ALICANTE. La Generalitat Valenciana hace meses que ha presentado el denominado plan Vertido Cero, con el que quiere reutilizar el agua tratada las depuradoras de L'Alacantí -Rincón de León y Orgegia- para más soberanía hídrica en la provincia de Alicante y destinar esos caudales al riego. Ese plan se ha presentado en reiteradas ocasiones, con una inversión 80 millones de euros, financiados por el Gobierno central a través de los fondos Next Generation.
El proyecto se complementa con los 40 millones que aportará la Generalitat, a través de la Entidad de Saneamiento, para complementar los flujos de las tres depuradoras de L'Alacantí (Rincón de Leon, Orgegia y Alacantí Nort (Sant Joan y El Campello)-
Ahora, con el decreto de sequía, el Ministerio de Transición Ecológica ha ampliado la inversión en el proyecto y destinará 180 millones de euros, lo que alcanzará todo su coste. La inversión tiene la particularidad que, al hacerse con los fondos Next Generation, no será necesaria la repercusión de los costes a los usuarios finales en cuanto a construcción de la infraestructura; es decir, los regantes sólo pagarán los costes de explotación, sin ninguna repercusión de la inversión inicial.
Los 180 millones de euros están consignados dentro del epígrafe de la Demarcación Hidrográfica del Júcar y contempla "Actuaciones que deben acometerse en los próximos años para incrementar la resiliencia de los sistemas de recursos hídricos a las situaciones de escasez. Actuaciones de reutilización en las EDARs de Monte Orgegia y Rincón de León". Esta cantidad se suma a los 44 millones que también hay previstos para las depuradoras de Torrevieja y Orihuela Costa, dentro de la demarcación del Segura, también para mejorar las prestaciones de la reutilización.
Como ya explicaran los responsables de la Entidad Pública de Saneamiento de la Generalitat, en el caso de las depuradoras de L'Alcantí, generan unos 27 hectómetros de agua, de los que unos 20 hectómetros en la actualidad se vierten al mar. Y el propósito de la medida es que esa agua pase por un proceso de osmosis inversa, mejoren su calidad y se puedan destinar al riego con una reordenación de la red de canalizaciones, tanto en la misma comarca de L'Alacantí como en el Baix Vinalopó. Esa cantidad, destacan desde la Epsar, equivaldría a un tercio de lo que la provincia de Alicante recibe cada año del Tajo-Segura. Es decir, si la provincia de Alicante recibe entre 60 y 70 hectómetros anuales del trasvase, con el plan del Vertido Cero se generarían 20 hectómetros cúbicos de agua de calidad para el campo, que actualmente acaban en el mar.
En el caso de la Generalitat, tiene contemplado invertir 40 millones, que se destinarían principalmente a cambiar la ordenación de flujos de las depuradoras de L'Alacantí.
En la actualidad, San Vicente del Raspeig deriva sus aguas residuales a la planta de Rincón de León; y Alicante, a Rincón de León y Orgegia, y El Campello, Sant Joan y Mutxamel, a Alacantí Nord. Se propone que las aguas de San Vicente vayan a Orgegia y de esta manera redistribuir la capacidad de depuración. Alicante mandaría una parte a Rincón de León y a otra a Orgegia, junto a San Vicente del Raspeig, a excepción de La Condomina, que iría a Alacantí Nord.
La otra fase de la inversión es que asume el Gobierno central, y que asciende a 180 millones de euros. Contempla la creación una nueva red de canalización, balsas de regulación y depósitos. Para llevar el agua durante el día, se usaría la energía fotovoltaica -que se instalará en las láminas de agua de las balsas- y se depositaria en puntos en alto, de manera que por la noche volverán a bajar, generando energía hidráulica, y de esta manera, el sistema de osmosis (desalación) podría funcionar durante las 24 horas para tratar y enviar los caudales a los depósitos, a un precio menor y con una calidad que cumpliría con la normativa de la UE.