ALICANTE. La presencia de Mallorca y el Elche en el grupo III de Segunda División B ha generado una burbuja en el mercado de fichajes.
La compensación económica por el descenso (2,2 millones el Elche y 1,2 el Mallorca) que ambos clubes han de recibir les permiten, todo y sus obligaciones con sus no pocos acreedores (entre los que destaca Hacienda), manejar un presupuesto más que interesante para plantilla.
No hay cantidades oficiales, tampoco oficiosas, pero los 60.000 euros que cobra un jugador de perfil bajo en Segunda División A se están superando holgadamente tanto por bermellones como por franjiverdes para reforzarse de cara a una temporada en la que, después de muchos años, competirán en el tercer escalón del fútbol español. "Se están viendo cifras más propias de otra época" apuntaba esta semana un intermediario a Alicante Plaza.
El tiempo dirá si esta política tiene su reflejo en el terreno de juego pero, a priori, ambos conjuntos están poniendo a disposición de Vicente Moreno y Vicente Mir dos interesantes plantillas para pelear no ya por el ascenso, por el campeonato de grupo.