MADRID. No esperamos nuevos incrementos de tipos de interés para la reunión de este jueves del Banco Central Europeo (BCE) después de que en septiembre explicitaran en el comunicado que los tipos ya habían alcanzado niveles que -mantenidos un tiempo prolongado- contribuirán al retorno de la inflación a niveles cercanos a su objetivo. La autoridad monetaria europea lleva acumuladas subidas de 450 puntos básicos en poco más de un año. Pensamos que, como han repetido en diferentes ocasiones miembros del BCE, los efectos sobre economía real tardarán en verse reflejadas, por lo en estos momentos lo prudente sería esperar en materia de tipos de interés.
Desde la última reunión de política monetaria han aparecido nuevos focos de incertidumbre -como es el conflicto bélico en Oriente Medio- donde todavía se desconocen las repercusiones sobre la economía a futuro. El principal riesgo a corto plazo en materia de política monetaria sería el efecto que pueda tener el nuevo repunte precio del petróleo y del gas en la inflación. Se plantea un escenario complicado para el BCE, en un momento en el que la economía europea sigue mostrando importantes signos de ralentización.
Creemos que el BCE mantendrá una posición cauta en este sentido y seguirá la hoja de ruta marcada en la última reunión. De esta manera dejaría abierta la opción de tomar alguna medida adicional en las últimas reuniones de año, con las nuevas expectativas macro proyectadas para los próximos años, y siempre con una aproximación dependiente de los datos. La retórica que puede que siga dominando en mercado tras esta reunión será la que hemos visto desde los meses de verano, intentando saber hasta cuándo van a estar los tipos en estos niveles, en lugar de hasta dónde van a subir los tipos.
Por otro lado, creemos que habrá debate en el seno del Consejo de Gobierno en cuanto a los programas de compras de bonos se refiere. Son muchas las voces de los miembros hawkish que abogan por ir reduciendo reinversiones del PEPP o programa de compras de emergencia contra la pandemia antes de lo establecido en los últimos comunicados (diciembre 2024), y de esta manera acelerar la reducción de cartera de bonos y balance del BCE. Probablemente en esta reunión no se anuncie ningún comunicado oficial al respecto y se posponga para próximos eventos, y de esta manera comenzar con la reducción de las reinversiones a principios del año que viene.
Las menores reinversiones del PEPP no deberían suponer importes especialmente relevantes, aunque sí tendrían un impacto desde el punto de vista cualitativo. Siempre han comentado que el PEPP es una primera línea de defensa para evitar riesgos de fragmentación entre bonos de países periféricos y de centrales debido a la flexibilidad que ofrecen sus compras. Por ello, cualquier aceleración en el quantitative tightening en este sentido podría tener consecuencias sobre las valoraciones de los bonos periféricos.
Respecto a los rumores aparecidos después de la última reunión referentes al nuevo incremento de reservas mínimas de los bancos, en el caso de producirse, no debería tener un impacto relevante en la valoración de los bonos. Si fuera el caso, esta medida sería una nueva vuelta de tuerca en la reducción de liquidez del sistema, lo que acabaría incidiendo en la restricción crediticia de los bancos sobre la economía real.
Germán García Mellado es gestor de renta fija de A&G Banca Privada