ELCHE. Mientras que el barrio de San Antón está inmerso en su Arru (Áreas de Regeneración y Renovación Urbana), que ahora está paralizado como todas las obras por el último decreto —y que habrá que ver cómo continúa, aunque el compromiso de la Generalitat es seguir con el proyecto—, hasta después de Semana Santa, el equipo de gobierno ya ha adjudicado el apuntalamiento de uno de los bloques antiguos del barrio, el 2, y que llevaba esperando medio año para la actuación. Son una serie de intervenciones que tienen lugar en paralelo a la renovación, a modo de parche hasta que finalice todo el proceso para reconstruir de nuevo el barrio.
De las 11 empresas aspirantes al servicio de apuntalamiento, finalmente ha sido la mercantil Obras y Servicios P. Selva la que ha obtenido la mejor puntuación (la máxima), ofertando las obras por 95.215,59 euros para un plazo de ejecución de seis meses. Eso sí, dada la situación de alarma, lo que ha hecho la Junta de Gobierno es proponer a esta firma como adjudicataria. Habrá que esperar a que acabe este periodo de excepción para que finalmente entregue la documentación y se pueda formalizar el contrato. Es uno de los procesos que se ha reactivado con el decreto local para poder reactivar algunas licitaciones que ya tenían las ofertas presentadas. La intervención consiste en la rehabilitación estructural parcial del bloque 2, en la reparación de pilares en planta baja, frentes de vuelos de balcones en fachada y refuerzo de reparación en torreones de escalera.
Con todo, la oferta presentada por la mercantil suponía lo que se llama una baja temeraria (del 26,8%), "incurriendo en oferta desproporcionada o temeraria de acuerdo con los criterios establecidos en el pliego de cláusulas administrativas particulares que rigen la presente contratación", según el informe técnico. Sin embargo, presentó un informe para explicar el porqué, y era porque su oferta se basaba principalmente en la bajada de los precios unitarios de mano de obra, materiales y maquinaría. Asimismo, la empresa justificó que ya se le habían adjudicado las mismas obras del bloque 7, entonces por una baja temeraria del 30%.
Así pues, tras justificar que "este factor, permite que las soluciones técnicas adoptadas se repitan y se sirva de esta experiencia para ejecutar de forma más rápida y eficaz, permitiendo un ahorro en mano de obra y ajustándose a los materiales y medios auxiliares realmente a utilizar", además de añadir su experiencia durante la ejecución, ajustándose a los rendimientos de maquinaria, material y obra, la Mesa de Contratación dio por bueno el argumento y finalmente es la que se llevó la propuesta abierta en febrero. Su precio era notoriamente más bajo, cuando la media del resto era de 115.000 €.
Por otra parte, el siguiente bloque que se tiene que construir es el cuarto, diseñado por GEA Arquitectos, con un diseño disruptor para el barrio con criterios sostenibles. Eso sí, se tiene que sacar a licitación su construcción todavía, y habrá que ver si la situación por el coronavirus afecta finalmente o no.