Las últimas tres semanas las he pasado explicando cosas de Elche a periodistas de muchos sitios de España pero residentes en Madrid que debían hablar sobre esta ciudad. En el transcurso de estos días he comprobado la visión que tienen de nosotros fuera, personas “informadas”. No es una crítica hacia ellos, les llega lo que les llega. Pero me ha servido para hacer algunas reflexiones que ahora les quiero compartir.
Sabían casi todo de El Palmeral, El Misteri d’Elx y la Dama. Incluso conocían que la Dama está en el Museo Arqueológico de Madrid y que de vez en cuando la han cedido y ahora estamos pendientes de otra cesión, cuando se aclaren con el ministerio de Cultura y les dure el ministro o ministra lo suficiente. (Ya nos hemos trabajado tres). Del Elche C.F. lo sabían todo.
Eso sí, ninguno esperaba encontrarse el bosque de palmeras metido en la ciudad que encontraron. Les sorprendía que las palmeras no eran un “parque o bosque”, localizado en un espacio determinado. “Están por todas partes”, “nos rodean ” eran sus expresiones y a partir de ahí, les expliqué el origen, significado, características y desarrollo del palmeral y por qué este y no los parques de palmeras, preciosos seguro, de Alicante o el de Orihuela son Patrimonio de la Humanidad y tienen desde hoy una nueva Ley de protección específica.
Tampoco esperaban una ciudad moderna, con varios barrios y pedanías con importantes núcleos urbanos: somos censados 234.765 habitantes, la ciudad número 19 de España por población, con mucho patrimonio histórico, cultural, gastronómico con nuestras maravillosas granadas con denominación de origen, los dátiles, los arroces , y para nada pensaban encontrarse una ciudad con economía diversificada, turismo, (les costó caer en que tenemos playas) y con un sector calzado absolutamente reconvertido y modernizado.
Se me pusieron los pelos de punta y me recorrió un escalofrío por la espalda cuando me recordaron el anecdótico episodio, verdadero pero puntual, que pasó hace 17 años cuando unos descerebrados quemaron una nave de calzado china. Fueron condenados y eso no se ha repetido como todos sabemos aquí, nunca más, pero se queda en la retina de uno de Madrid y viene a Elche casi 20 años después y pregunta por ello.
Y si no esa noticia que todos publicamos cada año sabiendo el sesgo brutal del dato; Carrús es el barrio más pobre de España. En fin, esa también la conocían. Nos sirvió para hablar de economía sumergida, nada que no conocieran del sector de la hostelería y de otro tipo de contrataciones fraudulentas como los “falsos autónomos” que hay en todas partes.
Me dijeron que Elche fue para ellos todo un “descubrimiento” pero lo mismo que vieron lo bueno se sorprendieron con lo malo y absolutamente cierto. Desastrosa comunicación ferroviaria con Valencia o Barcelona, Murcia y en general, ya lo saben, las cercanías. Ridículos los horarios del AVE a Madrid, nula proyección externa del empresariado, poquísima referencia o conocimiento de que Elche tiene playa y muchas otras cosas, algunas culpa nuestra, otras de la centralidad de Madrid, de València y de Alicante. Mirarse el ombligo todo el rato y dejar que todo pase por las capitales de lo que sea perjudica mucho a una ciudad como Elche.
Esto que la visita de los periodistas madrileños me ha puesto sobre la mesa lo vienen advirtiendo a su manera otras personas y colectivos. Me estoy acordando de Elche Piensa, de Ágora, de CEDELCO o AESEC ahora… Este tipo de asociaciones muy enfocadas en la parte económica y empresarial están absolutamente en lo cierto, pero ese desconocimiento de nuestra realidad, esa poca presencia y poco peso en donde se deciden las cosas, nos pone en desventaja económica pero también tiene muchísimas repercusiones sociales. ¿Hacemos algo, o seguimos esperando?