ELCHE. La Escuela de verano es ya un clásico de la Fundación Elche Acoge, justo ahora que se cumplen 15 años de trayectoria y la participación durante este tiempo de un millar de niños comprendidos entre los 6 y 12 años. La actividad, que se coordina desde el Rincón de las Culturas en Carrús, tiene como objeto básico el fomento del mestizaje y de la interculturalidad entre los escolares que participan, de descendencias múltiples: españoles, malienses, marroquís, argelinos, latinoamericanos con un repunte este años de ucranianos. La integración educativa y la conciliación de la vida familiar y laboral son dos de los objetivos básicos de estos ciclos. Y, fundamentalmente, el trabajo con familias en riesgo de vulnerabilidad socio-económica.
En esta última edición han participado 60 escolares dando uso a espacios comunitarios, excursiones por la ciudad, y actividades deportivas en colaboración con varios clubes de la ciudad como el Elche Sporting C.F, con prácticas de pickleball, patinaje sobre hielo en el Elche Squash Club o actividades de aventura en Natural School. La ONG quiere agradecer a todas las entidades su colaboración desinteresada. También se han efectuado visitas a museos como el Paleontológico y la la sede central de la Biblioteca Municipal en la plaza Reyes Católicos: se han incentivado talleres culturales y de fomento a la lectura, así como un mayor conocimiento del patrimonio de la ciudad.
Una de las actividades más destacadas, por su alto contenido experiencial, han sido las convivencias con la Asociación de Diversidad Funcional Intégra-T, y el Centro de la Tercera Edad Novaire Carrús. Se trata de sensibilizar a los niños en el ámbito de la diversidad, desde el respeto y la tolerancia. José Molina, coordinador de la Escuela de Verano, subraya que "es muy gratificante como los niños conviven sin ningún tipo de prejuicios étnicos o culturales durante los distintos juegos y actividades que se plantean, en un clima de compañerismo y amistad".
