MADRID (EP). El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) Aeroespacial, un instrumento de colaboración público-privada para impulsar la ciencia y la innovación en el ámbito aeroespacial con el objetivo de dar respuesta a los nuevos retos del sector como el cambio climático, la seguridad global y la transición digital.
El Perte Aeroespacial, creado en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, prevé movilizar cerca de 4.533 millones de euros entre 2021 y 2025, con una contribución del sector público de alrededor de 2.193 millones de euros y una inversión privada de cerca de 2.340 millones.
"Hoy mirar al futuro pasa también por mirar al cielo", ha señalado la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, que destaca este espacio como "estratégico" para la transformación de España, así como "imprescindible" para servicios tan cotidianos como la telefonía móvil, el GPS, la información sobre meteorología o el suministro de alimentos, también siendo de "utilidad" para la prevención y detección de catástrofes.
De esta forma, el Perte contribuirá a superar en los próximos años los principales desafíos a los que se enfrenta la industria aeroespacial, por una parte, en lo relativo a las consecuencias de la crisis económica con efectos globales y particulares en el sector y, por otra, en relación con los procesos de transformación económica, social, medioambiental y de política internacional que determinan en buena medida el futuro del sector.
Gracias a este proyecto estratégico, administraciones públicas, empresas y centros de I+D+I trabajarán en coordinación para reforzar las capacidades de la industria aeronáutica y la del espacio, impulsando el desarrollo y la implantación de tecnologías innovadoras, entre las que se incluyen tecnologías que apoyan el desarrollo del avión de cero emisiones.
El Perte Aeroespacial pretende asimismo reforzar la posición de España en el sector del espacio con iniciativas como la creación de la Agencia Espacial Española, que establecerá nuevos mecanismos para coordinar las actividades espaciales a nivel nacional y la participación española en programas internacionales.
La creación de la Agencia Espacial Española, que también está prevista en la reforma de la Ley de la Ciencia y en la Estrategia de Seguridad Nacional, responde a que España es "el único país europeo sin agencia espacial propia", según ha remarcado la ministra Morant.
Así pues, se trata de uno de los Perte con más marcado carácter internacional impulsado por el Gobierno de España. En concreto, el Proyecto plantea también la colaboración española con Portugal con iniciativas como el desarrollo de la Constelación Atlántica, un programa satelital de observación de la Tierra con el que España y Portugal monitorizarán fenómenos como el cambio climático.
Mediante esa colaboración con Portugal, este será el primer Perte que incluya financiación del plan de recuperación de otro país. Por otra parte, el Perte integra también la cuota española en la Agencia Espacial Europea ya que, además de los servicios prestados por dicha agencia a España, los retornos en territorio nacional asociados a esta contribución son una fuente de ingresos fundamental para la industria espacial española.
Los objetivos específicos del Perte se articulan en torno a tres pilares: el aeronáutico, el espacial y el transversal. Por un lado, los objetivos del pilar aeronáutico son capacitar a la industria en tecnologías y sistemas cero-emisiones para aeronáutica; desarrollar demostradores en el ámbito de las aeronaves multipropósito y vehículos aéreos no tripulados (UAV); así como avanzar en el desarrollo de infraestructuras aeronáuticas para cumplir los requisitos del reglamento del cielo único europeo.
Los objetivos específicos del pilar espacial son: mejorar las capacidades del sector del espacio en el diseño de cargas útiles relacionadas con el control medioambiental, las comunicaciones cuánticas y la seguridad en cooperación internacional; y posicionar al sector espacial en el mapa europeo del uso comercial del espacio.
Por último, el pilar transversal, que afecta a los dos subsectores, se marca como objetivos específicos: impulsar actuaciones de innovación, sostenibilidad y digitalización en centros fabriles; fomentar la capacitación y formación orientada al sector aeroespacial; cohesionar y conectar el ecosistema de innovación en el ámbito aeroespacial; y habilitar fondos público-privados para reforzar a las empresas del sector.
Este Perte contempla la participación no solo de las grandes empresas multinacionales que dominan el sector, sino también de empresas emergentes especializadas en tecnologías aeroespaciales, que según el Ministerio de Ciencia e Innovación, están experimentando una evolución "muy prometedora en años recientes" en España.
Para la coordinación del Perte Aeroespacial se establece un grupo de trabajo interministerial, presidido por la ministra de Ciencia e Innovación, que contará con representación de hasta diez Ministerios: el de Hacienda y Función Pública; Educación y FP; Trabajo y Economía Social; Defensa; Asuntos Económicos y para la Transformación Digital; Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Transición Ecológica y para el Reto Demográfico; Industria, Comercio y Turismo; Agricultura, Pesca y Alimentación; y Universidades.
Además, para contar con todos los actores relevantes y garantizar un diálogo permanente, integrando la colaboración público-privada, se crea una Alianza por el Perte Aeroespacial, que estará presidida por la ministra de Ciencia e Innovación.
Esta alianza integrará a los miembros del órgano interministerial, a las comunidades autónomas, a Organismos Públicos de Investigación (OPI), así como a asociaciones empresariales, organizaciones sindicales con relevancia en el sector, plataformas tecnológicas y comunidades de usuarios. Asimismo, el modelo de gobernanza del Perte podría incluir a agentes internacionales con competencias en el ámbito aeroespacial.