ELCHE. Este jueves el alcalde Carlos González y el edil de Mantenimiento, Héctor Díez, se han reunido con los responsables de la demarcación de Carreteras del Estado para transferir al Ayuntamiento la cesión pendiente del tramo urbano de la Ronda Sur, que desde ahora ya es titularidad municipal y pasará a estar gestionado por el Consistorio.
El regidor añade que han aprovechado la visita para manifestar el interés por otra actuaciones como la mejora de conservación de la autovía A-70 entre Elche y Crevillent, al tiempo que se les has trasladado la "inminente" licitación del tercer carril de esta autovía entre Elche y Orihuela, que el alcalde considera "vital para la mejora de la fluidez y seguridad del tráfico".
"Del mismo modo hemos planteado la necesidad de mejorar la información entre las autovías y autopistas de la provincia de València, Castilla-La Mancha y Murcia para facilitar la identificación de Elche como destino". Asimismo, el alcalde también espera que el Ministerio de Transportes tome la decisión de liberar de peaje el último tramo de la AP-7, el denominado 'segundo cinturón de Alicante', "que a nuestro juicio quitaría mucho tráfico al tramo de la A-70 entre Elche, Parque Epresarial y la Universidad de Alicante", explica González.
Así, ahora que esta parte del tramo ya será de gestión municipal, el reto es conocer cuánto dinero supondrá ese mantenimiento, que no se antoja pequeño, aunque no se conoce cuánta cantidad puede ser. Por lo pronto, esta transferencia de competencias ha generado oposición como la de Ciudadanos, que calificaba esta cesión de "chantaje al Gobierno de la ciudad". En cuanto al esperado final del tramo, la Generalitat se ha comprometido a financiarlo, pero necesitan encontrar una fórmula para esquivar el permiso ambiental ya caducado. El fondo de infraestructuras de 300 millones con el que se sufragaría, así mismo, evoluciona lento por problemas jurídicos.
