El Banco Central Europeo, sin sorpresas, bajó los tipos en 25 puntos básicos, fijó la facilidad del Depósito en el 3%, desde el 3,25%, y el tipo de financiación en el 3,15%, desde el 3,40% y la facilidad marginal de crédito en el 3,40%, desde el 3,65%. El organismo ya no menciona que mantendrá una política restrictiva el tiempo que sea necesario, aunque la evolución de los tipos seguirá dependiendo de los datos que se publiquen.
Por otro lado, revisó una décima a la baja las previsiones de inflación, considerando que está bien encauzada -prevén que la inflación general media de 2024 se situará en el 2,4%, frente al 2,5% anterior, y en 2025 en el 2,1%, frente al 2,2% anterior. Para la subyacente, que no incluye energía ni alimentos, el BCE prevé una media del 2,9% en 2024 y del 2,3% en 2025, con una bajada que se retrasa por la evolución de los salarios y el sector servicios.
También revisaron a la baja las expectativas de crecimiento, situándolo en el 0,7% para 2024, anteriormente 0,8%, y en el 1,1% en 2025, anteriormente 1,3%, mostrando una economía débil que no va a repuntar. El BCE sigue mostrando cautela en cuanto a la posibilidad de realizar una rápida bajada de los tipos de interés, por lo que hay que esperar que siga bajando tipos a un ritmo de 25 puntos básicos en las próximas reuniones, a pesar de la debilidad económica que prevé para la Eurozona. En Diaphanum consideramos que la debilidad de la economía quizás debería precipitar la bajada de tipos para conseguir un mayor crecimiento, aunque el crecimiento no entra en sus objetivos, tan sólo la inflación.
Miguel Ángel García es director de inversiones de Diaphanum