Prevé que España retome el nivel del PIB precrisis entre finales de 2022 y comienzos de 2023
VALÈNCIA (EP). El Banco de España ha recortado su previsión de crecimiento de la economía española al 4,5% para este año, 1,9 puntos menos que en sus anteriores estimaciones de septiembre, y prevé que se sitúe en el 5,4% en 2022, cuatro décimas menos respecto a la previsión anterior, de acuerdo con el Informe Trimestral de la Economía Española publicado este viernes.
Este recorte tan drástico se produce después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) revisara a la baja la cifra de crecimiento del PIB del segundo trimestre --desde el 2,8% hasta el 1,1%-- y estimara de forma provisional un aumento del 2% para el tercero. Sin embargo, el INE no descarta tener que ajustar este último dato al alza el próximo 23 de diciembre, tras constatar una mejora de los indicadores.
Además, el recorte del Banco de España también estaría justificado por el alza de los precios energéticos y por los cuellos de botella en la oferta, además de por el aumento en las cifras de contagios por Covid-19, que estarían ralentizando la evolución de algunos indicadores en el último trimestre del año, y por los retrasos en la implementación de los proyectos asociados al programa 'Next Generation EU', según ha destacado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.
Esta rebaja del Banco de España se suma a las ya comunicadas por otros organismos y entidades, como la Comisión Europea, la AIReF, el Panel de Funcas o el Consejo General de Economistas.
A pesar de la rebaja del crecimiento que llevó a cabo el INE en el segundo trimestre, el Gobierno mantiene su cuadro macroeconómico, con el que elaboró los Presupuestos Generales del Estado para 2022, en el que prevé un crecimiento para este año del 6,5% y del 7% para 2022, cifras cada vez más alejadas del consenso de mercado.
En su informe trimestral, el Banco de España afirma que los indicadores disponibles sugieren, en todo caso, que el ritmo de avance de la actividad se habría moderado en cierta medida en el cuarto trimestre del año con respecto a los meses previos.
Así, con la información disponible, el Banco de España estima que el crecimiento del PIB en el trimestre final del año podría haber ascendido al 1,6% en tasa intertrimestral, lo que conduciría a un crecimiento medio anual del 4,5% en 2021.
No obstante, avisa de que la incertidumbre en torno a esta estimación es muy elevada, dado que los datos cuantitativos disponibles para este período son todavía limitados. Adicionalmente, el organismo apunta a que la información relativa a la ejecución de los proyectos vinculados al programa Next Generation EU (NGEU) es incompleta, lo que dificulta la estimación precisa de su contribución al crecimiento.
No obstante, las perspectivas del organismo a más a medio plazo mejoran notablemente y prevé que España retome los niveles de PIB precrisis hacia el inicio de 2023. En concreto, para ese año el organismo prevé un crecimiento del 3,9%, lo que supone 1,9 puntos más respecto a las estimaciones anteriores, mientras que para 2024 prevé un crecimiento de la economía del 1,8%.
Según detalla el Banco de España, esta revisión al alza de 2023 se explica por la reversión de los efectos de las alteraciones de oferta y por el distinto impacto temporal asumido para la ejecución de los proyectos vinculados al programa 'Next Generation EU'. Así, bajo la trayectoria proyectada, el momento en que el producto de la economía recuperaría su nivel previo a la pandemia se situaría entre finales de 2022 y comienzos de 2023, según las estimaciones del organismo.
En cuanto a las proyecciones sobre la tasa de paro, el Banco de España también ha mejorado sus estimaciones y prevé que se situará en el 15% este año, por debajo del 15,1% estimado previamente, mientras que bajaría al 14,2% en 2022, al 12,9% en 2023 y al 12,4% en 2024.
"En consonancia con la recuperación del empleo, la tasa de paro seguirá descendiendo a lo largo del horizonte de proyección, hasta pasar a situarse por debajo de los niveles previos a la pandemia a partir del segundo semestre de 2022", ha señalado el organismo, que adelanta un año la recuperación de la tasa de paro, que preveía que se produjese desde a mediados de 2023 en las proyecciones del mes de septiembre.
De su lado, el organismo mejora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año, ya que el déficit público quedará en 2021 en el 7,5% del PIB, frente al 7,6% previamente estimado, aunque las empeora ligeramente para 2022 y 2023, con tasas del 4,8% y el 4%, respectivamente.
En cambio, ha elevado sus estimaciones para la deuda en 2021 y 2022, tras situarla ahora en el 120,4% en 2021, frente al 117,9% previsto anteriormente y en el 115,7% en 2022, frente al 114,3% anticipado previamente. Eso sí, de cara a 2023 mejora la tasa del 114,3% al 113,7% y en 2024 la sitúa en el 113,5%.
En cuanto al IAPC excluidos los componentes de energía y de alimentos, prevé que se sitúe en el 0,5% en 2021, el 1,8% en 2022 y el 1,4% en 2023. En términos de la inflación general, esa tasa sería del 3% en 2021, del 3,7% en 2022 y 1,2% en 2023.
En relación con los proyectos que se financiarán con fondos del programa NGEU, los gastos de 2021, 2022 y 2023 han sido revisados a la baja en cierta medida y se han desplazado a 2024. En concreto, Óscar Arce ha rebajado hasta los 11.000 millones la absorción de fondos para este año, frente a los más de 30.000 millones que espera el Gobierno, aunque mantiene prácticamente en la misma cifra el supuesto de absorción para 2022 en unos 27.000 millones.
Al contrario que el Gobierno, el Banco de España espera una mayor absorción de estos fondos en 2023 y, sobre todo en 2024, año en el que el Ejecutivo espera una absorción inferior a los 5.000 millones, mientras el organismo prevé que se sitúe en unos 15.000 millones.
Así, bajo las hipótesis actuales, el programa 'Next Generation EU' tendría un impacto de 0,3 puntos porcentuales en 2021, tres décimas menos de lo previsto anteriormente, y de 1,6 puntos porcentuales sobre la tasa de crecimiento estimada del PIB en 2022.
El escenario central de actividad económica de estas proyecciones está sometido a ciertos riesgos a la baja, avisa el Banco de España. En primer lugar, la posibilidad de que se produzca un nuevo agravamiento del Covid, que podría requerir la reintroducción de medidas de contención más severas. Sobre este asunto, el organismo señala que las consecuencias de la aparición reciente de la variante ómicron son, en estos momentos, "enormemente inciertas".
También ve riesgo en la prolongación del período de alteraciones en la oferta global y de precios elevados de la energía y de otros
productos intermedios, así como un mayor grado de traslación de los incrementos de costes a los precios finales y a los costes salariales.
Otros elementos de incertidumbre están asociados al ritmo de absorción de los recursos del NGEU, así como al destino que los consumidores puedan dar a la bolsa de ahorro acumulada, a la recuperación del turismo extranjero o a los posibles daños en el tejido empresarial.