Sin tiempo de asimilar el resultado de unas elecciones nos convocan otras. Tranquilidad, una cosa detrás de otra. Lo primero constituir los ayuntamientos. En Elche y Crevillent cambia el color político y sobre todo en Elche, solo hay un precedente de gobierno popular y fue con Mercedes Alonso. Perdió a la siguiente convocatoria, después de un motín interno y bastantes errores de bulto.
El reto lo tiene ahora Pablo Ruz y su equipo. Van a tener que gobernar sin referentes y pactando con Vox, un partido sin estructura organizativa clara y sin masa de militantes o afiliados al estilo clásico en Elche. Y a pesar de ello 12.860 votos. Esto puede suponer que, aunque pueda haber entendimiento entre los tres concejales de Vox y los 11 populares, desde la dirección en Alicante o Madrid de Abascal puedan recibir instrucciones generales que dinamiten la concordia del gobierno local. A Ciudadanos estas cosicas les han pasado factura, facturón.
Vox ya la tuvo con el programa electoral que, para muchos municipios como Elche, hicieron un copia pega. Así les salieron “perlas” como decir que existe un numeroso grupo de jóvenes interesados en la tauromaquia en Elche y por ello debía ponerse en marcha una escuela para formarles en el arte del toreo. En Madrid propusieron proteger sus playas.
Da igual, nadie lee los programas electorales. Ahí están los votos. No dudo del sentido común de Aurora Rodil pero me temo que no manda ella ni nadie de aquí. Por eso creo que el primer reto de Pablo Ruz es conseguir crear un equipo de gobierno cohesionado y trabajando todos a una. No va a ser fácil, ya les costó trabajo a los socialistas con el Compromís de Mireia Mollà .
Otro reto para el que será el nuevo alcalde de Elche es priorizar entre todos aquellos proyectos que ha ido presentando. Gobernar es difícil y todo a la vez no se puede. Me consta que tanto a él como a sus concejales electos, ya les han ido por la calle pidiendo lo prometido.
Ansia viva. Aún no han tomado posesión. Ruz había definido muy bien su futuro equipo de gobierno y había distribuido entre la candidatura las diferentes competencias, Turismo, Economía y Empleo, Hacienda, Urbanismo, Fiestas, Bienestar Social, Comercio… También tiene ya previsto a su jefe de gabinete y jefe de protocolo y algunos cargos más, pero resulta que habrá que esperar a ver qué delegaciones piden sus futuros socios de gobierno.
Reconozco que Pablo Ruz no se ha desfondado, tras cinco años de campaña electoral, como él mismo ha dicho. Lo tendré que escribir cien veces. Es la única previsión en la que no he acertado y lo reconozco aquí públicamente para que el popular se quede tranquilo. Se nota que le sentó fatal ese comentario.
Ruz ha acabado la campaña en alto, le ha acompañado la salud, el equipo, las fuerzas y los votos. Seguramente porque su motivación era muy muy fuerte y algunos episodios tristísimos le han dado más fuerza todavía. Estoy convencida de que el recuerdo de Sergio Rodríguez, la mano derecha de Ruz, fallecido el 1 de agosto en un trágico accidente de tráfico ha contribuido mucho a que no le faltara fuelle.
El partido socialista y Compromís tienen sus propios retos. Los socialistas de Elche no están acostumbrados a estar en la oposición y en la anterior etapa, 2011-2015, lo hicieron bastante mal desde mi punto de vista. Ahora el partido es otro, pero ser oposición es muy duro en un ayuntamiento, nada que ver con el Congreso o les Corts, donde si tienen cierta experiencia y sobre todo donde las distancias no son tan cortas como en lo local.
Ahora se plantean dudas del tipo, ¿Quién será el o la portavoz del grupo municipal socialista? ¿Cómo afectará la convocatoria de elecciones generales adelantadas? Preguntado por el tema al todavía portavoz del equipo de Gobierno en funciones, reconoció que el adelanto electoral había desmontado sus primeras previsiones organizativas. Lo que si han hecho y con buen criterio es empezar a preparar informes de cómo se dejan las diferentes áreas, que luego todo lo diluye el tiempo y somos de memoria frágil.