MADRID (EFE). El coste directo del absentismo laboral para las empresas en España superó los 12.245 millones de euros en 2023, casi un 20 % más que en el año anterior, una cantidad que podría seguir subiendo ya que los casos de baja por incapacidad temporal han aumentado en los últimos trimestres.
Según un informe elaborado por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo, a esa cantidad habría que sumar los costes indirectos que deben afrontar las compañías: el pago de una persona sustituta (49.753 millones) y los bienes o servicios que dejan de producir por la baja del trabajador (109.860 millones).
El coste para las empresas es "inmenso" y mantiene "su tendencia ascendente", indica el informe, en el que se alerta de que esta situación afecta "significativamente" a la competitividad de las empresas y también a las cuentas del sistema de la Seguridad Social.
De hecho, sobre este último asunto, el informe calcula que el coste de las prestaciones de Seguridad Social en el año 2023 aumentó un 16,18 % respecto al ejercicio anterior, hasta los 13.081 millones de euros, debido principalmente al aumento de los procesos de Incapacidad Temporal por Contingencias Comunes (ITCC).
Con el objetivo de "recuperar lo antes y lo mejor posible la salud de los trabajadores, evitar el uso indebido de esta prestación y salvar el laberinto burocrático", la asociación propone "reconocer a las mutuas la posibilidad de prestar asistencia sanitaria integral y de emitir altas médicas en los procesos", al menos en patologías traumatológicas y osteoarticulares.
Otras de las propuestas son "evitar el establecimiento de complementos y mejoras a la prestación por ITCC" e incluso "suprimirlos o tratar de reducirlos en los convenios colectivos.
"Rebajar el porcentaje que se aplica a la base reguladora para el cálculo de la prestación, ello sin perjuicio de ponderarlo en función de la gravedad de la enfermedad o accidente del trabajador, así como de su evolución temporal" es otra de las medidas que el documento plantea.
Desde la Confederación de las Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme), insisten en que el absentismo "se ha estancado en los niveles máximos desde la pandemia", lo que tiene un coste para las empresas "que se torna más gravoso para las pymes, debido a sus menores recursos".
Así, reclaman actuaciones que reduzcan estas cifras y que mejoren y agilicen la atención sanitaria.