ALICANTE. Como no podía ser de otra manera, el anuncio del Eldense de que Pascual Pérez tiene la voluntad de dejar la entidad marcaba el inicio de la comparecencia de prensa de Fernando Estévez, previa a la cita con el Real Oviedo de este domingo.
El preparador explicaba que lo único que sabe es lo que el empresario le ha trasladado a él y al resto de trabajadores horas antes del comunicado: "Nos ha comentado la intención que tiene de dejar el Eldense [...] tampoco sin fecha concreta, no sabemos si a corto o medio plazo", señalaba Estévez para, a continuación, reiterar públicamente su agradecimiento "en nombre del club, la afición y los trabajadores [...] dure lo que dure y si finaliza este proceso" por haber permitido que pueda entrenar en el fútbol profesional.
Estévez ponía una vez más sobre la mesa el importante rol que, por ejemplo, ejerció Pérez hace unos meses cuando la temporada se le hacía larga a su equipo, apuntando a la "tranquilidad, certidumbre y apoyo" que aporta. "Lo primero son las personas, estas componen familias y aunque haya dificultades, divergencias, las familias son sagradas, no se rompen hasta el final, pase lo que pase", añadía el técnico, haciendo suyas palabras que adjudicaba al todavía presidente y propietario del club, al que calificaba una vez más como "pieza angular" del proyecto e invitaba a homenajear este domingo en el césped y en la grada de manera preventiva, "por si se concreta su salida".
Ya en clave estrictamente deportiva, Estévez advertía sobre el rival de este domingo: "Es verdad que todavía no ha ganado, que no está ofreciendo su mejor versión, pero ha sacado tres empates, uno de ellos en casa del Levante, y las derrotas que ha sufrido han sido por la mínima y alguna injusta, por lo que estoy convencido de que revertirá esa situación. Es un equipo diseñado con otra intención (distinta de la de pelar la permanencia), que estoy seguro de que a medio plazo no va a estar ahí (por su posición clasificatoria) un club histórico, con una gran masa social, una buena plantilla y dos grandes entrenador", decía en referencia a Álvaro Cervera y Luis Carrión, los ya dos técnicos que han estado al frente del banquillo azulón en lo que llevamos de curso.
Estévez pronosticaba "un partido complejo", pero también dejaba claro que los suyos han trabajado "bien" durante la semana y que lo afrontan "en condiciones de competirlo", al tiempo que confirmaba la disponibilidad tanto del lateral 'Toni' Abad como del extremo Iván Chapela, después de haber superado el primero un virus estomacal que también afectó a otros de sus compañeros como Zubiaurre y el segundo una dolencia muscular. La misma naturaleza tiene la lesión que convierte al central Carlos Hernández en duda tanto para este domingo como para recibir al Real Valladolid el miércoles.
El duelo de este domingo en el Nuevo Pepico Amat será el primero de un segundo bloque de siete partidos de los que los azulgranas van a jugar cinco como locales y dos como visitantes, cuando vienen de disputar cinco a domicilio y dos ante su público. Esa es la razón por la que el técnico azulgrana consideraba "precipitado" sacar conclusiones sobre el rendimiento de su equipo y si, como cree que le ocurrirá al Real Oviedo, estará en una posición más desahogada en la tabla.
"Si proyectamos la media de puntos nos sale 1,15 por partido por l que estaríamos en 48/49,5 lo que supone estar cerca de la salvación, del objetivo de consolidar el proyecto en la categoría, pero hay un sesgo claro que es el número de encuentros que hemos jugado a domicilio y los miuras a los que nos hemos enfrentado", decía invitando a hacer valoraciones cuando se complete el primer tercio de competición, pues se mostraba convencido de que para entonces otros parámetros como el de los goles encajados respaldarán un punto de vista distinto al que se puede tener hoy sobre la fiabilidad defensiva de los suyos.