ALICANTE (EP). El Vivero de Empresas Industrial Príncipe Felipe de Alicante lidera el Ranking de Viveros Funcas 2020, editado por Funcas en colaboración con la Universidad Rey Juan Carlos. Alcanza este primer lugar tras ocupar en la pasada edición el puesto 18 de la clasificación.
El Bressol d'emprenedoria de Besalú (Gerona) se sitúa en segunda posición mientras que el Centro Europeo de Empresas e Innovación Cartagena (CEEIC) ocupa el tercer puesto, según ha informado Funcas en un comunicado.
Las nuevas incorporaciones en los primeros puestos reflejan el carácter cambiante de la clasificación y su constante mejora. Así, el Vivero de Empresas de la Cámara de Comercio de Santiago, que encabezó las dos últimas ediciones, retrocede ahora hasta el cuarto puesto, mientras que el Cloud Incubator HUB de Murcia desciende del segundo al séptimo y el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Murcia asciende del noveno al quinto.
Por su parte, el Cloud Incubator Hub de Cartagena se posiciona como la mejor aceleradora del país, seguida de Tetuan Valley de Madrid y el Centro Europeo de Empresas Innovadoras de Castellón- Programa Órbita de Aceleracióm Empresarial.
El ranking de Funcas pretende identificar las mejores prácticas desarrolladas por los viveros y aceleradoras de empresas ejerciendo de guías o referentes para los diferentes agentes del ecosistema nacional de emprendimiento. Las ediciones anuales de estos informes buscan incentivar los recursos de apoyo que estos instrumentos ofrecen a sus emprendedores y fomentar así su capacidad de creación de empleo.
El informe identifica 415 viveros frente a los 549 de la edición anterior. Una disminución que puede deberse a la transformación o reorientación de estas infraestructuras a otros recursos de apoyo a emprendedores. Con todo, la presencia de los viveros de empresa en España mantiene su consolidación y sedimentación en todo el país.
El estudio ha analizado centros pertenecientes a las 17 autonomías, 12 de las cuales poseen proyectos situados entre los 30 mejores. Destacan Cataluña, que posee seis viveros con mejores posiciones, seguida de País Vasco y Madrid, con cuatro.
La gran mayoría de los viveros se encuentran situados en zona urbana (61%), siendo la segunda localización más destacada los polígonos empresariales (23%). Respecto a su gestión y financiación siguen predominando las entidades públicas, un 65% y un 75% respectivamente y en concreto la figura de los Ayuntamientos como promotores de estas iniciativas, que necesitan en su mayoría una plantilla reducida inferior a cinco trabajadores.
El informe registra 93 aceleradoras, en línea con años anteriores. La mayoría de ellas en la Comunidad de Madrid y Cataluña seguidas de País Vasco, Comunitat Valenciana y, de forma creciente, Andalucía y Galicia. En total, 12 comunidades tienen representación en el ranking, ocho cuentan con aceleradoras de empresas situadas dentro de las 10 mejores. Destaca un año más Galicia con tres aceleradoras situadas entre las mejores posiciones.
Sobre las características de las aceleradoras destaca su juventud, el 79% de ellas se pusieron en marcha a partir de 2013, cifra similar a la del informe anterior (83%). Un 57% tiene además su origen en el ámbito privado, lo que supone un descenso de cinco puntos respecto al año anterior. Esto demuestra que cada vez son más los agentes públicos (29%) o consorcios (14%) que apuestan por estas iniciativas.
El estudio destaca la diferencia entre la cantidad de proyectos de aceleradoras y viveros liderados por hombres y mujeres. El 22,48% de los proyectos de las aceleradoras, cuya media de edad se sitúa entre los 25 y 35 años, tienen al frente a mujeres. Un porcentaje que se reduce al 13,41% en aquellos proyectos liderados por personas con formación STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics).
Los viveros muestran también una diferencia significativa. Las mujeres lideran el 35,42% de los proyectos, el 36,48% si nos referimos al colectivo STEM. La media de edad, entre 25 y 45 años en el caso de las mujeres y entre 35 y 45 años en los hombres, muestra que los varones optan más por la aceleración mientras que las mujeres confían en las formas tradicionales de incubación en viveros.