Desde la victoria de Donald Trump, el mercado ha dado por hecho que el BCE va a acelerar su proceso de bajadas en el tipo de intervención para tratar de amortiguar los efectos negativos que las medidas del nuevo presidente norteamericano puedan tener sobre una economía europea cuyo crecimiento está lejos de ser todo lo fuerte que sería deseable.
De cara a la reunión de este jueves, hasta hace prácticamente nada, el consenso de mercado daba por hecho una bajada de 25 pb, pero la debilidad en los datos de PMI que hemos conocido a lo largo de los últimos días han llevado a que surjan voces que abren la puerta a una reducción de 50pb. Nosotros creemos que la coyuntura general no justifica esa bajada, y que el BCE preferirá ser prudente y acometer tan solo una reducción de 0.25% en los tipos, situando la facilidad de depósito en el 3%. Las declaraciones de Isabel Schnabel de hace un par de semanas advirtiendo de los efectos contraproducentes de un proceso de bajadas demasiado rápido y del margen limitado que según ella tiene el BCE para seguir recortando tipos reafirman nuestra visión de un proceso de bajadas más gradual.
Habrá que estar atentos al mensaje posterior que transmita Christine Lagarde en la rueda de prensa, así como a la revisión que presentará el staff económico del BCE en cuanto a las previsiones de crecimiento e inflación de cara a 2025 y que nos deberían dar pistas sobre la trayectoria que debemos esperar para el próximo año.
Informe elaborado por Julian Abdey, Justin Toner, y Damien J. McCann