VALÈNCIA. El capital paciente alude a aquella inversión en proyectos que generan impacto positivo social y medioambiental sin renunciar, por ello, a la rentabilidad financiera. Los inversores que lo aportan están dispuestos a aguantar mas tiempo del habitual hasta obtener retornos -una media de entre 5 y 10 años- conscientes de que el ciclo de desarrollo de estas iniciativas emprendedoras es más largo. De aquí que la tendencia de los fondos y business angel sea diversificar la cartera.
Según un estudio del Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto (SpainNAB), en España existe una gran variedad de beneficiarios de la inversión de impacto. Cerca del 50% de estos fondos se destinan al medio ambiente, seguido de los colectivos en riesgo de exclusión social por razones de pobreza, desempleo o discapacidad, incluida la infancia y la tercera edad. El informe destaca el hecho de que más del 40% de los vehículos de inversión de impacto tienen como objetivo abordar los retos específicos que afectan a las mujeres.
Proyectos que apliquen al capital paciente hay muchos, cada vez más, porque tanto caben los negocios inclusivos, como las empresas sociales o el dilatado mercado de las renovables.
En el fondo de Kiko Ventures prefieren hablar de capital regenerativo dado que la gran mayoría de sus participadas actuales se enmarcan dentro de la sostenibilidad y la crisis climática. De aquí la apuesta por startups como la alemana Vytal, para acabar con los residuos de los envases, o la australiana Hysata, para la producción de hidrógeno verde. Claro que también figuran en su haber nombres como los de Jobandtalent, Devo, Flywire, Carto u Odilo.
También La Bolsa Social nació como una plataforma de equity crowdfunding para crear un ecosistema de inversión de impacto. Con cerca de 12.000 miembros en este momento, han conseguido ya una inversión cercana a los 14 millones repartidos entre 48 rondas financiadas. Por la plataforma han pasado proyectos tan exitosos y rentables como los de Auara (agua potable para todos), Tucuvi (cuidado de las personas mayores) o Nostoc Biotech (productos ecológicos para la agricultura).
Impulsar la economía de impacto ha sido también siempre la misión de Ship2B acompañando a emprendedores con proyectos alineados a estos valores. En total han acelerado 233 startups para las que han conseguido una financiación superior a los 85M de euros. Agrosingularity, para el aprovechamiento de las mermas alimentarias; Cebiotex, especializados en innovación en oncología quirúrgica; o Admit Therapeutics, con una solución para la detección temprana del Alzheimer, son algunos de los proyectos que han contado con el respaldo de Ship2B Foundation.
Otro informe, este de la Red Global de Inversión de Impacto (GIIN), asegura que este mercado superó los 300.000 millones de dólares en 2023, evidenciando un crecimiento significativo en el interés por generar retornos financieros mientras se produce un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Aún así el porcentaje de este tipo de inversión está todavía muy por debajo de la tradicional. Según Margarita Albors, la de impacto apenas representa un 1% del total de la inversión en el mundo.
Para favorecer la conexión de los distintos actores económicos y dar respuesta a los problemas sociales y ambientales que padecemos, funda Albors en 2010 Social Nest Foundation. En la plataforma global definen su misión como la de “inspirar, educar y conectar a personas emprendedoras, empresas, gobiernos y personas inversoras con los recursos que necesitan para poder contribuir a un futuro mejor para Todos”.
La Fundación lidera programas y actividades, en las que ya han participado más de 15.000 personas, con el objetivo de allanar el camino al capital paciente. En la actualidad cuenta con 650 startups, 700 inversores y 80 empresas. Proyectos como Cocircular, bounsel, byhours, Innogando o Lazzaro se han beneficiado de esta iniciativa.
También en Valencia, Zubi Capital Asset Management lanzo a finales del año pasado el primer fondo de capital de riesgo centrado en la diversidad e inclusión en España, conocido como Zubi Capital Diversity Catalyst FCRE. La iniciativa cuenta con la aportación de Angels, perteneciente a Juan Roig.
Y ya con el foco puesto en las mujeres y la intención de impulsar la diversidad e incrementar el peso femenino en el ecosistema emprendedor, surge la organización WA4Steam, una comunidad internacional de mujeres inversoras que buscan expandir la presencia empresarial de las mujeres en los campos de STEAM. Gracias a este fondo, han obtenido financiación empresas como Spotlab (telemedicina) Enzymlogic (medicamentos avanzados) o Bioo (energías renovables) o Innovamat (educación de matemáticas).
Organizada para promover un emprendimiento que aspire a “crear un mundo más humano y sostenible” se crea la iniciativa Impact Social Cup, una competición en la que participarán 16 equipos de emprendedores sociales que culminará el mes de septiembre con las elección de cuatro finalistas. Entre todos se repartirán los 100.000 euros con los que ha sido dotado el premio.
Podrán competir en uno de los ocho sectores propuestos: salud y bienestar; artístico y cultural; educación y formación; energía e industria; ocio y entretenimiento; deportivo; inversiones y finanzas; y global. El campeonato se desarrollará del 15 de junio al 21 de septiembre permaneciendo abierto el plazo de inscripción hasta el 15 de mayo.
La iniciativa la impulsa Tomas Garnelo Fernández de Córdoba, CEO y cofundador convencido de que “nuestro mundo necesita que las futuras generaciones estén lideradas por referentes de grandes valores, extraordinario espíritu social y gran humanidad”.