El vestuario del Elche consuma la rebelión

ALICANTE. La plantilla del Elche consumaba este miércoles su amenaza de no entrenar. Bueno, su amenaza de no ejercitarse en el estadio Manuel Martínez Valero ya que los futbolistas sí trabajaron en sus casas y, especialmente, acudieron al coliseo franjiverde a realizarse las pruebas médicas aquellos que habían sido convocados por el club como Fidel, Ramón Folch o el brasileño Jonathas (que sigue desde su positivo por Covid-19 ejercitándose en casa)

La postura de fuerza de la plantilla busca doblar la no menos firme de la directora general, Patricia Rodríguez, que se aviene a negociar pero no a aceptar las condiciones que los jugadores ponen sobre la mesa.

El club

La ejecutiva guipuzcoana, preguntada por Alicante Plaza, declinaba ofrecer detalles respecto a las posiciones de las partes más allá de reiterar que "la entidad sigue abierta a negociar una ampliación de la jornada laboral" de los jugadores (que hoy sigue siendo reducida al 30% pese a que ya se ejercitan, aunque lo hacen solo por espacio de 40 minutos) e incluso "sacarlos" del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) vigente pero no "con carácter retroactivo" como plantean los jugadores (la última nómina completa que percibieron fue la de marzo, por lo que les tendrían que abonar lo que han dejado de percibir en abril y lo que llevamos de mayo) a cambio de un acuerdo de "reducción salarial a futuro" que el club considera también "inasumible" con base al ajuste de ingresos derivado del parón de la competición.

Huelga decir que Rodríguez está respaldada por la propiedad, un Christian Bragarnik que sigue informado de cuanto acontece a través también de sus representantes en el consejo de administración, los abogados valencianos Julio César Giner y Alejandro Martínez) pero también cuenta con la complicidad de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que además recela de la actitud de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) que asesora en todo momento a los jugadores en su negociación.

Los jugadores

Gonzalo de Medinilla, integrante de la asesoría jurídica de AFE y el secretario general del sindicato, Diego Rivas, son los interlocutores del vestuario franjiverde con la planta noble del Martínez Valero. 

Rivas atendía este miércoles la llamada de Alicante Plaza para reiterar el apoyo de AFE a los jugadores del Elche y aunque declinaba también entrar en porcentajes y cantidades, defendía que quieran salir del ERTE "porque ya se están entrenando", al tiempo que rechazaba que acuerdo de reducción salarial que plantean como alternativa no sea asumible por el club. 

Rivas aseguraba que la postura del vestuario ha sido en todo momento proclive al diálogo por lo que acusaba al Elche de "inmovilismo".

Cruce de propuestas

Según ha podido saber este medio, el club franjiverde proponía este martes poner fin al ERTE sin efecto retroactivo y a cambio de una reducción salarial cuyo porcentaje se mueve en una horquilla del 5-8% dependiendo de si se vuelve a jugar o no, mientras que los jugadores no aceptarían una reducción superior al 2%. Las posturas, por tanto, están alejadas y no solo por las diferencias en el porcentaje de reducción, también al querer los jugadores que el ERTE se convierta en papel mojado con efecto retroactivo. 

Desde el Elche sostienen que ese planteamiento pone en riesgo la viabilidad de la entidad; que en el caso de insolvencias futuras, de haber aceptado la propuesta de la plantilla, el consejo podría incurrir en responsabilidades societarias; y que la reducción salarial que proponen es inferior a la que los jugadores han experimentado ya con los dos meses de ERTE (una medida de reducción de empleo por causa de fuerza mayor que precisamente este martes el Gobierno desvinculaba de la vigencia del estado de alarma y ampliaba hasta el 30 de junio).

¿Acudirá la plantilla a entrenarse en el estadio este jueves?

El club trasladó el martes por la tarde su propuesta a la plantilla a través del abogado de la AFE pero este miércoles seguía sin recibir respuesta. 

Fue el técnico José Rojo 'Pacheta' el que le hizo saber a la directora general que los jugadores no tenían intención de entrenar en el estadio este miércoles: ocurrió hacia las ocho de la tarde, una hora después de que el club, a través de la LFP, hubiera anunciado que el equipo se ejercitaría en el Martínez Valero desde las ocho de la mañana (por turnos) y se sometería a diferentes pruebas médicas. La entidad anuló entonces el entrenamiento en el estadio pero mantuvo las pruebas. 

Los jugadores pasaban reconocimiento médico la mañana del miércoles pero se ejercitaban en sus domicilios, una postura que por el momento mantienen para este jueves.