enteros, próximo a los máximos anuales cosechados a principios de junio en los 11.444 enteros.
Pese a este descenso semanal, el Ibex acumula una revalorización en lo que va de año de un 10,6%. Entrando al detalle de la evolución de esta semana, el analista de XTB, Joaquín Robles, ha explicado que el mercado laboral estadounidense volvió a dar señales de debilidad, lo que llevó a pensar a muchos inversores si la Reserva Federal (Fed) Fed ha llegado tarde para evitar una contracción económica.
En concreto, los datos adelantados esta semana en Estados Unidos, como la encuesta de vacantes de empleo Jolts de julio y el informe de empleo privado ADP de agosto apuntaban a cierta debilidad en el mercado de trabajo; asimismo, también en esa dirección de debilidad figuraban referencias como la actividad del sector manufacturero.
Este viernes se ha publicado que la economía estadounidense generó 142.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas en agosto, una cifra muy superior a los 89.000 creados en julio, mientras que la tasa de paro bajó una décima, hasta el 4,2%.
En opinión de este experto, los datos han sido lo suficientemente débiles como para hacer que la Fed se muestre más moderada, pero no lo suficientemente débiles como para confirmar los temores de una recesión: "Parece que seguimos en camino de un aterrizaje suave", ha vaticinado.
En consecuencia, Robles ha manifestado que ahora que los bancos centrales parecen dispuestos a iniciar o continuar el ciclo de bajadas, las especulaciones se centran en el ritmo: "Las expectativas de un recorte de 50 puntos básicos aumentaron hasta el 35% frente al 65% de un movimiento de 25 puntos básicos".
Dentro de la agenda macroeconómica europea, esta semana ha destacado que el producto interior bruto (PIB) de la eurozona y del conjunto de la Unión Europea creció un 0,2% en el segundo trimestre respecto de los tres meses anteriores, por lo que se ha reducido para ambas regiones en una décima el ritmo de expansión observado durante el primer trimestre, según la tercera lectura del dato publicada por Eurostat.
De su lado, la producción industrial de Alemania en julio ha registrado una caída de un 2,4% en tasa mensual, muy por encima de lo esperado por el mercado, que había limitado el retroceso al 0,4%.
En el terreno empresarial español, la semana ha estado condicionada por los resultados de la empresa de cosmética catalana Puig tras haber obtenido un beneficio neto atribuido de 154 millones de euros en los seis primeros meses del año, cifra un 27% inferior a la del mismo periodo de 2024.
Por otra parte, el Banco Central Europeo (BCE) notificó este jueves a BBVA su decisión de no oposición a la toma de control de Banco Sabadell como resultado de la oferta pública de adquisición (opa) que ha planteado. Esta misma semana también recibió el visto bueno de los reguladores británicos de su control indirecto de TSB, que es filial de Sabadell.
Asimismo, cabe destacar que las acciones de Repsol han caído a mínimos de finales de 2022 ante el desplome de los precios del crudo en los mercados internacionales.
Grifols también ha encadenado retrocesos de consideración después de conocerse que la firma Brookfield Capital Partners ha supeditado su oferta pública de adquisición (OPA) sobre la compañía de hemoderivados a pagar menos por este tipo de acciones.
Ante esta coyuntura, los valores con peor desempeño semanal han sido Puig (-16,4%), Grifols (-7,13%), BBVA (-7,07%), Sabadell (-7%), Acerinox (-5,93%) y Repsol (-5,86%).
En el extremo opuesto se han prodigado los valores inmobiliarios y energéticos, que serían los más favorecidos en un escenario de relajación monetaria: Colonial (+5,55%), Merlín (+3,6%), Acciona Energía (+3,35%), Acciona (+3,19%) e IAG (+3,09%).
La evolución bajista ha sido el denominador común en Europa: Londres ha restado un 2,6%; Milán un 3,15%; Fráncfort un 3,2% y París un 3,65%. Al otro lado del Atlántico, el S&P 500 y el tecnológico Nasdaq marcaban retrocesos semanales, respectivamente, de un 3% y casi un 5% por las dudas en torno a la evolución de la Inteligencia Artificial (IA) y las compañías de semiconductores, como Nvidia.
En otros mercados, el petróleo continúa expuesto a las débiles perspectivas en la demanda, especialmente en China, en tanto que el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se abarataba esta semana un 7,5%, a 71,1 dólares, mientras que el de Texas se depreciaba un 8%, hasta los 67,65 dólares.
El euro se apreciaba en la semana un 0,23%, hasta alcanzar un tipo de cambio de 1,1074 dólares, mientras que el bono español a diez ha cerrado en el 2,992%, con la prima de riesgo (el diferencial con el bono alemán) en los 82,5 puntos.
La onza de oro troy se moderaba un 0,4% en la semana, haciendo equilibrios en los 2.500 dólares, mientras que el bitcóin se desplomaba un 8,5%, hasta negociarse en 54.000 dólares, por las salidas netas en los ETFs (fondos cotizados) de este tipo de activos.
La próxima semana seguirá marcada por la evolución de los datos económicos y las perspectivas sobre los recortes de tipos, en tanto que entre las referencias más destacadas se encuentra la reunión de tipos del BCE.
Según Robles, se espera un recorte de 25 puntos básicos de los tipos de interés por segunda vez en el año, mientras que en Estados Unidos destacará el dato de IPC correspondiente al mes de agosto, del que se espera que vuelva a ser inferior al 3%.
Respecto a la publicación de resultados empresariales, en España lo hará Inditex y en Estados Unidos Oracle y Adobe.